La vida sana se ha convertido en tendencia, algo que debemos aplaudir, y uno de los requisitos de este nuevo estilo de vida es aplicar la filosofía vegetariana a nuestra alimentación.
Como no podemos quedarnos atrás, desde aquí propongo un pequeño reto para aplicar algunas de las buenas costumbres de esta alimentación, tan sencillo como convertir nuestras clásicas recetas, como por ejemplo una salsa boloñesa, unas hamburguesas, unas albondigas en salsa o unas deliciosas berenjenas rellenas, en vegetarianas… ¿te apuntas? no es para nada complicado y el resultado te va a sorprender….
Lo primero que necesitamos es conocer algunos de los productos que se usan en la cocina vegetariana y con ellos prepararemos una primera receta : “Macarrones a la boloñesa” un clásico en la mayoría de nuestros hogares. ¿En qué casa no se come al menos una vez a la semana algún plato de pasta?
Pasta integral
Si vamos a elaborar un plato de macarrones, necesitaremos hacernos con una buena y saludable pasta.
El primer cambio que debemos introducir para que nuestro plato sea saludable al máximo, es pasarnos al consumo de pasta integral.
Esta se elabora con harinas integrales, normalmente de trigo duro, sin embargo también encontramos pasta elaborada con otros tipos de harinas, como lentejas, quinoa, arroz, maíz… muy recomendables para aquellos intolerantes al gluten.
Otra opción, es preparar pasta fresca integral en casa y para ello solo debemos comprar harinas integrales, esta quizás sea la manera más saludable pues controlaremos todos los ingredientes, sin embargo resulta bastante más laboriosa.
Es fundamental al adquirir nuestro paquete de pasta integral, leer los ingredientes, con el fin de asegurarnos que está elaborada con harinas 100% integrales.
Si observamos, en los ingredientes suelen indicar sémola en lugar de harina, ello es porque para elaborar la pasta se necesita una harina menos molida, que es la sémola, mientras que la harina, mucho más fina, no se suele emplear para la elaboración de pasta.
Aunque yo me refiero siempre a harinas, entender, que la diferencia está en el grado de molienda de está, nada más.
También vemos que se elaboran con trigo duro, una clase de trigo de las distintas variedades que existen, indicada esta especialmente para la fabricación de pastas.
Una vez aclarado el concepto de trigo duro y sémola, no olvidemos que esto no influye en que la molienda del trigo, debe ser siempre del “grano completo” para obtener pasta integral, que será la que conserve la mayor cantidad de nutrientes.
No descuidar la parte del proceso de compra, pues en muchas ocasiones, nos vemos influenciados por la publicidad llamativa que estos llevan en sus envases, donde con bonitas imágenes y preciosas letras bien grandes nos anuncian que son integrales, ricos en fibra… y tal vez no sea del todo cierto, ya que pueden estar elaboradas con un pequeñísimo porcentaje de harina integral y anunciar que esta es integral…
El requisito primordial será, que en los ingredientes, repito… ¡¡¡siempre en la parte de atrás del paquete!!!, aparezca que está elaborada con harina o sémola integral, y aquí nunca puede aparecer información errónea o engañosa.
Beneficios de la pasta integral
Del elevado contenido en fibra de la pasta integral, se van a derivar la mayor parte de los beneficios que esta provocará en nuestro organismo cuando la consumimos.
La fibra causa una disminución en la velocidad del vaciado gástrico y este hecho genera un retraso en la aparición de la sensación de hambre además de la percepción de estar saciado y ello hará que nuestro consumo energético sea menor, ayudándonos al control del peso.
Se producirá además una mejora en nuestra salud gastrointestinal, ya que la pasta integral ayudará a regular el transito intestinal y evitaremos de este modo el estreñimiento.
Además de la fibra, la pasta integral nos proporcionará gran cantidad de nutrientes, con vitaminas del grupo B y minerales como calcio, magnesio, hierro y fósforo.
Como podemos observar es un alimento altamente nutritivo del cual nos podemos beneficiar con el sencillo gesto de adquirir pasta integral.
Comer pasta integral es un hábito saludable que todos podemos llevar a cabo, tanto vegetarianos como los que no lo son, sin realizar demasiados esfuerzos.
Como ya se me ha hecho muy larga la entrada de hoy, continuaremos el próximo día, con el sustituto de la carne…os va a sorprender.
Aprovechar y acudir al mercado para comprar la pasta integral.