Sí, los psicólogos siempre estamos con la felicidad en la boca, pero como muchas veces no funciona lo que queremos transmitir, voy a hacer lo contrario, puesto que, estoy seguro, muchos se van a sentir identificados.
Pues nada, aquí os dejo 5 maneras de ser infeliz.
1. Haz lo que desean los demás
Imprescindible. Seguro que has estado toda tu vida haciendo lo que querían tus padres, los profesores o cualquier persona a la que solicitabas su atención. Pues bien, sigue así.
Ni se te ocurra averiguar qué necesitas para desarrollarte como persona. Si tienes tentaciones de hacerlo, pregunta o supón cómo le gustaría a tu pareja, familiar o amigo que fueras o te comportaras y ponte a ello. Y sobre todo, si te sientes mal, siempre hay salidas de emergencia en forma de botellas, pastillas o gritos.
2. Conviértete en víctima
¿Te has dado cuenta de lo “calentito” que se siente uno cuando se considera una víctima? No estoy hablando del caso en que lo somos realmente debido a una afrenta o una injusticia.
Me estoy refiriendo a, una vez pasado el dolor, seguir siendo los “pobrecillos” que tenemos mala suerte, ser los gafes o los desgraciados a los que nada les sale bien.
Si tu objetivo es ser realmente infeliz, no salgas de esta situación; perderás amigos y tus relaciones se resentirán, pero conseguirás que siempre haya alguien a tu lado del que te podrás aprovechar y succionarle su energía. Ya hablamos de los vampiros energéticos en:
¿ERES UN VAMPIRO ENERGÉTICO? 7 RASGOS CARACTERÍSTICOS
3. No perdones ni pidas perdón
¡Uy! Esta es muy, pero que muy importante, ¿qué es eso de perdonar o pedir perdón? Está claro que si alguien te hace daño, es porque es mala persona y ha querido fastidiarte con todo su odio, y en el caso de pedir perdón, que no se hubieran comportado como lo hicieron previamente.
El orgullo endurece y nos hace protegernos ante los demás, que no son de fiar. No salgas de esta situación, la menor duda te puede hacer ver que los demás también son personas con sus defectos y errores y quizás puedas llegar a entenderlos y ponerte en su lugar, y así, no se consigue ser infeliz.
4. Odia y maldice
Ya hemos dicho que los demás no son de fiar y que siempre están pendientes de a ver por dónde nos pueden hacer el mayor daño posible, y dime que no es cierto. ¿Te acuerdas de cuando eras adolescente lo que te hizo pasar ese/a amigo/a? ¿Y luego, cuando estuviste con aquella pareja, el dolor que te hizo pasar? Tienes pruebas objetivas de que efectivamente la gente es mala. Odiando y hablando mal de los demás te hará sentir que tú sí que eres buena persona, aunque en el fondo tengas tus más y tus menos.
5. No escuches tus sueños
Y por supuesto, ni se te ocurra luchar por tus sueños; es más, deja de creer que los tienes. Toma una actitud cínica y no escuches esas voces que en tu interior te dicen que cambies, puesto que en el fondo no dejan de ser una moda que antes monopolizaba la religión y actualmente la new age, la psicología o el coaching.
La libertad para elegir es una falacia ya que solo somos física y química y, por tanto, máquinas que estamos a expensas de fuerzas que no controlamos, aunque no sepamos cuál de estas fuerzas te ha hecho llegar a leer hasta aquí.
Ahora, continúa buscando algo por internet y no te plantees nada de lo dicho hasta aquí, no vaya a ser que se te trastoque todo y quieras ser feliz.