Desde hace algunos años que me he interesado por el tema y he leído libros de lo más variopintos. Desde los que tratan el tema de la dieta como algo que se hace única y exclusivamente cuando uno está enfermo, a los que consideran que es un pecado mortal comer tal o cual cosa.
Gracias a leer tantos y tan distintos volúmenes con puntos de vista tan dispares, a los libros de antropología y a mis experiencias personales con compañeros de piso con las ideas más opuestas (carnívoros convencidos, vegetarianos ovolacteos, veganos, paleos, compañeros que solo comían para sobrevivir sin importar lo que fuera o de donde viniera, estudiantes que se alimentaban a base de macarrones debido a la economía, freegans...)
He llegado a distintas conclusiones, adaptadas a mi persona, que creo que pueden ser de utilidad a quien aún no ha decidido cuál debe ser su método de alimentación ideal.
Desayuno. Pintura al temple de Paula Modersohn-Becker
Ahí van algunos consejos que yo seguí para decidir que alimentación me convenía elegir:
No todas las personas somos iguales y lo que a unos les puede sentar muy bien a otros les puede causar malestar, pesadez o incluso problemas a largo plazo; por lo que siempre a la hora de escoger una alimentación adecuada a nuestras necesidades debemos escuchar como ultima palabra lo que nos dice nuestro cuerpo. En ocasiones es difícil aprender a escucharnos, pero con perseverancia, voluntad y unos pequeños trucos todos podemos volver a enterarnos de lo que nuestro cuerpo nos expresa.
Los ajetes son un complemento ideal para la temporada de primavera.
Podemos llevar un diario de alimentación, con lo que comemos cada día y con nuestras sensaciones internas y externas: como nos sentimos de ánimo, si tenemos algún dolor recurrente (cabeza, estómago, etc), nuestro ritmo intestinal... Esto nos puede dar una idea de lo que nos sienta mal. Por ejemplo, yo tengo asociadas las migrañas a la carne de cerdo procesada, al ver esto reflejado varias veces en mi diario personal decidí eliminar por completo este tipo de carne de mi dieta durante una temporada y al no tener migrañas de manera tan habitual deduje que uno de los factores era ese mismo, ahora solo las tengo en determinadas ocasiones cuando hace excesivo calor o hay una luz extremadamente blanca. Pero puedo contar con los dedos de las manos las veces que me pasa esto al año, no como antes, que era una constante semanal.
Lo normal no es sentir sensación de pesadez después de comer, lo mejor es comer para saciar el hambre, pero dejando siempre un "hueco" para el postre. Los yoguins dicen que siempre debes de quedarte "con hambre", tampoco es eso, pero lo que no debemos hacer por regla general es sobrecargar nuestro estómago, pues tendremos una digestión pesada y estaremos obligando a nuestro sistema digestivo a trabajar más de lo necesario.
Otro tipo de desayuno CC BY 2.0 Fuente
Es importante comer cuando se tiene apetito, pues es cuando realmente el cuerpo lo necesita, por eso nos lo pide con la sensación de hambre. Lo normal en nuestra sociedad es comer en los horarios estipulados, se desayuna, se come, (se merienda) y se cena a las horas que se debe hacer, sin importar mucho si realmente se tiene hambre o no... Los horarios de trabajo/estudios de las personas hoy día son muy dispares, no es lo mismo levantarse a las 6 de la mañana, que a las 8, las 10... o tener turno de noche. Por eso creo que es tan importante alimentarse cuando nuestro cuerpo nos lo pide y no cuando 'es la hora'.
No todas las personas tenemos las mismas necesidades ni el mismo metabolismo, por lo que lo mejor es experimentar sobre nuestro propio cuerpo y no compararnos con los demás, si no lo más seguro es que nos desanimemos antes de empezar... Esto influye no solo en como se acumulan las grasas en nuestro cuerpo, si no también en los ritmos y la regularidad de las comidas:
En casa yo suelo desayunar una infusión de hierbas, si tengo que hacer algún esfuerzo por la mañana la acompaño de algo sólido, si no, para mi es suficiente, luego a la hora de comer el menú se compone de un 90% de verduras de temporada, a veces acompañadas de carne, queso, huevos... Y para la cena algo ligero como un yogur, kefir, algo de fruta... Esta es mi fórmula, a excepción de los días en los que voy a hacer caminatas o se que necesito un aporte extra de energía, con una comida abundante al día tengo más que suficiente, duermo bien, no me siento pesada y mi cuerpo me lo agradece.
Sergi sin embargo se encuentra mejor comiendo varias veces al día en poca cantidad, sobre todo los días que vamos al gimnasio, además a él le va genial una pieza cargada de carbohidratos cuando hace esfuerzos extra (galletas, bizcocho, un sandwich, etc.) La comida del medio día es similar a la mía, normalmente con más cantidad, pero el suele merendar y hacer una cena ligera.
Debemos de investigar más a fondo sobre los alimentos: como funcionan en el organismo a nivel interno, que tipo de nutrientes nos aportan, en que época podemos consumirlos frescos, etc. Esta es una de las cosas que nos puede resultar más tediosa, ya que hay muchísima información, pero que a la larga nos vendrá de perlas para poder elaborar una dieta sana y rica en nutrientes a lo largo de todo el año.
Rueda de los alimentos por David Lorenzana - Wikipedia CC BY-SA 2.5
No todos los alimentos nos aportan lo mismo, por regla general los alimentos frescos y crudos como verduras y frutas aportan vitaminas, los cocinados mantienen los minerales intactos, pero a mayor cocción más propiedades se van perdiendo. Yo siempre que puedo aprovecho para añadir algo crudo de temporada en los menús.
Las proteínas no se encuentran solo en las carnes, pescados y huevos, existen proteínas de origen vegetal muy importantes que no se nos tienen que olvidar, sobre todo las personas que opten por una alimentación vegana o vegetariana, podemos encontrar proteínas vegetales en las legumbres, verduras de hoja verde (espinacas, coles, acelgas...), las algas, los frutos secos, setas y hongos...
Las ensaladas templadas son una buena opción para combinar nutrientes en nuestros menús diarios
Y para terminar esta pequeña introducción, pues hay muchos temas de los que hablar y en los que centrarnos más profundamente decir que comer alimentos de temporada y evitar los alimentos procesados son dos de los pasos más importantes, a mi parecer, que debemos seguir para llevar una dieta saludable.
Poco a poco iremos ampliando el tema en el blog, con ejemplos y citando biografía, para que vosotros también podáis aprender y sacar vuestras propias conclusiones.