Quiero saber si es probable que me de otro infarto.
Soy hipertensa, tengo 62 años, y tengo sobre peso, mucho sobre peso.
Ese y no otro era el contenido de un mail que recibí hace varios días.
Ante un correo de esa naturaleza, es normal perderse un poco como me perdí yo, justo es reconocer que en las ocasiones de apremio, me descontrolo con fácilidad.
Eso es algo que debo de aprender a controlar, pero veo bastante lejano ese día!
Así las cosas, después de varios días de estar sopesando que hacer, trate de responder a dicha interrogante, pero el sistema me devolvió un:
Delivery to the following recipient failed permanently
No puede enviar el mail!
Razón por la cual, no me quedo más remedio que escribir esta entrada para explicar a la remitente lo que haría YO en su lugar.
Pero antes de ello, hay que saber un detalle bien importante.
Si no has leído esta página, donde doy información al respecto sobre mí persona, entonces lo más seguro es que ignores que no soy médico, ni enfermero, ni nada por el estilo.
Es decir, por no tener, no tengo ningún titulo de medicina, hace tanto tiempo que ya no recuerdo si fue un sueño o no, pero en ese tiempo era profesor de matemática.
Mi única y exclusiva relación con la salud y tangencialmente con la medicina es la cantidad impresionante de enfermedades a las que les he plantado cara.
Por otro lado siempre he sido una persona curiosa y amante de la lectura.
Entre mi formación como docente, mi amor por la lectura, las múltiples enfermedades a las que me he enfrentado y el exceso de tiempo libre, ya que no tengo trabajo, se formo el cóctel perfecto para que me pusiera a investigar todo lo relacionado con mis enfermedades.
Luego de sortear dichas enfermedades, ya quede con el gusanito de seguir investigando las causas por las cuales se dan tantas enfermedades para las cuales la medicina occidental actual carece de cura.
En cambio, otras corrientes filosóficas de la medicina, como la china y el ayurveda, sorprendentemente si tienen cura.
De hecho, caí abatido por una de esas enfermedades auto inmunes incurables y aceptar el tratamiento médico impuesto fue una verdadera odisea.
Una vez que os he puesto en antecedentes de quien soy y mi relación con el área de la salud, podemos entrar de lleno ante el mail de inicio.
No sin antes ver algunas generalidades sobre las enfermedades cardíovasculares.
Enfermedades cardíovasculares
La prevalencia de dichas enfermedades en el mundo entero es sumamente elevada, incluso si no has sido afectado en la actualidad, la probabilidad de que llegues a estarlo un día es tan elevada que debes tener la certeza de que llegara un día en el cual darás gracias por haber tomado precauciones.
Las enfermedades cardiovasculares son responsables de más de 17 millones y medio de muertos a nivel mundial.
A tal punto que es una de las principales causas de muertes en muchos países.
La enfermedad isquémica del corazón, o sea, estrechamiento de las arterias, es responsable del 27% de las muertes, ictus o accidente cerebrovascular un 25% y la insuficiencia cardíaca un 23%.
Los principales factores de riesgo son:
Fumar.
Diabetes mellitus sin control.
Falta de actividad física.
Hipertensión sin control o mal controlada.
Dieta poco saludable con exceso de grasas saturadas y azúcares rápidos.
Exceso de peso.
Aún y cuando son enfermedades prevenibles, el número de enfermos no hace sino crecer.
El problema cuando caes con una enfermedad cardíovascular es que los enfermos requieren cuidados médicos, además de drogas y de intervenciones quirúrgicas altamente riesgosas.
Sin embargo, a menudo la mejor opción a elegir…son las soluciones naturales.
Es decir, la prevención!
¿Cómo evaluar el riesgo cardiovascular?
¿Fumas o has dejado de fumar hace menos de 3 años?
¿Un miembro de tu familia tuvo un ataque cerebral antes de los 45 años?
¿Tu hermano, padre o incluso tu madre sufrió un infarto antes de ¿los 65 años?
¿Tu índice de masa corporal (IMC) es superior a 30?
Para calcular el IMC basta con dividir tu peso en kilogramos por el cuadrado de tu altura en metros.
¿Practicas algún deporte al menos de 3 veces por semana durante 30 minutos?
¿Sufres de síndrome metabólico?
Si tienes 3 veces sí, tu riesgo cardíovascular es elevado, y es esencial
para actuar!
Una vez puestos al corriente de lo que son dichas enfermedades, prosigamos con la historia del mail.
