Síntomas de Adicción a las Redes Sociales.
Algunos de los síntomas que mejor expresan la posible adicción, son, entre otros:
La negativa de irte de fin de semana si no es llevándote el ordenador portátil
Si lo primero que haces al levantarte es encender el ordenador para conectarte a alguna red social, o si es excesivo el tiempo que se pasa actualizando para ver si hay nuevas notificaciones.
Si en la vida real tienes menos amigos que los que tienes online.
Compruebas desde la cama antes de irte a dormir tanto Facebook, como Twitter o Instagram para ver las últimas actualizaciones.
Tuiteas desde el móvil mientras vas andando por la calle.
Compruebas tus cuentas más de 20 veces al día y lo haces continuamente.
Te siente raro cuando pasas más de un día sin estar en el ordenador y sin ver que ocurre en las redes.
¿Cómo Superar la Adicción a las Redes Sociales?
Las redes sociales son una realidad tan vital como la propia vida y lo importante de estos medios es el uso que se hace de ellos. Un uso positivo puede abrirte muchas puertas desde el punto de vista profesional, al ser un canal con el que reforzar la marca personal, pero también, en el plano personal, al poder estar en contacto con tus seres queridos y amigos. Sin embargo, las redes sociales también pueden desvirtuar la realidad personal de un ser humano cuando se compara constantemente con aquello que otros publican o cuando idealiza la vida de los demás desde el escaparate exterior.
¿Cómo frenar la dependencia tecnológica?
Para superar la adicción a las redes sociales, en primer lugar:
debes vivir tu propia vida, sabiendo que en general, los momentos realmente felices no se comparten en Facebook por la sencilla razón de que cuando estás viviendo algo plenamente te olvidas de ese detalle.
Por otra parte, también es saludable que:
por activa que sea una persona en redes sociales, guarde espacio para su propia intimidad.
Para superar la adicción en redes sociales, en primer lugar, debes reflexionar sobre cuánto tiempo pasas en tu semana pegado a una pantalla, ya sea la televisión, el móvil (¿Somos ADICTOS al MÓVIL?) o el ordenador.
¿Cuántas horas vives este contacto?
A partir de allí, es importante que busques nuevas estrategias de desarrollo personal para ampliar la mirada. Por ejemplo,
es recomendable practicar actividades al aire libre, hacer deporte, asistir a cursos, practicar algún hobby…
La dependencia de las redes sociales es menor cuando te implicas en ocupaciones que te ilusionan y cuando comienzas a acostumbrarte a salir de casa sin llevar el teléfono a todos los sitios. En un primer momento, esto te va a producir cierta ansiedad, sin embargo, luego lo vivirás como una emoción de libertad por el puro efecto del entrenamiento y la costumbre a esa situación nueva. Se trata de dejar atrás ciertos hábitos para iniciar otros nuevos que son mejores para ti.
Tu valor no se reduce a un “like”. Ni el lenguaje de las redes sociales se ajusta de verdad a la realidad emocional del ser humano. Alguien puede tener infinitos amigos en Facebook pero pocas amistades en la realidad. Es curioso cómo alguien puede tener contactos con los que nunca queda a tomar un café, incluso siendo contactos de un entorno próximo.
Otra situación que puede incrementar la dependencia hacia las redes sociales es vivir una ruptura de pareja y utilizar las redes sociales como un medio para estar informado de todo aquello que hace el ex en esta etapa. En este tipo de situación, la mejor decisión es romper el contacto a través de este canal para poder olvidar y pasar página. De lo contrario, la dependencia va en aumento.
Utiliza las redes sociales con un fin constructivo, centrado en todo lo que te aporta. Pero en el momento en el que tus hábitos se convierten en una resta, entonces, es mejor pasar página, hacer ajustes para encontrar el equilibrio.