Hoy vamos a centrarnos en las zonas femeninas más íntimas.
Es la puerta de la vida, de entrada y salida. Por ella nuestros hijos pasan para empezar su andadura por el mundo y los hombres de nuestra vida entran para entregarnos todo su amor. Algo tan bonito desencadena alteraciones (flaccidez, sequedad, hiperpigmentación, pérdidas de orina, peores relaciones sexuales…) que al igual que el resto de zonas de nuestro cuerpo y rostro se pueden tratar. Cosmética, ejercicio, medicina estética y cirugía.
Ludovico Sinz [Cane Rosso (busy!)]
Siempre joven. Antes de parir, antes incluso de pensar en ello, con la primera juventud, en torno a los 20 años, hay que trabajar el suelo pélvico. ¿Cómo podemos ejercitarlo? Contrayendo el músculo pubocoxígeo. el Doctor Arnold Kegel creó, en la década de 1940, un método para control de la incontinencia urinaria. Son unos ejercicios destinados a fortalecer los músculos pélvicos. También están recomendados para facilitar el parto y, en el campo sexual, favorecer relaciones más satisfactorias.
Aunque son unos ejercicios sencillos, se recomienda acudir a talleres para aprender su práctica y, aunque este método sigue en vigor, hoy muchos especialistas prefieren diferentes versiones. Puedes informarte en centros como Slow Life House, Etaci (tel.: 609 233 135) o preguntar a tu ginecólogo.
Una madre es para siempre. Durante el embarazo e inmediatamente después (respetando el tiempo adecuado) se convierte en obligatorio. Si antes no los hacías de habitual, ahora te interesa realizarlos para facilitar el parto (una buena musculatura mejorará las maniobras de expulsión), evitar una distensión exagerada de la zona y ayudar a una mejor recuperación.
Aun así, los partos, las depilaciones y el paso del tiempo provocan alteraciones en la zona genital femenina que repercuten en la salud íntima y sexual. Alteraciones que pueden llevar a patologías, además de una pérdida de belleza en la zona que en ocasiones afectan a la autoestima e incluso a la libido de las mujeres.
Nanocare Intimate de Sesderma (29,95 €) es un gel de rejuvenecimiento vaginal que previene la deshidratación y mejora el aspecto superficial de la piel. Alisa y mejora la textura, incrementando el volumen de la dermis. Estimula la renovación celular de la epidermis devolviéndole la elasticidad y firmeza perdidas.
Su uso se recomienda a partir de los 35-40 años dos veces al día, mañana y noche, durante el primer mes, y después una vez al día, preferiblemente antes de acostarse. Especialmente indicado en mujeres que han entrado en la menopausia cuya pérdida de estrógenos provoca sequedad y picor, irritaciones, molestias e incluso dolor. Falta de lubricación natural, deshidratación, adelgazamiento de la zona, atrofia o hiperpigmentaciones.
Cuestión de tiempo. Otro problema asociado a los partos, falta de musculatura pélvica y la misma ley de la gravedad, es la incontinencia urinaria. La falta de tonicidad en los músculos y tendones que sujetan y mantienen la vejiga, el útero y el recto provoca pérdidas de orina en mujeres al realizar cualquier movimiento abdominal, por ejemplo al toser, estornudar, reír, saltar, cargar pesos o hacer ejercicio.
IncontiLáser es un procedimiento prácticamente indoloro y sin incisiones indicado para el tratamiento de la incontinencia urinaria leve y moderada. El láser trabaja sobre el tejido vaginal estimulando la remodelación del colágeno en la uretra y en la pared vaginal. Así se consigue una contracción y tensado del tejido de la mucosa vaginal por el incremento de colágeno, lo que aporta mayor apoyo en la vejiga y la recuperación de la función normal de continencia. Sin necesidad de preparación especial antes del tratamiento ni precauciones postoperatorias. En Cristina Álvarez recomiendan 2 sesiones.