La sarcoidosis es una enfermedad inflamatoria que afecta a múltiples órganos del cuerpo. Sin embargo, los más afectados resultan ser principalmente los pulmones y las glándulas linfáticas. En las personas con sarcoidosis, se forman masas o nódulos anormales, llamados granulomas.
Los granulomas son masas de tejidos inflamados. Estos corpúsculos pueden alterar la estructura normal y posiblemente la función del órgano afectado.
¿Cuáles son los síntomas de la sarcoidosis?
Los síntomas de la sarcoidosis pueden variar mucho, dependiendo de qué órganos estén involucrados. La mayoría de los pacientes inicialmente se quejan de tos seca persistente, fatiga y falta de aliento. Otros síntomas pueden incluir:Tiernas protuberancias o parches rojizos en la piel.
Ojos rojos y llorosos o visión borrosa.
Articulaciones inflamadas.
Dolor articular.
Ganglios linfáticos agrandados y sensibles en el cuello, las axilas y la ingle.
Ganglios linfáticos agrandados en el pecho y alrededor de los pulmones.
Voz ronca.
Dolor en las manos, pies u otras áreas óseas debido a la formación de quistes (un crecimiento anormal similar a un saco) en los huesos.
Formación de cálculos renales.
Agrandamiento del hígado.
Desarrollo de latidos cardíacos anormales o perdidos (arritmias), inflamación de la cubierta del corazón (pericarditis) o insuficiencia cardíaca.
Efectos en el sistema nervioso, incluyendo pérdida de audición, meningitis, convulsiones o trastornos psiquiátricos (por ejemplo, demencia, depresión o psicosis).
En algunas personas, los síntomas pueden comenzar repentinamente y/o severamente y desaparecer en un corto período de tiempo. Otros pueden no tener síntomas externos a pesar de que los órganos están afectados. También se pueden producir síntomas que aparecen lenta y sutilmente, pero que duran o se repiten durante un período de tiempo prolongado.
La sintomatología más de cerca
Los síntomas de la sarcoidosis varían según el área del cuerpo involucrado. Hay que tener en cuenta que esta sintomatología puede ser leve, moderada, severa o ausente. Los primeros síntomas a menudo son vagos y pueden incluir los siguientes:Fatiga.
Fiebre.
Pérdida de peso.
Dolor en las articulaciones.
Falta de aliento.
Tos persistente.
Los pulmones suelen ser la primera área afectada por la sarcoidosis: 9 de cada 10 personas con sarcoidosis tienen algún tipo de afectación pulmonar. La sarcoidosis pulmonar puede ser grave y provocar la formación de tejido cicatricial (fibrosis) en los pulmones. Esta complicación puede interferir con la respiración.
Otros síntomas incluyen erupciones cutáneas o protuberancias rojas (eritema nudoso) en las piernas. En alrededor del 20% al 30% de los casos, la sarcoidosis afecta los ojos, causando inflamación que provoca enrojecimiento, lagrimeo, hemorragia interna o masas.
Las complicaciones de la enfermedad en etapa tardía que involucran los ojos incluyen cataratas, glaucoma y ceguera. La sarcoidosis puede afectar a casi cualquier órgano, incluidos el cerebro y los nervios, el corazón, el hígado, las articulaciones y varias glándulas productoras de hormonas.
Los granulomas o grupos de células que caracterizan la sarcoidosis pueden estar ocasionalmente asociados con altos niveles de calcio en la sangre y la orina. Demasiado calcio en la orina puede provocar cálculos renales.
El curso de la sarcoidosis también varía entre los individuos. Por lo general, los pacientes que experimentan síntomas más generalizados, como pérdida de peso y fatiga, desarrollan una forma leve de la enfermedad.
Los pacientes que sufren de dificultad para respirar y erupciones cutáneas pueden desarrollar sarcoidosis más crónica y grave. La raza también parece jugar un papel; Los caucásicos tienen más probabilidades de desarrollar una forma leve de la enfermedad, mientras que los afroamericanos tienden a desarrollar la forma más crónica y grave.
Es importante acudir al médico si se dan algunas de las siguientes circunstancias:
Tienes tos que no desaparece.
Desarrollas una erupción cutánea repentina e inexplicable.
Experimentas una pérdida de peso repentina e inexplicable.
Experimentas fatiga crónica o no se sientes bien.
Esta sintomatología no implica necesariamente que se padezca sarcoidosis, pero el médico será quien se encargue de descartar o confirmar la enfermedad.
¿Quién contrae sarcoidosis?
