El proceso no es sencillo
Cuando esperamos resultados inmediatos en un comportamiento habitual a nivel emocional tiramos la toalla ante el primer obstáculo porque ningún hábito se rompe en un segundo sino que es necesario un proceso. Cuantas más veces logres parar tu mente en medio de una cadena automática de pensamientos negativos al poner tu atención en una ocupación más inmediata, más posibilidades tienes de interiorizar esta sana costumbre. Es decir, el diálogo interior también responde a un entrenamiento.
Existen personas que buscan estar ocupadas la mayor parte del tiempo con el objetivo de huir de sus propios pensamientos. En ese caso, huir de la realidad interior y reprimir un malestar solo conduce al dolor de no sanar las heridas que están enquistadas en el corazón. Para canalizar toda la energía negativa es importante buscar vías de escape: el ejercicio físico, la escritura creativa, la meditación, las técnicas de relajación, la risoterapia?
Escribe cartas a ti mismo
Existe una técnica sencilla como la de escribir cartas a ti mismo que potencia tu autoestima y te ayuda sentirte mejor ya que a diferencia de cuando pensamos de una forma automática, una reflexión escrita permite una planificación, es decir, puedes reflexionar sobre aquello que quieres decirte y sobre el modo en que lo quieres transmitir.
Puedes clasificar esas cartas con su fecha correspondiente para poder releerlas en el momento en que consideres oportuno. Cuando te hables con dureza a ti mismo piensa en la forma en cómo hablarías a un amigo que estuviera en tu situación.
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