Tipos de antidiabéticos orales

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En ocasiones cuando nos diagnostican diabetes tipo 2, el shock es muy grande y solo podemos pensar en que nuestro día a día tendrá que cambiar si queremos seguir estando bien. La información es mucha y el nombre del medicamento (antidiabético oral comúnmente conocido), complicado. A pesar de ello, es fundamental conocer qué significa cada cosa y cómo nos puede afectar la pastilla, ya que nos ayuda en nuestra vida diaria.

Existen multitud de antidiabéticos orales. Sin embargo yo os hago un recopilatorio de las características de los principales, los más usados por todo el colectivo diabético tipo 2.

Ahora bien, las características de uno y otro no significan que sean mejores ni peores, simplemente que cada uno es usado y recetado por nuestro médico en función de nuestro historial clínico y necesidades personales. Esto debe ser una guía que nos ayude a entender como actúa nuestra medicación en el cuerpo.

Metformina:

Riesgo de hipoglucemia (bajada de azúcar): No.

Ventajas:
No produce aumento de peso.

Mejora el perfil lipídico (presencia de grasa en la sangre, colesterol) y otros marcadores de riesgo cardiovascular.

Disminuye el riesgo de mortalidad y complicaciones macrovasculares (ejemplo: ataque cardíaco) en pacientes obesos.

Desventajas:
Efectos adversos digestivos.

Interfiere en la absorción de la vitamina B12.

No se recomienda a pacientes alcohólicos, personas con insuficiencia respiratoria, hepática o cardíaca severa.
Sulfonilureas:

Riesgo de hipoglucemia (bajada de azúcar):
Glibenclamida, riesgo significativo

Gliclacida, riesgo moderado/mínimo

Glimepirida, riesgo moderado

Ventajas: Disminución de las complicaciones microvasculares (de los ojos, los pies…)

Desventajas:
Aumento de peso

Duración hipoglucemiante (que baje el nivel de glucosa) menor a metformina y glitazonas.

No se recomienda en pacientes con insuficiencia hepática o renal grave y a alérgicos a sulfamidas.
Glinidas:

Riesgo de hipoglucemia (bajada de azúcar):
Repaglinida, moderado

Nateglinida, mínimo

Ventajas:
No contraindicadas en la insuficiencia renal leve- moderada

Reduce la glucemia posprandial (después de las comidas)

Desventajas: Aumento de peso

No se recomienda en pacientes con insuficiencia hepática grave.
Tiazolidindionas o glitazonas:

Riesgo de hipoglucemia (bajada de azúcar): No.

Ventajas:
No contraindicadas en la insuficiencia renal moderada

Mejora el perfil lipídico (presencia de grasa en la sangre, colesterol) y otros marcadores de riesgo cardiovascular.

Control glucémico más duradero frente a metforminas o sulfonilureas.

Desventajas:
Aumento de peso

Edemas

Incremento de la incidencia de insuficiencia cardíaca.

Mayor posibilidad de fracturas óseas en mujeres.

Se necesitan entre 6 y 12 semanas para valorar su máximo efecto en el organismo.

Interfiere en la absorción de la vitamina B12.

No se recomienda a personas con insuficiencia cardíaca o hepática.
Inhibidores de las alfas-glucosidasas (disminuyen la absorción de carbohidratos desde el tracto digestivo, reduciendo así los picos en los niveles de glucosa después de las comidas):

Riesgo de hipoglucemia (bajada de azúcar): No

Ventajas:
Reduce la glucemia posprandial (después de las comidas)

Sin aumento de peso

Reduce la mortalidad y las complicaciones cardiovasculares.

Desventajas:
Poca eficacia si la dieta no es rica en hidratos de carbono.

La hipoglucemia debe tratarse con glucosa pura.

No se recomienda a pacientes con insuficiencia hepática grave o intestinal crónica.
De este modo se recogen los medicamentos principales para el tratamiento de la diabetes tipo 2, aunque en ocasiones y en función del control glucémico del paciente y si no sigue las tres D’s de la Diabetes (dieta, deporte y disciplina) se puede combinar con una insulina inyectada de acción basal para controlar la glucosa a lo largo del día, no obstante deberá ser el médico quién establezca el tratamiento.

Hay muchos tipos diferentes de pastillas para la diabetes. Cada pastilla tiene un efecto diferente en el cuerpo.
Algunas pastillas para la diabetes ayudan al cuerpo a producir más insulina, mientras que otras ayudan a que la insulina que producimos haga mayor efecto. Se pueden tomar las pastillas solas, combinándolas con otras pastillas o junto con insulina. Tu médico será quien lo decida

Sin embargo hay también muchas personas con diabetes tipo 2 que deben ponerse inyecciones de insulina. Es posible que las pastillas no controlen la glucosa en la sangre y necesiten inyecciones externas, nunca por vía oral.

Basado en mi aprendizaje en el curso de la Sociedad Panamericana de Diabetes: “Claves en la gestión del paciente diabético en atención primaria: precisión y exactitud”

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