Al igual que pido a los demás (no sólo pacientes, sino gente de mi alrededor), voy a dejar libres mis alas y voy a hablar en un tono más reflexivo que en otras ocasiones, sobre un tema que me apasiona? Sígueme!
Mil y una veces me he sentado en el ordenador a escribir o a trabajar, o he comenzado a leer, y me he dado cuenta de que, entre la lectura, han aparecido mil y un pensamientos que no tenían nada que ver con ello: que si me acuerdo de que le tengo que decir esto a esta persona, que si tengo que acordarme de comprar esto, que si tengo que llamar a lo otro, que si? Párate. Fíjate. ¿Cuántas veces te pasa al día? Seguramente, eso será lo más complicado: parar.
¿Por qué ocurre esto? Hoy en día nuestra mente ha tenido que desarrollar un nuevo estilo de vida: el estilo non stop, el estilo de vivir en un pasado y en un futuro, y el de crear un presente en base a eso. Esta nueva habilidad implica dividir nuestra atención hacia diferentes focos, lo que reduce considerablemente nuestra concentración y sobre todo nuestro disfrute ante las cosas. Pongo un ejemplo:
” Estoy tomando un café con una amiga que hace mucho que no veo, y de repente me viene a la cabeza que en una hora tengo que estar en casa porque tengo que mandar unos documentos por correo, después hacerme la cena, ducharme e irme a dormir pronto, que al día siguiente madrugo.”
Piensa si alguna vez te ha pasado e intenta ponerte en situación. Imagina cómo te sientes en esa situación. Supongo que al menos, inquieta. Y, ¿sabes qué? Ni estás disfrutando de la compañía de tu amiga (que ya de por sí es escasa debido a nuestro estrés de vida), ni estás preparando las cosas para el día siguiente. ¿Dónde te encuentras en ese momento? ¿En el presente? ¿O en una realidad anticipada de un futuro inmediato? Este es un ejemplo claro del concepto antagónico a VIVIR EL AHORA.
Me gustaría desarrollar este punto con especial atención, para no confundir términos. Cuando hablamos de vivir el ahora no nos referimos a hacer lo que nos venga en gana porque el tiempo es oro y todos vamos a acabar bajo tierra. NO. Esta acepción precisamente conlleva matices contrarios a lo que quiero transmitir. Esta idea implica cierto egoísmo en sus actos. Vivir el presente, entendiendo esta idea como un sinónimo a desarrollar nuestra presencia, implica ser conscientes de cada uno de nuestros actos en su totalidad. Y eso es de lo que os quería hablar hoy: una práctica llamada Mindfulness(o atención plena).
ALGUNAS RECOMENDACIONES:
Hablar en profundidad de este tema implicaría muchas páginas y demasiadas horas dedicadas, pero podemos lanzar algún consejo para empezar a trabajar esa atención en el presente:
Como ves este artículo está plagado de ?tengo que…?. Empieza a descartarlos. Rechaza pensamientos rígidos que sólo suponen un estrés añadido a tu vida.
Sé consciente de esos pensamientos que te asaltan: cuando estás haciendo una tarea (como leer o tomar café con una amiga) es un tiempo dedicado exclusivamente a eso. Lo que tengas que hacer después, es después. No ahora.
¿Cómo lograrlo? Identifica el pensamiento pero ¡no lo juzgues! Acepta el vaivén de los mismos. Simplemente date cuenta de que están y desvía de nuevo la atención a esa tarea principal.
Practica en casa. Concéntrate en tu respiración (y sólo en ella), o en las sensaciones de tu cuerpo, en los sonidos de tu entorno? durante 5 minutos. Sé consciente precisamente de los pasos anteriores, y empieza a practicar la conciencia plena de esos estímulos. Cuando los pensamientos te asalten, vuelve a cambiar el foco de atención a tu anclaje (la respiración o lo que hayas elegido).
Si vas construyendo ese hábito, puedes ir incrementando el tiempo de meditación. Cuando la mente se va calmando, nos vamos tranquilizando y vamos siendo capaces de mantenernos concentrados en un punto durante algún tiempo, empezamos a ver las cosas con mayor claridad y serenidad. Comparando la mente con un estanque, si removemos el fondo, el estanque se volverá turbio y no nos dejará ver el fondo, pero si esperamos a que la tierra se asiente, podremos contemplar, cada vez más, la nitidez del fondo.
No juzgues lo que pasa por tu mente. Sólo observa.
No te asustes si al principio no consigues hacerlo de manera efectiva. Piensa que a lo largo de nuestra vida nuestra mente ha aprendido a pensar de ese modo. Cambiar el modo en que funciona nuestro cerebro no es tarea fácil, pero no es imposible.
¿Qué elijes?¿Mind full or mindful? (¿mente ?llena? o consciente?)
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