¿Vemos algunos?
Nos vamos adentrando en la temporada estival y parece que nuestro ánimo por esforzarnos para vernos mejor decae algo... Quizás ya nos hemos acostumbrado a nuestra imagen en bañador tras superar la dura prueba de vernos bajo las siempre desfavorecedoras luces del probador (¿por qué no solucionaran eso en las tiendas?) y darnos cuenta de que tampoco en la playa y la piscina los cuerpos que abundan son los que vemos en las revistas.
Pero ¿es esto razón para que dejemos de comer bien y echemos por tierra el trabajo de meses? Creo que no vale la pena que pierdas los buenos hábitos que ya has adquirido, ya que el verano puede ser un buen aliado para bajar de peso al darnos más tiempo libre y días más largos para dedicar a hacer algo de ejercicio y liberarnos en parte del estrés cotidiano que tanto nos empuja a comer. Además, también pueden ser aliados tuyos estos pequeños trucos:Recuerda tu porqué
Todos tenemos un porqué cuando empezamos una dieta. Puede ser que tengas que acudir a una boda en dos meses, o que tu médico te ha puesto un ultimatum antes de empezar con la medicación para el colesterol o simplemente quieres volver a verte como hace unos años. Sea cual sea tu porqué escríbelo en letras mayúsculas y, junto a él, todas aquellas cosas positivas que traerá consigo el conseguirlo. Pon recordatorios con tu porqué en sitios que veas a menudo como la puerta de la nevera, el espejo del baño o tu agenda.No es "no puedo", sino "no quiero"
Cuando se nos ofrece la oportunidad de comer o beber algo que sabemos que no nos va a hacer ningún bien, es mejor pensar (o decir, si es alguien quien nos lo ofrece) "no quiero" (si lo vas a pronunciar, mejor añade un "gracias"), que "no puedo".
El "no puedo" nos frustra, parece que es algo que nos impone alguien o algo externo. Sin embargo el "no quiero" expresa tu voluntad, guiada por un objetivo que quieres conseguir y, por tanto, inamovible.
Ojos que no ven...
"...estómago que no siente", deberíamos añadir en nuestra versión modificada del conocido refrán. Y es así. Es difícil no picar un trocito de bizcocho si cada vez que entramos en la cocina lo vemos tan apetecible encima de la mesa. Y lo mismo ocurre si cuando abrimos la nevera (el 99% de las veces sin verdadera necesidad) en primer término encontramos embutidos, dulces, chocolate,...
Intenta que tu nevera no boicotee tu dieta y guarda aquellos alimentos que no
Ya todos los que venís a consulta sabéis que tenemos un día a la semana libre "pero con fundamento". Ese día podemos comer alguno de aquellos alimentos que no tomamos el resto de la semana y la razón es que es muy difícil privarnos de algunas cosas que nos gustan el 100% del
tiempo.
Si yo te digo que en todo el verano no vas a tomar helados o que no volverás a probar el chocolate hasta que recuperes un peso saludable, te agobiarás mucho más que si sabes que cada semana vas a tener un día para darte un capricho (si el resto de la semana te has portado bien...). A veces ni siquiera necesitarás ese capricho, pero el saber que puedes hacerlo facilita mucho las cosas, te lo aseguro.Ataques de ¿hambre?
Cuando tengas lo que parece ser un ataque de hambre, pregúntate cuánto hace que comiste; si han pasado menos de 3 horas plantéate de verdad si es hambre o más bien aburrimiento, ansiedad o incluso sed. Empieza por beber un vaso grande de agua y cambia de escenario: asómate un rato a la ventana, hazle un poquito de caso al perro, ordena rápidamente ese cajón donde cada día cuesta más encontrar algo o, ideal, vete a dar una vuelta. Verás como si distraes la mente durante 10-15 minutos el ataque de hambre pasa y además te habrás acercado un poco más a la hora de una de las 5 ingestas que debes hacer al día.Cuando comas, sólo come
Estamos muy acostumbrados a comer mientras realizamos otras actividades, de forma que no prestamos atención a lo que comemos y lo que es más importante cuánto comemos. Además, si acostumbras a realizar tus comidas mientras ves la tele, mientras lees, mientras conduces o mientras tomas el sol en la playa, por poner algunos ejemplos, cada vez que iniciemos una de estas actividades tendremos un reflejo condicionado que nos llevará a comer si necesidad.
Otro problema cuando comemos haciendo algo que nos gusta, como ver nuestro programa favorito en la tele, es que alargamos la comida para pasar más tiempo disfrutando de él, con lo que comemos más que si la tele solo la pudiéramos encender cuando hubiéramos terminado del todo con la comida ¿no crees?Disfruta de la comida
Date tiempo para comer, hazlo despacio, en un lugar agradable y sentado con la mesa puesta. Pon toda tu atención en lo que estás haciendo y saborea esa nueva receta que has preparado. Sí, has leído bien, nueva receta, porque comer sano no está reñido con comer bien y, si eres de los que viene a consulta, habrás desterrado hace tiempo la idea de que una dieta equivale a pechuga y pescado a la plancha con insípidas verduras o interminables cuencos de lechuga "al natural".
Ya sabes que el el blog tenemos muchas recetas recogidas de aquí y de allá así como compartidas por vosotros con las que vamos elaborando los menús de cada semana. Pero te invito a que innoves tú también; "tunea" platos de siempre de forma que sean menos calóricos y más sanos o inventa tus propias recetas para que sigas disfrutando del placer de comer aunque estés cuidándote.
¡Ah! Y no olvides compartir tus recetas con nosotros. Las incorporaré al blog y así podremos saborearlas todos.
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