Recientemente he leído un interesante artículo sobre la capacidad olfativa para detectar algunas enfermedades.
El olor es un sentido relacionado con nuestro instinto de supervivencia, desde el oler qué alimento o sustancia a evitar como persona o situación a evitar.
Su sentido del olfato, o la capacidad de oler, es fundamental para su salud. Dentro de sus conductos nasales hay dos áreas que contienen casi 6 millones de células olfativas receptoras que le permiten detectar y diferenciar miles de olores distintos
El nervio olfativo ingresa cerca de la base del cerebro donde primero se procesa el aroma, es un área con memoria y emociones y esa podría ser la razón por la que los aromas pueden traer recuerdos fuertes y el porqué la pérdida del olfato puede predecir el desarrollo de problemas neurológicos en los próximos cinco años
Sabemos de historias de perros que pueden oler ciertas enfermedades, como el cáncer, y que los médicos, sobre todo los de antes que se acercaban más al paciente, han tenido en cuenta el olor de éste en su diagnóstico.
¿Cómo detectar la enfermedad a través del olor?
En el artículo “¿La Enfermedad tiene Olor?”, se dice que según investigaciones a los 8 años de edad es cuando se alcanza el punto máximo en nuestra capacidad olfativa, y sobre los 20 años se comienza a perder sensibilidad. Sin embargo, en el deterioro del sentido del olfato intervienen muchos factores, como la contaminación del aire, desinfectantes, solventes, perfumes, medicamentos.
Los investigadores también descubrieron que el sentido del olfato podría predecir su longevidad, además, existe la posibilidad de que el ser humano sea capaz de oler la enfermedad. En otras palabras, la relación entre su sentido del olfato y su salud es una vía que va en ambas direcciones.
Ya se conocen los olores de algunas enfermedades, por ejemplo:
- Un aroma afrutado en el aliento de personas con alto nivel de diabetes
- Un aroma a pan horneado en alguien con fiebre tifoidea
- Un aroma a col hervida en alguien incapaz de metabolizar la metionina
- Un aroma a carnicería en alguien que padece fiebre amarilla.
- Un aroma como a pescado crudo en una insuficiencia hepática
A raiz de una investigación con ratones, donde a través del olor los ratones sanos evitaban al ratón enfermo, investigaron si esto también sucede con el comportamiento humano. ¿Desprenden las personas enfermas un olor que hace menos “apetecible” estar a su lado?
La investigación demostró que los participantes a los que se les inyectó una endotoxina presentaron un olor corporal más aversivo que los que recibieron un placebo, y esta detección quimiosensorial podría representar la primera prueba experimental de que la enfermedad tiene olor. Además, los investigadores notaron que las personas enfermas no sólo tienen un olor más fuerte sino que tienen un aroma distinto. Y Mats Olsson, Ph.D. e investigador principal, descubrió luego que cuando sentimos repugnancia tras oler aromas desagradables activamos una reacción inmunológica leve.
No obstante hay que tener en cuenta que,
El olor que proviene del cuerpo emana de una variedad de partes diferentes y no únicamente del sudor o la respiración. El aroma “normal” para cada persona dependerá de su edad, alimentación, metabolismo, salud y género.
Es extraordinaria la gran ayuda que los perros, gracias a su gran capacidad olfatoria, pueden prestar no sólo en el diagnóstico de enfermedades, principalmente el cáncer, sino en la ayuda de la persona en ciertas situaciones, como en el caso de una chica que sufre narcolepsia, y que gracias a su perro puede llevar una vida social más normal, o avisar ante una bajada de azucar.
A continuación un interesante vídeo sobre estos perros extraordinarios, “Perros que detectan Enfermedades”:
También hay personas con un olfato muy fino que pueden oler una enfermedad, como aparece en el artículo “¿Se puede oler el Parkinson?”, donde se cuenta que una enfermera británica, Joy Milne, cuyo marido tiene Parkinson, es capaz de detectar si una persona padece de esta enfermedad con sólo oler su ropa. Ella notó que el olor de su marido comenzó a cambiar seis años antes de que presentara síntomas claros de esta enfermedad.
Milne describió que el olor corporal de su marido fue cambiando de a poco, adquiriendo un ligero aroma a almizcle que suele estar presente en perfumes. Este añadido al olor corporal de su esposo, un médico retirado, fue aumentando a medida que crecían los síntomas…
Ahora, científicos estudian qué cambios a nivel molecular provoca esta condición de origen neurológico y se traspasan a las glándulas sebáceas de la piel encargadas de secretar un aceite que se libera mediante el sudor.
Un cambio en el olor corporal de la persona, sería útil no solo para enfermedades como el Parkinson, sino que también en otras condiciones, por lo que si sientes que el tuyo o el de otra persona ya no es el mismo, podría ser momento de realizarse un extenso chequeo médico.
Y también podemos utilizar el olfato para la salud, por ejemplo a través de la Aromaterapia, o sencillamente oliendo algunas plantas, como el romero, que se describe en el siguiente vídeo, “Con solo oler esta planta aumentará tu memoria en un 75%”