El ejercicio regular ayuda a las personas con asma
Sin duda. Es un buen aliado para conseguir que tus músculos pectorales estén desarrollados convenientemente. Harán que tus pulmones tengan una ayuda extra. Además, al hacer ejercicio potenciamos un control sobre nuestro peso. Ya sabes que el exceso de peso nos hace realizar mayores esfuerzos y respirar con mayor dificultad.
El asma o las alergias en general, no deben servir de excusa para hacer una vida sedentaria. Al contrario, la práctica del ejercicio nos ayudará a vencer cualquier viso de limitación que pudiéramos vislumbrar por nuestro estado de salud.
Existen deportes más propicios para los asmáticos
En principio hay que decir que sí, que existen deportes más propicios para asmáticos. Evidentemente, si practicas yoga, golf o gimnasia, la fatiga respiratoria no tiene por qué verse estimulada.
Por el contrario, algunos deportes como el fútbol o las pruebas del tipo Marathon Man pueden plantear ciertos problemas. Un ejemplo es la alergia al polen del césped. En el segundo caso, la dureza extrema de las pruebas y el hecho de que se circule por espacio con mucho polvo, puede desencadenar una crisis. Pero nada es imposible.
Sin embargo, parece que uno de los mejores deportes para practicar por asmáticos es la natación. No hay que correr, provoca menos presión en el pecho y lo practicas en un ambiente húmedo.
Otro dato a tener en cuenta es que es mejor que los alérgicos y asmáticos puedan practicar algún tipo de ejercicio que vaya a intervalos. De manera que puedan descansar y recuperar la respiración. Es el caso de la carrera de relevos y algunos deportes que se practican en equipo.
Qué protección necesitas a la hora de hacer deporte si tienes asma
Algunos deportistas de alto rendimiento suelen hacer inhalaciones de sus nebulizadores media hora antes de llevar a cabo su sesión deportiva.
Según los alergólogos, una persona asmática debe aspirar a llevar una vida completamente normal. Ello implica, cómo no, la práctica deportiva. Las espirometrías demuestran que la natación, por ejemplo, aumenta mucho la capacidad vital. De hecho se sabe que muchos grandes nadadores comenzaron haciendo natación como “receta médica” de su doctor, con el fin de mejorar su asma.
Y si haces ejercicio al aire libre es recomendable que utilices mascarillas antipartículas, para que tus vías aéreas no se llenen de polvo, polen o contaminación, que pueden causarte un ataque de asma.
Es cierto que existe un tipo de asma inducido por el deporte. En cuanto comienzas a hacer ejercicio empieza la tos, la respiración entrecortada y las sibilancias. Sin embargo, la solución no pasa por dejar de hacer deporte sino por llevar los hábitos de vida adecuados, tomar la medicación y seguir las pautas del médico.
También puedes utilizar la tecnología para saber los niveles de contaminación y polenes antes de salir a hacer deporte con nuestra app para asmáticos.
Ante todo, no dejes de hacer deporte, siempre te vendrá bien.