En ese sentido hoy quería compartir con vosotras un “rejuvenecimiento facial” extraordinario usando solo toxina botulínica y ácido hialurónico.
En este caso, la persona que se ha sometido al tratamiento pasaba por un momento malo en su vida, con falta de sueño, un adelgazamiento brusco y una situación de estrés acusada. Además de hacer ejercicio para dormir mejor, tratar de meditar y hacer yoga para evitar el estrés y empezar a alimentarse mejor, necesitaba un pequeño “rescate” que le devolviera la frescura de su rostro como aparecía antes de toda esta situación que venía prolongándose en el tiempo un año.
Estos son los resultados nada más terminar la sesión. Habida cuenta de que la toxina botulínica es un producto que para que alcance su máxima expresión necesita al menos 15 días, tenemos un resultado parcial pero tan alucinante y natural que merecía la pena compartirlo con vosotras.
En el tratamiento se ha rellenado el surco nasogeniano con ácido hialurónico, un material totalmente biocompatible, para suavizar esas líneas que bajan hasta la barbilla (llamadas también líneas de marioneta) y se han infiltrado patas de gallo y arrugas de frente con la toxina. Se ha realizado de manera muy natural y solo para suavizar las arrugas.
En su consulta, la Dra. Sandra Zade sigue la filosofía de “menos es más”. Siempre es mejor retocar que lamentarse porque nos hemos pasado. Desgraciadamente esta no es la tónica de este sector, donde demasiado a menudo vemos horrores estéticos que ponen de manifiesto cuán fina es la línea entre la naturalidad y lo grotesco.
Sin embargo, en manos expertas, un rejuvenecimiento natural de esta manera es posible, sobre todo cuando hemos pasado épocas de convalecencia o necesitamos, por la razón que sea, “refrescar” nuestro rostro.
En el siguiente vídeo la Dra. nos habla de la importancia de utilizar materiales biocompatibles.
Es importante saber lo que nos ponen en el rostro o en el cuerpo cuando vamos a un médico estético y por eso os animo desde aquí a preguntar, aunque os parezca que es demasiado, hasta el último detalle de los materiales o sustancias que se van a usar en el tratamiento.
¿Qué podemos esperar de un tratamiento así? La Dra. Zade nos comenta los resultados en este vídeo.
Ahora con la medicina estética, es posible rejuvenecer, mejorar, corregir sin tener que planchar, hinchar, hipervoluminizar o deformar. Pero para eso no debemos delegar nuestra obligación en los demás. Tenemos que ser responsables de nuestro propio cuerpo.
Creo que el resultado lo dice todo. Os animo a conocer las ventajas y beneficios de tecnologías e intervenciones moderadas que nos pueden a ayudar a sentirnos mejor con nosotras mismas. A veces es necesario forzar la carcajada para sentirnos alegres. A veces es necesario vernos bien para empezar a cuidarnos mejor.
Sólo por si te lo estás preguntando, estas fotografías no han sido retocadas ni editadas en modo alguno.
El post es original de Comienzo hoy, escuela de vida.