El insomnio o esa gran dificultad que muchos tenemos para quedarnos dormidos es uno de los trastornos del sueños más habituales en todo el mundo, un problema que de no saber ponerle solución, acaba afectando a nuestro rendimiento, el ánimo e incluso nuestro peso.
Las causas más habituales detrás de este trastorno del sueño son el estrés y la depresión, por lo que es importante que tratemos de poner solución a esto cuanto antes para combatirlo de la mejor manera posible. No obstante, el insomnio también puede venir provocado por otros muchos hábitos que además de perjudicar nuestro sueño, pueden provocar un aumento de nuestro peso. ¿Quieres conocer cuáles son esos hábitos perjudiciales? Aquí te dejamos la lista:
Hábitos nocturnos poco saludables
No dormir lo suficiente
No dormir las horas que nuestro cuerpo necesita tiene una repercusión directa sobre nuestro rendimiento y nuestra salud. Además de ello, ralentiza nuestro metabolismo, aumenta los niveles de cortisol (al igual que el estrés) y nos sentiremos cansados durante todo el día. Dormir entre 7 y 8 horas es lo más sano.
Cenas copiosas
Hay un refrán que dice que debemos desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo, y no puede tener más razón. Si cenamos mucho no sólo estaremos contribuyendo a acumular más grasa, debido a que el metabolismo es más lento a esas horas, sino que además estaremos favoreciendo la aparición de digestiones pesadas y todo lo que ello acarrea: dolores abdominales, gases o acidez estomacal.
Que tu cena sea ligera y rica en verduras y proteínas (por ejemplo pollo a la plancha).
Acostarnos recién comidos
Un hábito muy poco saludable ya que ralentizamos la digestión y favoreceremos la aparición de pesadez estomacal una vez nos despertamos. Espera entre 1 y 2 horas antes de acostarte.
Cenar frituras
Los fritos nunca son especialmente saludables, pero por la noche el perjuicio es mucho mayor, ya que nos aportan una cantidad de grasas y calorías que no quemaremos. Opta mejor por alimentos al horno, al vapor o a la plancha.
Cenar alimentos ricos en hidratos de carbono
Al igual que sucede con los fritos, nos aportan una cantidad de calorías que no vamos a gastar, por lo que nuestro cuerpo la almacenará en forma de grasas.
Tomar pasteles o bollería como postre
Tanto el azúcar que nos aportan como las calorías nos sobran por la noche, por lo que se acumularán como grasa. Opta mejor por frutas o yogures naturales.
Saltarnos la cena
Otro hábito bastante habitual que aunque pueda parecer positivo si lo que queremos es bajar de peso, es una de las peores opciones que podemos tomar, ya que no sólo ralentizaremos nuestro metabolismo, sino que provocaremos que nuestro cuerpo entre en estado de "reserva de energía" acumulando grasas. Además puede provocarnos ansiedad así como pérdida de musculatura y aumento de la flacidez.
Usar el ordenador o el móvil antes de acostarnos
Una acción muy habitual que perjudica enormemente nuestro sueño y con ello nuestro metabolismo, tanto por las ondas como por la luz que emiten estos aparatos. Desconéctate de ellos al menos una hora antes de meterte en la cama y opta mejor por un buen libro o música para relajarte después de un ajetreado día.
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