10 objetivos vitales
1. La amistad. Sin duda, comenzamos a experimentar el valor de las relaciones personales en nuestros primeros años de vida, con los juegos en el parque, en la guardería o en el colegio. Y la amistad también alarga la juventud de las personas en la tercera edad. Hacer amigos de alma es un buen propósito de felicidad. Amigos de verdad, de esos lazos que dejan huella.
2. Conocer nuevos lugares, visitar nuevas ciudades. Crear un arraigo en otros puntos como eterno descubridor del mundo. Es decir, como un explorador que descubre nuevos matices del mapa.
3. Trabajar en tu vocación. Vivir esa felicidad de que tu trabajo sea para ti una alegría y un motivo de gratitud. Sin duda, la percepción de la vida cambia por completo cuando tienes un trabajo que te agrada a cuando vives la situación contraria. Sin embargo, el trabajo siempre es un medio de desarrollo personal.
4. Ser sincero, ser coherente contigo mismo. Vivir en la línea de la verdad emocional. Aspirar a la verdad del alma como máximo motor de desarrollo personal. Porque cuando mientes a alguien, en realidad te engañas a ti mismo.
5. Disfrutar, pasarlo bien. ¿Cuántas veces olvidas que la vida es una fiesta de la que formas parte como protagonista? No pierdas la sana perspectiva del juego por su valor lúdico.
6. Aprender y equivocarte. Aunque nos cueste aceptarlo, los errores también forman parte del camino de la existencia. Lo saludable es aprender de esas experiencias para convertir el presente en una oportunidad de felicidad. Por tanto, un buen propósito es ser más sabio a partir de esas dificultades.
7. Reír más. Sentir que no puedes dejar de hacerlo fruto de las carcajadas contagiosas de esos momentos irrepetibles que compartes con personas con las que te sientes bien, viviendo un momento de mágico buen humor.
8. Cambiar de opinión. Este también es un sabio objetivo de la vida. Darte la oportunidad de cambiar de opinión, tener un punto de vista diferente. Es muy positivo que una persona evolucione en su forma de pensar.
9. El amor en cualquiera de sus formas también es un objetivo de la vida. Amor de pareja, amor a la familia, amor hacia la vida… Cada persona encuentra su camino.
10. Abrir el corazón. Porque a veces puede ser muy cómodo cerrar la puerta a los demás, crear una barrera que te protege de todo el mundo. Sin embargo, la verdadera emoción de vivir siempre está en contacto con ese lazo que te une a los otros como compañeros de viaje.
A modo de ejercicio de coaching, puedes escribir tu personal lluvia de ideas de felicidad para concretar cuáles son esos objetivos esenciales de tu vida.
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