Para poner nombre a la persona que me escribió, he decidido llamarla Claudia.
Entonces, Claudia es una mujer mayor de 62 años, según sus propias palabras es obesa, padece hipertensión y acaba de sufrir un infarto.
Evidentemente esta preocupada, cualquiera se lo tomaría a broma, ya que un segundo infarto, por lo general se salda con la vida del enfermo.
Además por si eso fuera poco, las probabilidades de sufrir un segundo infarto son elevadísimas los dos primeros años.
Sin embargo, hay un porcentaje de personas que han sobrevivido a un segundo ataque al corazón.
Para sufrir un infarto, se deben dar unas condiciones mínimas, ninguna persona sana sufre un ataque al corazón de forma súbita.
Es un proceso que se va incubando durante años, lamentablemente existe la creencia generalizada que un ataque al corazón es algo que se da sin más.
Un error del que mientras las personas no salgan, va a ser bastante imposible de corregir.
Si yo estuviera en la situación de Claudia, lo que haría de inmediato, sería orar en primer lugar.
Una vez hechas las paces con Dios, comenzaría por analizar mi situación y comprender que tengo varios de los factores de riesgo y que la probabilidad de sufrir un segundo infarto es sumamente elevada.
Así que me tomaría las cosas con calma, lo que tiene que venir, vendrá, pero no por ello voy a dejar de luchar.
El sobrepeso es un factor de riesgo para sufrir un infarto
Es algo que todos los médicos recomiendan, así que por qué razón no hacer caso a ese consejo tan sabio.
Reducir el exceso de peso debe ser la primera acción a tomar.
Empezando por la dieta, adiós a las frituras y a las comidas rápidas, adiós a las bebidas azucaradas que solo calorías vacías aportan.
Frutas crudas y verduras al vapor, pescado al vapor, una vez a la semana carne roja y pollo.
Suprimir la sal refinada y comenzar a usar sal marina sin refinar y mucho menos con yodo, es decir, sal y punto.
Este tipo de sal puede ayudar hasta a mejorar el problema de hipertensión que padezco, o sea, dos pájaros de un solo tiro.
Actividad física
Si tengo la posibilidad económica de pagar un entrenado personal, sería una medida excelente.
¿Qué mis recursos no lo permiten? Tranquilo, no es el fin del mundo. A caminar se ha dicho.
Caminar es el ejercicio por excelencia, de todas formas no me estoy preparando para interpretar el papel de Conan the barbarian, así que con caminar de media a una hora diaria me basta.
No es necesario caminar la hora entera de un solo tirón, media en la mañana y media en la tarde y ya tienes una hora de ejercicio.
Como has visto, he comenzado a controlar dos de los factores de riesgo, así que esto va por buen camino.
Por si las dudas y como por regla general, la obesidad y los problemas cardíovasculares casi siempre van acompañados de colesterol elevado, nada tan fácil como coger seis clavos de olor, dejarlos en remojo toda la noche.
Por la mañana y en completo ayuno, retirar los clavos de olor y beber el agua. En 30 días, lo más seguro es que el nivel del colesterol este bajo control.
¿Qué me queda?
¿El problema de la hipertensión? Existen distintos alimentos que pueden ayudar a controlar la presión arterial, pero como la mayoría de ellos los he incluido en la dieta para bajar de peso, esto marcha por buen camino.
Uno de los principales problemas con los médicos es que inmediatamente que escuchan hipertensión, el manual les indica retirada de la sal de inmediato.
Jamás han analizado, ya algunos médicos están comenzando a entender que hay sales y sales, que una cosa es la sal refinada y otra cosa es la sal marina.
No obstante, y para no entrar en controversias, habla con tu médico para ver las opciones de sal, ya que la sal es un elemento vital para el organismo.
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Es sumamente peligroso para un enfermo del corazón no recibir ciertas cantidades de sodio natural, en ocasiones quieren suplir el sodio natural con suplementos de sodio que no tienen nada que ver con el sodio natural.
Así hemos llegado al final.
Estoy en paz con Dios, tratando de bajar de peso, controlando la hipertensión, el colesterol y haciendo ejercicio.
Si es la voluntad Divina que sufra un segundo infarto, esa es su voluntad!
Nada me gustaría más que saber que mi amiga Claudia ha leído esta entrada.
Demuéstrame que estas vivo!!! comentario abajo y dejame saber tu criterio.
Lo más importante?Tu salud!
Temas sobre salud, las enfermedades en la sociedad actual