Una de las sustancias que encontramos en la mayoría de desodorantes y que deberíamos evitar es el clorhidrato de aluminio. En su lugar, podemos recurrir al polvo de alumbre que favorece una óptima transpiración y no bloquea los poros de la piel. El polvo de alumbre es un gran bactericida y antiséptico que evita la proliferación de las bacterias que causan el mal olor, calmante y cicatrizante. Estas propiedades hacen que se utilice muy frecuentemente en la fabricación de desodorantes, after shaves y otros productos post-depilatorios.
El resto de ingredientes aportan una serie de propiedades antioxidantes, emolientes, antibacterianas, antiinflamatorias, limpiadoras y desodorizantestes que no sólo van a impedir la aparición de malos olores sino que además van a cuidar y proteger la piel.
Existen muchos aceites esenciales con propiedades desodorizantes por lo que podemos combinarlos a nuestro gusto. A parte de los que yo he utilizado en este caso podemos recurrir a otros como el de bergamota, geranio, árbol de te, eucalipto, cedro, pomelo…
Vamos con la receta!
INGREDIENTES:
20 gr Concentrado de Aloe Vera
2.5 gr Polvo de alumbre
1 gr Bicarbonato de Sodio
30 gr Hidrolato de Te Verde (o infusión)
5 gr de Glicerina
0.50 gr de Goma Xantana
2 gr de Aceite de Coco
6 gotas Aceite Esencial Ciprés
6 gotas Aceite Esencial Limón
6 gotas Aceite Esencial Palma Rosa
0.75 gr de Conservante (Rokonsal, Geocard…)
ELABORACIÓN:
Como siempre, antes de empezar, desinfectamos con alcohol todos los utensilios y envases que vamos a utilizar.
Medimos por un lado (Fase A) el aloe vera y el polvo de alumbre.
Calentamos la Fase A al baño maría hasta que el polvo de alumbre se haya disuelto. Dejamos enfríar.
Por otro lado (Fase B), el hidrolato de te verde, la glicerina, el aceite de coco, la xantana y añadimos por último a esta fase el bicarbonato poco a poco porque hará reacción. Mezclamos.
Vertemos la Fase B sobre la Fase A y batimos con la batidora. Obtendremos una textura más espesa pero ha de ser fluida.
Añadimos el resto de ingredientes, los aceites esenciales y el conservante, y batimos de nuevo para integrarlos bien.
Por último, antes de envasar, nos queda comprobar el ph. El ph adecuado para desodorantes se mueve por el 4. En todo caso no debería superar un ph de 6. Un 4.5 sería perfecto. Si queremos subirlo podemos hacerlo añadiendo unas gotas de bicarbonato disuelto en agua, para bajarlo bastarán un par de gotas de ácido láctico.
Envasamos y ya tenemos listo nuestro desodorante.
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