La sarcoidosis ocurre con mayor frecuencia entre los 20 y 40 años. Además, las mujeres son diagnosticadas con más frecuencia que los hombres. La enfermedad es de 10 a 17 veces más común en los afroamericanos que en los caucásicos. Las personas de origen escandinavo, alemán, irlandés o puertorriqueño también son más propensas a la enfermedad.¿Qué causa la sarcoidosis?
Se desconoce la causa exacta de la sarcoidosis. Puede ser un tipo de enfermedad autoinmune asociada con una respuesta inmune anormal, pero lo que desencadena esta respuesta es incierto. Todavía se está estudiando cómo se propaga la sarcoidosis de una parte del cuerpo a otra.¿Cómo se diagnostica la sarcoidosis?
No existe una única forma de diagnosticar la sarcoidosis, ya que todos los síntomas y resultados de laboratorio pueden ser idénticos a los de otras enfermedades. Por esta razón, el especialista tiene que revisar cuidadosamente tu historial médico. Tendrás que someterte a un examen para determinar si tienes sarcoidosis. Las herramientas principales que usará el médico para diagnosticar la sarcoidosis incluyen:Radiografías de tórax. Con ellas se podrá detectar turbidez (infiltraciones pulmonares) o ganglios linfáticos inflamados (linfadenopatía).
TCAR (TC de alta resolución). Esta prueba puede proporcionar una visión mucho más detallada de los pulmones y los ganglios linfáticos que la que se obtiene mediante una radiografía de tórax.
Pruebas de función pulmonar. Este método servirá para medir cómo es el funcionamiento de los pulmones.
Broncoscopia. Sirve para inspeccionar los bronquios y extraer una biopsia (una pequeña muestra de tejido). De este modo se pueden buscar granulomas y obtener material para descartar infección. La broncoscopia implica pasar un pequeño tubo (broncoscopio) por la tráquea y hacia los bronquios.
¿Cómo se trata la sarcoidosis?
No existe cura para la sarcoidosis, pero la enfermedad puede mejorar por sí sola con el tiempo. Muchas personas con sarcoidosis tienen síntomas leves y no requieren ningún tratamiento. El tratamiento, cuando es necesario, se administra para reducir los síntomas y mantener el funcionamiento adecuado de los órganos afectados.Los tratamientos generalmente se dividen en dos categorías: mantenimiento de buenos hábitos de salud y tratamiento con fármacos. Las buenas prácticas de salud incluyen:
Realizar chequeos regulares.
Seguir una dieta bien balanceada con una variedad de frutas y verduras frescas.
Beber suficientes líquidos todos los días.
Dormir de seis a ocho horas cada noche.
Hacer ejercicio regularmente y controlar el peso.
Dejar de fumar.
Los tratamientos farmacológicos se usan para aliviar los síntomas y reducir la inflamación de los tejidos afectados. La prednisona oral con corticosteroides es el tratamiento más utilizado. La fatiga y la tos persistente generalmente mejoran con el tratamiento con esteroides.
Si se recetan esteroides, debe consultar al médico a intervalos regulares para que pueda controlar la enfermedad y los efectos secundarios del tratamiento.
¿Qué puede suceder a medida que progresa la enfermedad?
En muchas personas con sarcoidosis, la enfermedad aparece brevemente y luego desaparece sin que la persona sepa que tiene la enfermedad. Del 20% al 30% de los pacientes tienen algún daño pulmonar permanente.Para un pequeño número de afectados la sarcoidosis es una condición crónica. En algunas personas, la enfermedad puede provocar el deterioro del órgano dañado. En raras ocasiones, la sarcoidosis puede ser fatal. La muerte generalmente es el resultado de complicaciones con los pulmones, el corazón o el cerebro.
Especificaciones sobre la sarcoidosis pulmonar
La sarcoidosis en los pulmones se llama sarcoidosis pulmonar. Causa pequeños bultos de células inflamatorias en los pulmones. Los granulomas pueden afectar el funcionamiento de estos órganos.Los granulomas generalmente sanan y desaparecen solos. Pero, si no sanan, el tejido pulmonar puede permanecer inflamado y cicatrizar y ponerse rígido. Esto se llama fibrosis pulmonar. Cambia la estructura de los pulmones y puede afectar a tu respiración.
Este tipo de sarcoidosis también puede acabar en bronquiectasia. Este hecho ocurre cuando se forman bolsas en los tubos de aire del pulmón y se infectan. En cualquier caso, estos problemas no son comunes.
¿Qué causa la sarcoidosis pulmonar?
La causa de la sarcoidosis pulmonar es desconocida. Los expertos piensan que las bacterias, los virus o los químicos pueden desencadenar la enfermedad. También puede ser genético. Esto significa que es más probable que una persona desarrolle sarcoidosis si alguien de su familia cercana la tiene.¿Cuáles son los síntomas de la sarcoidosis pulmonar?
