La elección entre un tipo u otro va a depender del estado físico y de los objetivos que te plantees. Si te encuentras en el caso de que nunca antes hayas practicado Pilates, los expertos aconsejan que es mejor empezar con las máquinas para ir conociendo el método.
Si vamos a la raíz del Pilates, lo cierto es que fue concebido para practicarse de esta forma y colaborar en la rehabilitación de las lesiones, para después ir alternando los dos tipos de entrenamiento.
Si sufres un tipo de lesión patología o precisas de rehabilitación: en este caso las máquinas nos permiten poder hacer un ejercicio menos exigente y que se adaptarán a cada una de las necesidades.
Por ejemplo, si no puedes mover una pierna, no quiere decir que no vas a poder hacer otros ejercicios. Lo que hay que tener claro es que puedes tener otras opciones siempre respetando la autonomía que pueden tener las personas.
Si deseas entrenar fuerte: aquí las máquinas de Pilates suponen todo un reto con sus cargas y ángulos imposibles. Todo ello lo que nos ofrece un catálogo de ejercicios nuevos que no podríamos hacer de otra forma. En estos casos podemos hacer pruebas con, por ejemplo, Reformer, que es una máquina de Pilates. Con ella se llegan a realizar más de 80 ejercicios donde se pueden trabajar zonas del cuerpo como las caderas, piernas, abdomen, pecho y aumentar la flexibilidad de la espalda. La utilizan muchos lo bailarines para mejorar el estado físico cuando llevan muchas horas entrenando.
Estimulación de cuerpo y mente: una manera de lo más inspiradora de hacer ejercicios, siendo un verdadero reto para el cuerpo y que se despierten sensaciones nuevas en nosotros. El yoga y demás técnicas suelen prestar muchísima atención a la respiración. No nos olvidemos que también atienden de manera importante a la respiración. Pilares trabaja también la concentración, lo que ayudará a que se reduzca el estrés.
Una de las soluciones mejores para los dolores de espalda: Pilates máquinas ayudan a que se adopte una postura mejor para que así se acomode el cuerpo para que no quede forzado a la hora de adoptar una postura mejor y así acomodar el cuerpo para que no forzarlo realmente cuando se hagan los ejercicios en cuestión. Cuando, por ejemplo, los hombres están bien colocados va a costar menos ejercitarse en máquinas como por ejemplo el Barril. Con esta máquina la finalidad es ayudar a que se favorezca el estiramiento de la columna vertebral para que así se fortalezca la musculatura de la espalda algo que incide de forma directa sobre las posturas que se tomen. Este equipo también lo podemos ver cuando se realizan una serie de ejercicios de equilibrio y donde es una opción a considerar para comenzar un programa de máquinas de Pilates
Permite que se trabaje la zona pélvica: en muchas ocasiones se hala de lo importante que es fortalecer la musculatura de suelo pélvico, que puede llegar a sufrir en la práctica de otros ejercicios que producen gran impacto, caso del running o levantar pesas, o también por el paso inexorable del tiempo. Para hacer ejercicios de forma específicos en esta zona, vas a poder usar otra máquina como la Silla, la cual se ideó para poder trabajar glúteos y la zona pélvica. Además, también posibilita que se ejerciten las dorsales, hombros, trapecio y mejorará su coordinación.
Como puedes ver, el Pilates es posible trabajarlo de forma eficaz con las máquinas existentes. Hablamos de un sector que lleva años de estudios y de evolución y que realmente merece la pena tener en cuenta por su gran efectividad y los grandes beneficios que suponen para nuestro cuerpo, algo que siempre hay que tener en cuenta y que deberemos acompañar de una rutina de ejercicios.
Esperamos desde aquí que te pongas manos a la obra, pues los beneficios realmente merecen la pena.