Yo soy del tipo de persona que comería primero lo que no le gusta y dejaría para luego lo que sí.
¿Problema de esto? Que a veces lo primero que te comes te deja tan harta que ya no disfrutas lo segundo o incluso no puedes ni comerlo.
Pues esto mismo puedes aplicarlo a la vida.
Hay gente que primero elegirá lo que le gusta y le satisface; gente que no suele dudar a la hora de anteponer lo que le hace feliz sobre lo que le parece una obligación, y luego están los que anteponen las obligaciones a todo y se piensan demasiado las cosas.
Yo soy de las segundas por mucho que me fastidie reconocerlo.
Pero afortunadamente a veces ocurren cosas que nos hacen darnos cuenta de lo tontos que podemos ser.
El otro día llegó a mi muro de Facebook una noticia que me hizo cambiar el chip. La muerte por cáncer de una bloguera que escribía para el Huffington Post UK (aquí tienes el post en su versión en español) y que publicó un último post antes de morir.
Un post de despedida cuya finalidad era ser un legado para ayudar a otras personas.
Pues, Charlotte Kitley, misión cumplida, porque a mí al menos, me ha ayudado. Muchas gracias.
No hay tiempo para pensarse tanto la vida.
Lo sé, esto no es u mensaje novedoso ni revolucionario, pero si eres como yo y a pesar de ver todos los días decenas de mensajes en las redes sobre lo de vivir la vida al máximo y cumplir tus sueños aún estás lejos de ponerlo en práctica, no está de más que te lo repitan.
El post de Charlotte me caló hondo por una sencilla razón, hice el ejercicio mental de preguntarme qué haría y qué me habría gustado haber hecho en mi vida de enterarme que me quedaba solo un mes.
Entonces me di cuenta de que de esa lista de cosas podía extraer una general: querría haber sido un poco más impulsiva y no pensarme tanto las cosas.
¿Y qué o quién nos frena?
¡NOSOTROS MISMOS!
Seguramente pienses que no puedes hacer esto o lo otro por tu trabajo, por la falta de tiempo, de dinero, porque tu cuerpo no está en forma, porque eres ya muy mayor o por lo que sea.
EXCUSAS. SOLO EXCUSAS.
Lo único que nos frena somos nosotros mismos. Nuestro cerebro.
Ahora toca liarse la manta a la cabeza y actuar.
Si hay una diferencia que me alucina entre los alumnos adolescentes o adultos que he tenido y los niños pequeños es cómo los pequeñajos no dicen casi nunca (a diferencia de los adolescentes y los adultos) "no puedo". Tal vez dicen "no sé", pero casi siempre intentan las cosas sin plantearse que no puedan hacerlas.
Ellos simplemente hacen. Mientras que los adultos dudamos o incluso nos vemos incapaces sin ni si quiera haber hecho un intento.
Solo hazlo.
Nike no pudo escoger mejor eslogan. Un genio el publicista que tuvo la idea.
Y si te quedara solo un mes...¿Qué harías?
Haz una lista. Verás que si la haces de forma sincera, realmente pensando que solo te queda un mes, no surgirán sueños colosales o imposibles, sino pequeñas cosas que por alguna razón no te has atrevido a hacer o que sigues posponiendo.
Ahora líate la manta a la cabeza
Elige alguna de esas cosas y líate la manta a la cabeza. Lánzate a hacerla o al menos a preparar el terreno para hacerla.
No imaginas cómo un pequeño cambio puede tener un gran efecto en tu vida, incluso cambiar la contraseña de tu ordenador puede ayudarte a cumplir objetivos mayores...¿lo sabías?
Yo he empezado lanzándome a hacer algo que llevaba pensándome desde hacía unos cuantos años. Hacer la formación para ser profesora de yoga.
Sí, era algo con lo que soñaba pero a lo que no me atrevía. Siempre me buscaba una excusa: el dinero, el tiempo, la carga de mi trabajo, el no sentirme preparada a pesar de llevar practicando yoga unos 15 años...siempre pensaba que había algo que me lo impedía...cuando realmente era yo misma.
Pero se acabó, porque me he dado cuenta de que si me quedara un mes de vida quisiera haber hecho ese sueño realidad, así que no voy a esperar más porque:
Hay que vivir el momento y nosotros somos los responsables de hacer nuestros momentos felices.
Twitealo
Y así, empecé la semana pasada una nueva andadura, mi formación como profe de yoga. No sé a dónde me llevará. No sé la finalidad que tendrá. Pero sé que al menos la voy a disfrutar mucho, que de eso se trata y que desde que he dado el paso me siento muy feliz y motivada.
Hazte un favor y escribe o al menos piensa en esa lista, porque un día mirarás hacia atrás y querrás poder pronunciar algo que se dice mucho en mi tierra:
"¡Que me quiten lo bailao!"
Un besazo.
Ana
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Imágenes:
Charlotte Kitley: Huffington post
Just do it: Nike