En este link, podéis leer el artículo original. Vale la pena. Aquí extraemos unas ideas del texto.
Un alimento funcional es aquel que, con independencia del aporte de nutrientes, ha demostrado científicamente que afecta beneficiosamente a una o varias funciones del organismo.
Con una alimentación variada y equilibrada, no son necesarios los alimentos funcionales como recomendación específica. Éstos están recomendados en algunos problemas de salud concretos. Tomarlos no es perjudicial para la salud: lo que es perjudicial es una mala alimentación.
Muchos de los alimentos que tomamos habitualmente son funcionales, y sustituir éstos por los funcionales es un error cuando no haya una indicación del profesional sanitario.
La industria alimentaria ha hecho campañas que a veces son confusas para el consumidor.
Como indica la profesora Carmen Vidal Carou, catedrática de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Barcelona, "los alimentos funcionales no son una panacea y no deberían ser un recurso fácil para compensar dietas inadecuadas o insuficientes, aunque pueda ser más cómodo consumir un alimento funcional que dedicar la debida atención al conjunto de la dieta."