La mayoría de las personas con sarcoidosis no tienen síntomas y probablemente no saben que tienen la enfermedad. Puede afectar muchos órganos, causando una variedad de síntomas. La sarcoidosis pulmonar puede reducir la cantidad de aire que los pulmones pueden contener y causar rigidez pulmonar.Cada persona puede experimentar la sintomatología de manera diferente. Los síntomas más comunes pueden incluir:
Falta de aliento, que a menudo empeora con la actividad.
Tos seca que no desaparece.
Dolor de pecho.
Sibilancias.
La sarcoidosis también puede causar síntomas no relacionados directamente con los pulmones, como:
Cansancio extremo.
Fiebre.
Inflamación de los ojos y dolor, ardor, visión borrosa y sensibilidad a la luz.
Sudores nocturnos.
Dolor en las articulaciones y los huesos.
Erupciones en la piel, bultos y cambios de color en la cara, brazos o espinillas.
Ganglios linfáticos inflamados.
Pérdida de peso.
Los síntomas de la sarcoidosis pulmonar pueden parecerse a otras afecciones o problemas médicos. Es importante que el médico realice las pruebas necesarias para obtener un diagnóstico.
¿Cómo se diagnostica la sarcoidosis pulmonar?
Primero es preciso realizar un historial médico completo y un examen físico. Las pruebas utilizadas pueden incluir:
Radiografía de pecho. Un tipo de prueba de imagen utilizada para evaluar los pulmones, así como el corazón. Las radiografías de tórax pueden mostrar información importante sobre el tamaño, la forma y la ubicación de los pulmones, los bronquios y el mediastino (área en el medio de la caja torácica que separa los pulmones).
Tomografía computarizada. Una prueba de imagen que utiliza rayos X y tecnología informática para producir imágenes o cortes horizontales o axiales del cuerpo. Una tomografía computarizada muestra imágenes detalladas de cualquier parte del cuerpo, incluidos los pulmones. Las tomografías computarizadas son más detalladas que las radiografías regulares. Se pueden usar para diagnosticar enfermedades pulmonares, controlar la progresión de la enfermedad y evaluar la respuesta al tratamiento.
Pruebas de función pulmonar. Estas son pruebas que ayudan a medir la capacidad de los pulmones para mover el aire dentro y fuera de los pulmones. Las pruebas generalmente se realizan con máquinas especiales en las que la persona debe respirar.
Análisis de sangre. Estos pueden usarse para verificar la cantidad de dióxido de carbono y oxígeno en la sangre, evaluar la función hepática y renal y buscar infecciones y otras enfermedades.
Broncoscopia. Se coloca un tubo largo, delgado y flexible con una luz al final por la garganta hasta los pulmones. Esto le permite al médico ver los bronquios, las principales vías respiratorias de los pulmones. Se hace para ayudar a evaluar y diagnosticar problemas pulmonares. Las muestras de tejido pulmonar (biopsia) y los lavados de pulmón, que eliminan las células de los pulmones, se pueden hacer a través del broncoscopio.
Lavado broncoalveolar. Este es un procedimiento en el cual se coloca una solución salina estéril en los pulmones a través de un broncoscopio y luego se succiona. La solución salina transporta células del tracto respiratorio inferior, que se pueden revisar con un microscopio para ayudar a identificar la inflamación y la infección. Puede ayudar a descartar ciertas causas.
Biopsia pulmonar. Una prueba en la que se extrae un pequeño trozo de tejido, células o líquido de los pulmones y se examina con un microscopio.
La sarcoidosis generalmente se diagnostica cuando se descartan otros trastornos pulmonares.
Puntos clave sobre la sarcoidosis pulmonar
La sarcoidosis es causada por la inflamación. La mayoría de los casos de sarcoidosis se encuentran en los pulmones y los ganglios linfáticos, pero puede ocurrir en casi cualquier órgano.La sarcoidosis en los pulmones se llama sarcoidosis pulmonar. Causa pequeños bultos de células inflamatorias, llamadas granulomas, en los pulmones. Pueden afectar el funcionamiento de estos órganos.
La causa de la sarcoidosis pulmonar es desconocida. Los síntomas más comunes son dificultad para respirar, que a menudo empeora con la actividad; tos seca que no desaparecerá; dolor de pecho y sibilancias.
El tratamiento generalmente se realiza para controlar los síntomas o para mejorar la función de los órganos afectados por la enfermedad. Los esteroides son de uso frecuente.
Una vez más, es necesario hacer en hincapié en acudir al médico si se padece alguno o varios de los síntomas descritos. Será el especialista quien descarte o confirme el diagnóstico de sarcoidosis.