Dar un masaje no es una simple cuestión de ponerte hacía abajo en una camilla. Se trata de toda una ciencia que vincula las sensaciones corporales con el poder de la mente, mientras sientes como la relajación llega a tu cuerpo y te brinda bienestar: esa es la base de un buen masaje. Y para lograrlo, hay una serie de accesorios que se vuelven indispensables y con los cuales se potencian los efectos y se logra un mayor aprovechamiento del mismo.
CAMILLA plegable y ligera
Camillas de masaje plegables: En primera medida, y como no podía ser de otra forma, están estos implementos que pueden ser también fijos pero que mayormente deben contar con la cualidad de ser articulados, es decir, que las dimensiones favorezcan tanto la posición del paciente, como la del masajista que necesita un espacio amplio y segur para tratar ciertos grupos musculares.
Así mismo la camilla debe estar fabricada en elementos durables y resistentes a la humedad, líquidos como el agua o los aceites y ser en todo caso lavable con facilidad. En la web masajeadorde.com puedes encontrar una buena comparativa con las mejores camillas de masaje.
Esencias, aceites y luces
Y ya que lo mencionamos en la última línea anterior, un buen sitio es esencial para lograr la relajación de la persona en cuestión. Muchos recomiendan las luces naranjas y amarillas en tonalidades pálidas, otros prefieren matices azules, lo importante es que la estancia no tenga demasiada luz, pero si la suficiente para facilitar el trabajo. Los aceites pueden ser de diversos tipos, tanto para el cuerpo como para dejarlos en aromatizadores y conseguir con ello una mejor circulación del aire.
Hay que revisar también, que estos no sean perjudiciales en grandes cantidades o tengan alguna contraindicación (como alergias, por ejemplo). Y por último están las esencias que jamás deben ser invasivas y en lo posible tener un toque de menta o compuestos parecidos para jugar a favor de la respiración.
Toallas
Generalmente todos los masajes incluyen el cuerpo: cabeza, extremidades, abdomen y espalda. Sin embargo las zonas íntimas no necesariamente deben estar descubiertas y es mucho más cómodo para el paciente contar con una toalla para cubrirse. Así mismo muchos centros cuentan con zona de baño o al menos de limpieza.
Bolsas calientes, sabanas y mantas
Cuando se hace un masaje en las piernas (por ejemplo), el tren superior del cuerpo pierde calor. En ese caso el uso de bolsas térmicas y utensilios como las mantas, son ideales para evitar traumatismos por diferencias térmicas en varios lugares. De igual modo ayudan a que el efecto del tratamiento (masaje) sea el esperado.
Un botiquín
A veces también suceden percances durante el masaje o se incurre en un desconocimiento de algún dolor o herida particular del paciente y entonces lastimamos una zona en especial. En ese caso es ideal tener a la mano algunas gasas, ibuprofenos, tijeras de corte o al menos vendas musculares para mejorar esas condiciones.
Pero sobre todo, el “accesorio” más importante es la preparación, la experiencia y por supuesto la actitud para hacer sentir cómoda a la persona, desde el primer momento que llega a tu lugar de trabajo. Eso no tiene precio.