¿Para que sirve respirar?
Vamos a evitar la respuesta obvia. Todos sabemos que respirar es básico para vivir, pero además, la respiración tiene muchas otras funciones, y no sólo a nivel físico, sino a nivel mental.
La respiración, además de ser nuestro soporte vital, cumple otras muchas funciones:
Es imprescindible para crear el H2O metabólico.
Elimina las toxinas de nuestro cuerpo y purifica el torrente sanguíneo. Es clave en el envejecimiento de nuestro cuerpo.
Ayuda a la quema de grasas.
Oxigena la sangre.
Activa los músculos de nuestro cuerpo.
Mejora la circulación de la sangre.
Es clave en la concentración, atención y memoria. El cerebro es el órgano que más oxígeno necesita. Cuando no respiramos correctamente el cerebro es el primer perjudicado.
Respirar correctamente produce relajación de la mente y el cuerpo.
La respiración está asociada directamente con nuestra actividad cerebral y nuestras emociones:
¿Te has fijado cómo respiras cuando tienes miedo?¿Y cuando tienes ansiedad? ¿Cómo respiras cuando te enfadas?¿Y cuando duermes?
Está claro que nuestros estados de ánimo y nuestra respiración están íntimamente relacionados.
Entonces ¿Se puede transformar nuestro estado mental y nuestras emociones mediante la respiración?
– Sí, y es algo de lo que vamos a hablar a lo largo de este artículo sobre técnicas de respiración, por eso es uno de los aspectos claves a la hora de aprender a meditar.
¿Cuál es la regla de oro de una buena respiración?
El aspecto más importante para realizar una respiración correcta es este: siempre se inspira y se espira por la nariz.
Es un mal hábito respirar por la boca, sin embargo, es algo que hacemos muy frecuentemente.
Una buena respiración no debería realizarse sólo cuando hacemos deporte o meditación. Debemos intentar conseguir el hábito de respirar bien en cualquier momento.
La nariz cuenta con mecanismos que la boca no tiene. La nariz está preparada para evitar impurezas (polvo, insectos, sustancias dañinas) y calentar el aire que entra a nuestros pulmones. Si respiramos por la boca estamos desprotegidos.
Para los yoguis la respiración por la nariz tiene además, un sentido muy importante puesto que a través de este tipo de respiración se obtiene la prana o energía.
La respiración yóguica completa
Antes de hablar de las diferentes técnicas de respiración hay que conocer los tipos de respiración que existen y cómo se realiza una respiración yóguica completa.
Respiración diafragmática o abdominal: es el tipo de respiración más natural. Nuestro vientre es el que se hincha y deshincha en cada inhalación y exhalación. Este tipo de respiración produce muchos beneficios: purifica completamente los pulmones, distiende el plexo solar y reduce la tensión y la ansiedad, aumenta nuestra energía…
Respiración Torácica: es el tipo de respiración que solemos realizar cuando practicamos ejercicio cardiovascular. Consiste en inspirar hinchando la caja torácica. Mucha gente confunde este tipo de respiración con la respiración profunda.
Respiración clavicular: consiste en respirar con la zona superior de los pulmones. Al realizar este ejercicio apreciarás cómo el abdomen se mete hacia dentro. Notarás la sensación de necesitar más aire y de hacer respiraciones más rápidas.
Ejercicio “Técnicas de respiración”:
Túmbate en Savasana y realiza 10 respiraciones diafragmáticas poniendo tu mano en el abdomen y notando cómo sube y baja. Después haz lo mismo con la respiración torácica poniendo tus manos en los costados y finalmente haz 10 respiraciones claviculares.
¿Qué has sentido en cada una de ellas?
Con este ejercicio te darás cuenta de cómo la respiración abdominal te relaja y sin embargo la clavicular te tensa. Es importante aprender a identificarlo para cambiar tus patrones en tu vida cotidiana. Cuando te encuentres en una situación de estrés o ansiedad fíjate en tu respiración e intenta modificarla.
¿Cómo hacer una respiración yóguica completa?
La respiración yóguica tiene como objetivo ventilar y oxigenar tus pulmones eliminando las impurezas y obtener la prana o energía vital.
La respiración yóguica es la suma de los otros tres tipos de respiración realizados de forma secuencial.
Técnica de respiración completa
Túmbate en Savasana. Es la mejor postura para realizar los ejercicios de respiración.
Pon tu mano derecha en el vientre y la izquierda en tu costado.
Elimina todo el aire de tus pulmones, para que al inspirar se llene totalmente de aire renovado.
Cuando hayas vaciado tus pulmones deja que tu respiración brote naturalmente.
Inspira notando cómo tu abdomen crece poco a poco. Cuando esté bastante expandido continua inspirando pero esta vez notando cómo se hincha tu caja torácica y el abdomen va descendiendo. Finalmente, cuando el torax esté lleno continúa respirando notando cómo se elevan tus clavículas y tu pecho.
Es decir, empieza por una respiración abdominal, sigue con una diafragmática y finaliza con una clavicular. Es importante que en este proceso no dejes nunca de inspirar. La inspiración debe ser natural y no cortarse en ningún momento.
Irás notando como el aire va hinchando tu abdomen, tórax y cláviculas.
Para espirar sigue el orden inverso. Descendiendo del pecho al tórax y de ahí al abdomen.
Con este ejercicio habrás realizado una respiración yóguica completa.
El ritmo de la respiración y su efecto en nuestro cuerpo y nuestra mente
Las técnicas de respiración tienen un efecto directo, como bien decíamos al principio del artículo, sobre nuestro cuerpo y nuestra mente.
El ritmo tiene un papel protagonista.
Si queremos mejorar nuestra vitalidad y nuestra energía deberemos llevar a cabo técnicas de respiración poniendo el foco en la espiración. Haciendo inspiraciones lentas y espiraciones más cortas y potentes.
Para tranquilizarnos realizaremos técnicas de respiración basadas en la inspiración. Donde tomemos el aire de forma más rápida y profunda y la espiración sea más lenta.
Para armonizar las técnicas de respiración buscarán el equilibrio, con la misma duración y potencia en inspiración y espiración.
Hay que aclarar que la respiración yóguica no trata de “crear” una nueva forma de respiración, sino de recuperar la respiración natural del ser humano libre de tensiones y bloqueos.
Respiración y Meditación
En nuestra serie “Aprender a meditar” hemos hablado de los diferentes tipos de meditación existentes.
La respiración es tan importante para la meditación que es uno de los hilos comunes que tienen todos esos tipos de meditación diferentes.
La respiración es algo básico en cualquier tipo de meditación porque:
Realizar ejercicios o técnicas de respiración nos relaja y nos dispone para prepararnos a meditar.
Respirar bien es básico para meditar. Por eso las posturas de meditación básicas siempre deben cumplir con la premisa de mantener la espalda recta para favorecer la respiración y que no haya nada que bloquee su flujo natural.
La respiración yóguica o respiración completa induce al estado meditativo.
La respiración es el lazo que une el mundo exterior con nuestro mundo interior. Tomamos el aire de fuera y lo llevamos dentro de nosotros. Es nuestro cordon umbilical espiritual, que une nuestro ser con el resto del universo.
La respiración es el recuerdo más vivo del “hoy y ahora“. Si quieres mantener el mindfulness y vivir con atención plena la respiración es tu ancla.
Espero que te haya gustado este artículo sobre técnicas de meditación y sobre todo que te haya resultado útil. Vivir mejor es posible, ahora solo depende de ti. Namaste.
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