En la sociedad actual imperan las prisas, la mala alimentación y el estrés, factores que son una auténtica bomba para nuestra salud y favorecen la aparición de todo tipo de problemas y dolores: es muy habitual por ejemplo que suframos tensiones en la zona de las cervicales y los hombros, causando una molestia que, dependiendo de los casos, puede llegar incluso a evitar que descansemos bien.
El dolor de cuello suele extenderse en muchas ocasiones a las zonas más bajas de la espalda, pudiendo llegar a dejarnos en la cama en los casos más extremos. Una de las formas más útiles de calmar estos dolores es hacernos un masaje, sin embargo si no cambiamos ciertos hábitos el problema volverá a aparecer pasados unos días.
Para evitar que los músculos se tensen en exceso no sólo debemos aprender a reducir el estrés, sino también cuidar nuestra alimentación para que ésta aporte a nuestros músculos los nutrientes necesarios para hacer sus funciones sin esfuerzo. Únele a ello remedios como los que hoy compartimos y verás como el dolor y la tensión desaparecen para nunca volver con tanta intensidad.
Cómo relajar los músculos y calmar tensiones
Aceite y alcohol de romero
El romero es uno de los mejores antiinflamatorios naturales que existen. Además de ello resulta muy útil para prevenir los espasmos y calambres musculares, por lo es ideal para relajar los músculos y darnos ese alivio que tanto anhelamos después de un día de estrés y tensión.
Masajea un poco la zona dolorida con aceite de esta planta y empapa después un pañuelo de papel en alcohol de romero. Cubre con film transparente (varias capas) y deja actuar durante al menos una hora. Poco a poco verás como el calor de la zona va aumentando y a la vez el dolor se va reduciendo. Un remedio muy sencillo y eficaz para desinflamar la musculatura y relajar los músculos.
Infusión de valeriana y pasiflora
Seguramente conozcas estas dos plantas ya que junto con la tila, son las más conocidas para tratar los problemas de estrés, ansiedad y nerviosismo gracias a sus poderosos efectos sedantes. A ello hay que unirle su gran poder antioxidante y analgésico, lo que las convierte en una opción ideal para combatir problemas como el insomnio o las contracturas musculares.
Prepara una infusión con estas plantas (también puedes incluir tila, melisa y/o manzanilla) y tómala tres veces al día.
Aceite esencial de lavanda
Masajea tus músculos con aceite de lavanda realizando movimientos circulares para favorecer la circulación de la sangre, toma después una ducha caliente y verás como se descarga tu musculatura. Una gran opción para antes de irnos a la cama.
Aceite esencial de rábano
El aceite de rábano resulta muy eficaz para combatir los calambres musculares y descontracturar los músculos. Puedes usarlo para masajes o añadirlo al agua de la bañera y realizar un baño de inmersión en él. Compleméntalo con cualquiera de los remedios anteriores.
Infusión de serpol
Esta planta, similar en apariencia a la de tomillo, es rica en aceites esenciales que nos ayudan a relajar los músculos y calmar los calambres. Prepara con ella una infusión y toma de 2 a 3 tazas al día. Puedes combinarla o alternarla sin problemas con la infusión de valeriana.
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