¿Que me lo den todo hecho?
¿Es tan positivo vivir en una sociedad que quiere que se lo den todo hecho? Existe la creencia de que comodidad es sinónimo de felicidad eterna. Sin embargo, existe el peligro de que esa comodidad deseada nos exima de la responsabilidad que tenemos hacía nuestra propio bienestar. Cada ser humano es responsable de aquello que tenga que ver con su salud y con sus hábitos de vida. Una vida excesivamente cómoda nos sumerge en la pasividad y nos hace perder de vista el poder personal.
Cuando culpamos al entorno de aquello que nos sucede y evitamos la mirada hacía el interior nos comportamos de manera infantil. Gracias a ello, las corporaciones que ganan millones vendiendo las soluciones que tanto creemos necesitar, se frotan las manos ante ese tipo de comportamiento.
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Es necesario que adoptemos una actitud más adulta respecto a nuestra vida y a nuestra salud. No podemos descuidarnos y esperar que el sistema médico nos “cure” por medio de fármacos o tratamientos que, en muchas ocasiones, tienen efectos secundarios muy negativos.
La responsabilidad de cuidar de uno mismo
Ya es hora de dejar de culpar a algo externo a nosotros de aquello que nos sucede. Nuestra vida es como nosotros decidimos que sea. Nadie tiene la culpa de que yo no duerma las horas que necesito o de que no me alimente de manera correcta. También es responsabilidad mía dejar de fumar o rebajar mis niveles de estrés.
Así mismo, si yo no decido abandonar la vida sedentaria que tanto me perjudica, no habrá nadie que lo haga por mi y de manera inevitable mi salud se resentirá.
El comienzo del cambio
Lo primero y más importante es decidir que quieres librarte de esos hábitos que sabes que no son buenos para ti. Además de eso, es aconsejable que no te impongas metas demasiado rígidas. Intenta hacerte a la idea de que los cambios que vas a llevar a cabo tienen que ver con el amor que sientes por ti mismo. Ofrécete el regalo de cuidarte bien, te lo mereces.
Es imprescindible que tu decisión sea firme, que tengas claro que necesitas hacer cambios en tu vida y que quieres hacerlos. Los motivos dependerán de cada persona. Algunos personas quizá ya estarán sufriendo problemas de salud y quieran solucionarlos haciéndose cargo de si mismos. Otras personas, es posible que quieran prevenir futuros problemas. En cualquier caso, recuerda que tú eres el único responsable de los cambios que vayas a llevar a cabo.
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Los hábitos que deseo cambiar
Una vez que tengas la firme decisión de que deseas abandonar ciertos hábitos y estés convencido de que solo tú tienes que hacer esos cambios, vamos a profundizar en las razones que te ayudarán a llevarlos a cabo:
Adiós al sedentarismo
La vida sedentaria es el origen de numerosas enfermedades. Algunos pequeños cambios en tu rutina diaria podrán hacer maravillas. Haz todo lo posible por evitar el coche para desplazarte. Utiliza escaleras, en lugar de ascensor. Intenta encontrar el tiempo para dar pequeños paseos dos o tres veces a la semana. Cualquiera de estos pequeños cambios te llevarán a una vida cada vez más activa que te hará sentir estupendamente.
Duerme lo que necesites
Cada vez es más habitual robar horas al sueño. El sueño es una función que nuestro cuerpo necesita llevar a cabo para que gocemos de salud perfecta. No le robes ni un minuto a tus horas de sueño. Planea tu hora de irte a dormir y respétala pase lo que pase. Tu cuerpo lo merece.
El alcohol y el tabaco
Todo el mundo conoce los grandes daños que ocasiona estas dos sustancias. Lo más fácil para abandonar estos hábitos es evitar aquellas ocasiones en las que se consumen. Si te acostumbras a hacer cosas diferentes y más saludables, será mucho más fácil que no te apetezca beber alcohol o fumar. ¿A quién le apetecería un cigarro o una copa de coñac cuando vas subiendo una montaña o montando en bicicleta?
El azúcar y sus derivados
El azúcar es dañina y muy adictiva. Además, cuando la consumimos, nuestro cuerpo se desmineraliza y nos pide nutrientes a todas horas. Sustituye el azúcar y los productos refinados por frutas, frutos secos y cereales integrales. En muy poco tiempo te darás cuenta de que te encuentras mejor y que tu cuerpo no te pide continuamente cosas dulces.
Adicción al trabajo
La adicción al trabajo es el origen de muchas patologías. El ser humano no está programado para vivir continuamente trabajando. Necesitamos disfrutar haciendo otras actividades. El contacto con la naturaleza, la vida tranquila y la vida social son imprescindibles. Intenta entender el origen de tu adicción ¿Necesitas realmente todo el dinero que te proporcionan tantas horas de trabajo? ¿Has encontrado tu identidad en ese trabajo que tanto te absorbe? Sea cual sea la razón, lo importante es poder tener una vida plena que vaya más allá de lo que el trabajo representa.
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Estos son solo algunos de los hábitos nocivos que muchas personas tienen. Hay muchos más, sin embargo, si nuestra prioridad es sentirnos bien física y emocionalmente, necesitamos librarnos de ellos. Siendo sinceros con nosotros mismos podremos ver que, la responsabilidad de abandonar esos hábitos, es únicamente de cada uno de nosotros. Nuestra sociedad daría un gran cambio en positivo si esto se enseñara en las escuelas. Si yo me cuido y me hago cargo de mi mismo, no te cargaré con aquello que no es tuyo.
Una sociedad en la que cada uno de sus miembros se hace cargo de si mismo es una sociedad de personas más felices.
En conclusión, cada vez más expertos del mundo de la medicina y la psicología insisten en la importancia de cuidar de nuestra mente, tal y como propone el método Crear Salud.
Debemos ser conscientes de que para llevar una vida saludable también necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral. Herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí – pueden ser grandes aliadas en tu camino a una vida libre de estrés. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, en consecuencia, ser más feliz.