El corazón es nuestro músculo más importante, y es esencial cuidarlo. Una dieta variada, en la que se controla el consumo de grasas animales, combinada con algo de ejercicio diario deberían ser suficientes para asegurar una buena salud cardíaca.
A pesar de ello, factores genéticos, la edad o situaciones de estrés pueden afectar al corazón, y reflejarse en forma de aumento de la presión arterial o del colesterol. En este caso, conviene buscar asesoramiento profesional.
El aceite de pescado y el aceite de krill son los alimentos que están muy de moda por su aporte de omega 3. Seguro que en alguna ocasión habéis oído hablar de ellos, pero ¿sabéis cuál de ellos es más efectivo y cómo consumirlos?
El aceite de pescado es la grasa del pescado y se encuentra, sobre todo en el pescado azul. Peces como el salmón o el atún tienen hasta un 30% de ácidos grasos omega 3.
El aceite de pescado se puede consumir de forma natural con el pescado. De hecho, en pacientes con problemas de triglicéridos se recomienda un aumento de la ingesta semanal de pescado, y una reducción de la ingesta de carne, rica en grasas animales. La cocción al vapor o a la plancha son las mejores opciones para aprovechar el aceite de pescado, con sus muchos beneficios.
El aceite de pescado también se encuentra en suplementos alimentarios para la reducción del colesterol. Llevar un dieta que incluya el consumo periódico de pescados ricos en aceite, hará que los efectos de este tipo de suplementos sean poco notables, y por lo tanto innecesarios. Es importante señalar que la ingesta diaria de omega 3 es necesaria durante todas las etapas de la vida, para mantener y prevenir las enfermedades cardiacas. Aunque la ingesta de pescado de forma natural es la forma más recomendable de consumir el omega 3 necesario, los suplementos serán recomendados por especialistas cuando unos datos hayan revelado niveles altos de triglicéridos.
El krill es un crustáceo marino que vive en zonas antárticas. Sus reducidas dimensiones, de apenas unos 2 cm. hacen que no se puedan aprovechar para el consumo humano en forma de alimentos, aunque son parte de la dieta de muchos animales marinos. En los últimos años, ha aparecido un producto elaborado a partir de este crustáceo y que se presenta como ?milagroso? a la hora de aportar omega 3 y otros nutrientes esenciales para la salud cardíaca. Si bien es cierto que el krill es beneficioso, este producto solo se vende a través de suplementos y medicinas.
Existen muchos estudios acerca de los beneficios del krill, y en ellos se habla de los beneficios del omega 3 para el corazón, para el cerebro, y para muchas enfermedades sanguíneas y cardíacas. Pero buscando estudios distintos de uno y otro tipo de aceites, la conclusión es que el aceite de pescado tiene un mayor porcentaje de omega 3, que puede llegar al 30%, pero el aceite de krill tiene fosfolípidos, que también contribuyen a la salud cardíaca.
Los alérgenos del marisco y el hecho de que el krill solo se pueda consumir como suplemento, hacen que la mayor parte de los expertos animen a consumir aceite de pescado para reducir el colesterol.
Si en los análisis os ha dado colesterol alto, seguro que vuestro médico de confianza os ha aconsejado dejar las chuletas y el embutido y apostar por las sardinas. Pero, el sector del pescado y el marisco está lleno de sabrosas propuestas ricas en omega 3. ¡También en crustáceos!
Si queréis incluir omega 3 en tu dieta, podéis apostar por crustáceos como las vieiras, los mejillones y las almejas. Si se combinan con pescados como el atún o el salmón, seguro que así podréis mantener a raya el colesterol.