Si intentar llegar a todo en todos los aspectos de tu vida (trabajo, familia, vida personal, salud, vida social) a veces te supera y el estrés se adueña de ti, tengo algo que te va a gustar. Mis trucos para manejarlo y salir airos@ de las situaciones más tensas. De nada.
Los que me leéis desde hace tiempo sabéis que mi vida transcurre entre Löwe en Granada y Suite en Madrid. Vivir en un sitio y estar cada dos semanas unos cuantos días en el otro, llevar las RRSS y otras cuestiones de dos negocios, mi casa y mi vida personal, un blog que actualizo tres veces a la semana y todo lo que intento aprender en Internet (a través de cursos y webs gratuitas) no es poco agobiante. Así que, si alguien sabe de estrés, ésa soy yo.
Sin embargo, nadie lo diría viéndome. Me consta que aparento ser la persona más zen y tranquila del mundo. Pero, a parte de que la procesión va por dentro y no se me nota cuando el estrés se apodera de mí, tengo unos trucos para manejarlo que quiero compartir con vosotros. Además, sirven también cuando sentimos que vamos a tener el mayor cabreo del mundo y preferimos controlarlo. ¡Bonus! Aquí los tenéis:
Respira. Esta técnica la habrás oído mil veces, pero es que es realmente efectiva. Cuando nos concentramos en respirar profundamente, inspirando y espirando bien, no sólo hacemos que nuestras pulsaciones bajen y nos llegue más oxígeno al cerebro y los tejidos, sino que desviaremos nuestra atención del foco del estrés y conseguiremos disminuirlo. Por algo las técnicas de relajación y meditación se basan en la respiración. Para un momento, cierra los ojos, y centra tu atención en tomar aire profundamente por la nariz. Reténlo unos segundos y luego expúlsalo también por la nariz lentamente. Repite esto varias veces, hasta que notes que tu corazón late más despacio.
Cuenta hasta 10. Otra técnica muy utilizada y comentada. Sobretodo sirve para cuando estás cabread@, pero también para aliviar la tensión, porque hace que desvíes tu atención mientras cuentas. Eso sí, hazlo despacio...
Junta las yemas de los dedos pulgar e índice de una mano. Sepáralas como si entre ellas hubiera una canica. Concéntrate en esa bola imaginaria. Este truco también es perfecto cuando tienes ganas de llorar y quieres evitarlo...
Canta(te). Concentrar tu atención en una canción la desviará de lo que te está estresando. Si es una canción lenta, mejor. Además, eso también hará bajar tu ritmo de respiración. Es más, a mí a veces hasta me sirve cantarme una nana (en mi cabeza, claro, no me voy a poner a cantar en medio del bar lleno de gente, ni siquiera en voz baja, que parecería que se me ha ido la pinza).
Da un paseo. Alejarte físicamente del lugar en el que estás experimentando la tensión te ayudará a tomar perspectiva de la situación, aparte de que ver otras cosas te distraerá aunque sea momentáneamente. Esto sirve también si estás en casa o en el trabajo. Levántate y ve a otra habitación, anda por el pasillo, mira por la ventana...
Estírate. Nada mejor para aliviar la tensión y el estrés que estirar el cuello, los brazos, la espalda, la zona abdominal... Puedes hacerlo sentad@ si no puedes levantarte, el caso es concentrarte en ello. Verás cómo también disminuye el ritmo de tu respiración y, por tanto, te relajas,
Haz ejercicio. El deporte es la mejor medicina contra el estrés. Libera endorfinas, te hace concentrarte en otra cosa, lleva oxígeno al cerebro y los tejidos... Además, aprovecharás la energía que te da el estrés para levantar más peso o correr más rápido. ;)
Todos estos trucos, por cierto, sirven también para dormir mejor o conseguir conciliar el sueño cuando tenemos insomnio ocasional (salvo que, en el caso de hacer ejercicio, debe ser al menos dos horas antes de irnos a la cama).
¿Qué os parecen? ¿Alguno que ya pongáis en práctica? ¿Alguno que añadir?
PD: ¿Habéis visto las letras tan chulas que he usado para la foto del post? Podéis conseguirlas gratis (junto a otros muchos recursos) aquí y aquí.