Diez cosas que debes hacer
1. Aprender a decir no, sin esperar que otras personas adivinen tus verdaeras razones ocultas. Sé más claro en tus intenciones. Ganarás mejores relaciones personales.
2. Reducir el número de pensamientos negativos, abrir la ventana del pensamiento positivo. Dar un giro mental en tu filosofía de vida. No ponerte en lo peor antes de tiempo, relativizar las dificultades y apreciar todo aquello que fluye.
3. Vivir el ocio. Porque en la vida no todo es trabajar. Y aunque no lo creas, también estás trabajando aunque estés de vacaciones, si mentalmente estás conectado a la rutina de oficina. Si te cuesta desconectar del teléfono del trabajo.
4. Caminar, romper con la barrera del sedentarismo, ponerte en movimiento porque cuando lo haces también pones en práctica la gimnasia mental. Caminar es vital para ti tanto si pasas ocho horas sentado en la oficina, como si estás de piel. La esencia natural del cuerpo es la actividad.
5. Comer sano. Porque cuando lo haces cuidas tu corazón. Y eso no significa renunciar al placer de caprichos tan deliciosos como el chocolate. Sin embargo, el estilo de tu dieta también puede activar tus defensas o, por el contrario, robarte energía.
6. Dejar de tomarte las cosas de un modo personal. Creer que todo tiene que ver contigo. Si estás en este punto, recuerda que los demás no dan tanta importancia a tus cosas como tú mismo.
7. Fomentar el contacto con la naturaleza, respirar el aire puro de espacios verdes que te hacen conectar con el valor ecológico del mundo.
8. Cuidar tus relaciones personales porque cuando fomentas los lazos sociales también creas un arraigo de pertenencia en tu vida. Todo esto es autoestima. El hecho de saber que puedes llamar por teléfono a un amigo para hablar cuando estás pasando un mal momento, es un tesoro. También para compartir las buenas noticias de la vida. Por tanto, no te encierres en el individualismo.
9. Aprovecha todo lo positivo de las nuevas tecnologías: puedes trabajar desde casa, emprender online, crear tu propio blog, leer tus revistas favoritas, estar en contacto con amigos a través de redes sociales, buscar trabajo… En definitiva, utiliza internet para todo aquello que puede abrirte puertas. Cosas buenas que vienen acompañadas del beneficio de la diferencia tecnológica.
10. Escuchar música. Los efectos de la musicoterapia son notables. La música reduce el estrés, eleva el estado de ánimo, produce emociones agradables, te da fuerza para tomar decisiones, te inspira gracias a esas bandas sonoras que cuentan historias con las que puedes sentirte muy identificado. ¡Más de lo que imaginas! En definitiva, ganas resiliencia.
A partir de estos puntos, lo que te sugiero es que elijas alguno en el que quieres empezar a centrarte. Es decir, aquel aspecto que quieres reforzar.