En muchas ocasiones, llegamos a un punto en el que criticamos a la sociedad y la rechazamos, como si nosotros mismos no formásemos parte de ella. Echamos la culpa de muchas cosas que nos pasan a la sociedad, a los valores actuales, la política, educación, etc. Pero ¿qué estamos haciendo nosotros para mejorar nuestra situación? Lo inteligente en todo caso es cambiar lo que se puede cambiar para estar mejor, y hay muchas pequeñas acciones y pensamientos que podemos poner en marcha para cambiar nuestra actitud, y abrir un campo de posibilidades desconocido ante lo que nos estamos quejando.
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"La sociedad es la extensión del individuo; la sociedad es la proyección de nosotros mismos. Hasta que no comprendamos esto y nos modifiquemos radicalmente, el mero cambio de lo externo no creará paz, ni traerá esa tranquilidad que es necesaria para las relaciones sociales felices". Jiddu Krishnamurti
Si reflexionas verás como estás más centrado en ver a los demás: sus fallos, los errores que cometen, lo que no te gusta, las conductas que censuras; que en verte a ti mismo. Esta claro que es más sencillo y cómodo ver lo que sucede en nuestro exterior que lo que sucede en nuestro interior. Sin embargo, el verdadero conocimiento se encuentra en mirar hacia adentro y no hacia afuera. Acabamos construyendo un personaje que interacciona con el mundo sin honestidad, esperando la sonrisa de los demás, la cual no estamos dando ni ofreciendo nosotros. Veremos a continuación cómo revertir esta situación…
La transformación de nosotros mismos
Tal y como hemos considerado anteriormente, la solución a nuestra vida insatisfactoria no reside en que los demás deban cambiar para que nos sintamos mejor. La clave de nuestro bienestar está en nosotros mismos, y sólo nosotros podemos proporcionárnoslo. Si nos quedamos esperando a recibir de los demás todo lo que necesitamos para encontrarnos bien, solo aumentará nuestra frustración. La responsabilidad de nuestra felicidad recae en nosotros mismos, no podemos hacer a nadie responsable de cómo nos sentimos, eso sería algo realmente injusto, por mucho daño que hayamos sentido por lo que haya hecho alguien. Caemos frecuentemente en esa trampa del pensamiento. Esto sucede porque tenemos puesta la atención hacia nuestro entorno y no hacia nosotros mismos. El verdadero cambio y transformación que queremos ver fuera ha de hacerse desde dentro.
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Que no se nos olvide que el mundo puede ser un reflejo de nosotros mismos. Dependiendo de cómo percibamos, pensamos e interpretemos las cosas que suceden así veremos el mundo. Solo transformando esta perspectiva seremos capaces de agradecer y valorar más a las personas que nos rodean, los sentimientos y las acciones que compartimos.
"No pensemos sólo en alterar el medio ambiente: esto necesariamente debe tener lugar si nuestra atención completa se dirige a la transformación del individuo, la de nosotros mismos y de nuestra relación con otro. ¿Cómo podemos tener fraternidad en el mundo si somos intolerantes, si odiamos, si somos codiciosos, voraces? Esto es notorio, ¿verdad? Si cada uno de nosotros es llevado por una ambición que consume, si lucha por tener éxito, si busca la felicidad en las cosas, es seguro que tendrá que crear una sociedad que es caótica, cruel, insensible y destructora". Jiddu Krishnamurti
Tu sonrisa depende de ti
Esta es la gran realidad tu sonrisa depende de ti, reflexiona sobre ello y verás la profundidad que encierra. Construimos la sociedad conforme a lo que pensamos y sentimos. No hemos aprendido realmente a comprendernos ni a conocernos. El autoconocimiento lo hemos dejado en un segundo plano, siendo esta la causa fundamental de nuestra insatisfacción con el mundo y sufrimiento.Para llegar a una comprensión honesta acerca de nosotros mismos tenemos que estas dispuestos a descubrirnos; a ver en nosotros lo que criticamos de los demás, a contemplar todo aquello que no nos gusta del mundo y está encerrado profundamente en nuestro interior. Es un proceso duro que, sin embargo, bien merece la pena explorar.
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Tener la consciencia de darse cuenta de lo que estás dando y ofreciendo en tus relaciones y vínculos más importantes, te ayudará a comprender las fuentes de tu insatisfacción. Quizás tengas unas expectativas y estés esperando algo que tú mismo no estás dando. Cada persona tiene su proceso personal, unas experiencia y una forma de ver la vida. Depender de lo que hacen otras personas para dar lo mejor de nosotros mismos, nos convierte precisamente en lo que detestamos y rechazamos.
No esperes a ofrecer tu sonrisa solo a quien creas que te la va a corresponder. Apóyate en tu autoconocimiento para ofrecer lo mejor de ti mismo, independientemente de cómo se muestre la otra persona o el mundo ante ti. Tienes ese poder de emplear la actitud que más te convenga, y que más posibilidades te traiga de satisfacción personal. No la desaproveches dándole más fuerza a tu orgullo y egoísmo.
De tus valores sociales y morales depende cómo veas el mundo y cómo te muestres con tu forma de actuar en el día a día. Ten en cuenta que eres lo que has construido de ti, no lo que los demás han hecho de ti ni lo que piensan de ti. Las experiencias que vives y el cómo las aprovechas hace que seas la persona quien eres. Pon tu energía en comprenderte y responsabilizarte de lo que estás ofreciendo al mundo que te gustaría ver. Eso sí depende de ti…
Y recuerda que cada vez más expertos del mundo de la medicina y la psicología insisten en la importancia de cuidar de nuestra mente, tal y como propone el método Crear Salud. Debemos ser conscientes de que para llevar una vida saludable también necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral. Herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí – pueden ser grandes aliadas en tu camino a una vida libre de estrés. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, en consecuencia, ser más feliz.