¿Sueñas muy de vez en cuando o lo has hecho en contadas ocasiones a lo largo de tu vida? De ser así no te frustres, querer es poder y si te lo propones, puedes “aprender a soñar” o, al menos, cambiar algunos hábitos de tu día a día para intentar alcanzar el sueño profundo y entrar en la fase REM o sueño paradójico (Rapid Eye Movement, o lo que es lo mismo, Movimiento Rápido del Ojo), etapa en la cual se producen los sueños que logramos recordar al despertar.
Dicho lo cual, queda claro que todos/as soñamos, pero no todo el mundo es capaz de recordar sus sueños, a causa de que esta capacidad se degrada conforme crecemos, y algunos malos hábitos contribuyen a dificultarlo aún más.
Sin más dilación, a continuación te revelo unos cuántos consejos para “aprender a soñar”:
1. Haz ejercicio a diario. Acostarse cansado/a es necesario para poder dormir, descansar y soñar. Eso sí, no lo hagas después de las nueve de la noche. Si me preguntases cual considero que es la mejor hora para hacerlo, te diría que las siete de la tarde.
2. No duermas boca abajo; pues presionas innecesariamente algunos órganos vitales y tu cuerpo en general, lo cual complica el conciliar el sueño profundo. Procura hacerlo boca arriba o, en su defecto, de lado con una pierna encima de la otra.
3. Cena temprano, ya que si te vas a la cama nada más comer no conseguirás más que tener un sueño poco reparador. Tampoco lo hagas con hambre, pues probablemente hará que te pases la noche en vela, y no sólo no soñarás sino que tampoco dormirás nada.
4. Retira de tu dieta las siguientes sustancias: nicotina, café y alcohol.
5. Juega a videojuegos de rol. Estos suelen tener fantásticos mundos alternativos, al igual que los de los sueños. Incluirán a tu mente un plus de creatividad.
6. No duermas más de la cuenta, acostúmbrate a despertarte temprano, y no irte a la cama demasiado tarde.
7. Cuando estés a punto de dormirte, en lugar de dejar la mente en blanco, duérmete imaginando un mundo paralelo, o aquello que deseas.
8. Intenta leer o escuchar música relajante antes de hacerlo; ver televisión o jugar con el teléfono móvil u otro dispositivo es totalmente incompatible con alcanzar la fase REM.
9. Duerme una pequeña siesta cada día. No sólo te ayudará a reponer energías consumidas en la mañana, sino también a que cuando duermas de noche, entres más rápido en el sueño profundo.
10. Toma algo relajante antes de ir a dormir, como puede ser un vaso de leche caliente con miel, o una infusión de tila.
Y por último, un consejo extra al margen de los diez citados: aprende técnicas de relajación como el yoga o la meditación. Te sentará de maravilla liberar tensiones físicas y mentales antes de dormir.
FUENTE: www.interpretacionsueños.net