El trabjador no es una máquina, sin embargo, a veces se siente como tal, alienado en sus propias funciones como ya explicó Marx, cuando el beneficio pesa más que el propio cuidado de las personas en una empresa. Existen factores que dependen del propio trabajador, sin embargo, también existen otros que dependen de la propia filosofía corporativa.
Es decir, las pequeñas y grandes empresas también deberían reflexionar sobre qué medidas propician para motivar a los trabajadores. ¿Cuáles son los factores de riesgo del síndrome del quemado?
1. Pagar poco y exigir mucho
Muchos trabajadores tienen una percepción de insatisfacción al observar un gran desequilibrio entre las exigencias a las que son sometidos, y el salario que perciben por sus funciones. Unas malas condiciones de empleo propician trabajadores que, a la larga, se sienten quemados por un esfuerzo que no obtiene una recompensa equitativa.
2. El estrés
El ritmo de trabajo y la sobreexigencia pueden derivar en un ambiente en el que el estrés se convierte en un ingrediente habitual. Esta circunstancia debilita la mente del trabajador que tiene que hacer un sobreesfurezo constante para adaptarse al ritmo en un contexto en el que la prisa parece lo determinante.
3. Individualismo
No se trabaja en equipo por el simple hecho de que una empresa esté integrada por un grupo. Un grupo puede estar condicionado por profesionales individualistas que compiten entre sí, rivalizan o tienen problemas de comunicación. Muchos de los sufrimientos emocionales del ámbito profesional tienen que ver con este punto. Un clima laboral negativo propicia en los trabajadores el deseo de marcharse a una nueva empresa.
4. El miedo
En ocasiones, el trabajador no es feliz en aquel puesto de empleo que desarrolla, sin embargo, el miedo a la incertidumbre de no encontrar una oportunidad mejor, le lleva a permanecer anclado en una posición en la que se siente acomodado pero infeliz. Y esta insatisfacción vivida un día tras otro, roba energía de un modo inevitable.
5. Ruptura de sueños de juventud
Tanto esfuerzo, tanto estudio y tanta preparación para luego, tener que asumir trabajos por unas condiciones que obligan al profesional a rebajar sus expectativas y a dejar atrás pensamientos de optimismo y desarrollo profesional que realmente siente que no podrá llevar a la práctica.
La lucha constante entre los propios deseos y los límites que impone la realidad pueden generar una lucha interior constante en aquel que más allá de saberse libre, también siente que está muy condicionado por la realidad del momento.
6. Falta de motivación externa
Muchos trabajadores ya no recuerdan cuándo fue el último momento en el que recibieron un feedback positivo por parte de su jefe. Sin embargo, sí recuerdan cuándo les fue comunicada la última crítica. Esta ausencia de reconocimiento, acompañado por una corrección centrada en la crítica, hace sentir al trabajador que la empresa solo se fija en sus errores pero no valora sus aciertos.
¿Con cuál de estos puntos te sientes identificado como empleado?