Los músculos de esta zona del cuerpo son tan importantes como los de los brazos y las piernas, pues nos permiten mantener una posición firme y nos permiten mover la cabeza en múltiples direcciones, así como facilitarnos el hablar, el comer e incluso el dormir con tranquilidad. Descubre la mejor manera para prevenir estas dolencias, a través de indicaciones 100 % naturales.
Remedios naturales para el dolor de cuello
En la naturaleza podemos encontrar los calmantes necesarios para decir adiós a estas y otras molestias. Por eso recomendamos:
Beber té de manzanilla: desinflama y es analgésico por naturaleza. Una taza de este té al menos cada dos horas te dará el alivio que buscas.
Aceite de lavanda: en este caso recurrimos a la llamada aromaterapia para quitar el dolor. Aplica este aceite en tus manos y haz un masaje relajante en la zona adolorida. El olor de esta esencia aleja el estrés y te da la calma en unas tres sesiones de masajes.
Cáscaras de naranja: debes aplicar compresas con paños tibios. Hierve la piel de esta fruta por unos minutos y humedece una pequeña toalla. Esta la ubicas como si se tratara de una bufanda y la dejas para que relaje la zona afectada hasta que sientas que el calor ha disminuido. Repite varias veces al día.
Hielo: este es el desinflamante natural por excelencia. Aplica hielo envuelto en un pañuelo y notarás cómo en unos 40 minutos puedes decir que has eliminado el dolor.
Árnica: esta planta es especial para promover la circulación de la sangre, por lo que aplicar compresas similares a como te indicamos con la naranja te ayudará a encontrar la paz al dolor en poco tiempo. Haz estas sesiones de compresas varias veces al día.
Causas del dolor de cuello
Puede ser larga la lista de detonantes de este malestar, que se presenta tanto en hombres como en mujeres, desde los más pequeños hasta los abuelos. Ten en cuenta:
Problemas cervicales:Se produce en personas que han padecido traumas fuertes, como accidentes en automóvil, caídas o movimientos bruscos repentinos, que afectan a la cervical y se manifiesta el problema a través de las temidas dolencias. En casos severos, el dolor puede extenderse a toda la zona alta de la espalda.
Por tortícolis: en este caso hablamos de una contractura que sufre el músculo cervical. Puede presentarse también por movimientos bruscos inesperados, como un giro de cabeza repentino, ante un susto o un llamado de otra persona, aunque otro agente activo de este mal puede ser una mala posición cuando se duerme.
Por otras lesiones musculares: si eres de las personas que pasa 7 u 8 horas al día en una misma posición, como en el caso de las labores de oficina, es posible que los músculos sufran lesiones por tensión excesiva. En estos casos afecta no solo al cuello, sino también la espalda.
Por hernia discal: hablamos en este caso de una fisura que se presenta en el disco cervical. Esta lesión comprime las estructuras nerviosas de la zona cervical manifestándose en malestar en el cuello y la espalda, y puede llegar incluso a impedir que se pueda caminar con tranquilidad.
Osteoporosis: si eres mujer y sientes este y otros dolores de manera frecuente, deberías considerar hacer un estudio de tus niveles de calcio, pues un caso inicial de osteoporosis puede ser la respuesta a que te duela el cuello muy seguido.
Síntomas de molestias en el cuello
A grandes rasgos, la sintomatología que se puede presentar es:
Malestar al inclinar la cabeza a cualquiera de los costados.
Imposibilidad de descansar al yacer acostado, ya sea con o sin almohada.
Dolor en la zona alta de la espalda.
Dolencias al estar sentado durante varias horas.
Agudas punzadas locales en la cervical, cuando se hacen movimientos leves o bruscos.
En casos extremos imposibilidad para girar la cabeza.
Rigidez muscular.
Inflamación local.
Dolor de cabeza o migraña.
Ejercicios para aliviar dolores en el cuello
Puedes encontrar el alivio deseado en la práctica de específicos movimientos que, además de ayudarte a encontrar la calma, te ayudarán a prevenir dolencias futuras. Pues se trata de fortalecer estas fibras musculares, para que resistan con mejor entereza los embates de estrés futuros.
Primer ejercicio: ubícate en una pared recostado, firme. No tener ningún tipo de calzado. Ahora pega la parte trasera de tu cabeza a la pared. Es esta la primera fase del ejercicio. La segunda consiste en inclinar la cabeza hacia adelante, lo más bajo que puedas, para estirar los músculos y eliminar la tensión.
Segundo ejercicio: la misma posición anterior, pero inclinas la cabeza hacia el costado derecho y hacia el izquierdo. En ambos casos, unas cuatro series de siete inclinaciones te harán bien.
Tercer ejercicio: necesitas una toalla seca. Enrolla la misma y ponla como si se tratara de una bufanda, pero sostén cada extremo con tus manos. Ahora debes hacer masajes mientras mueves ligeramente la cabeza en forma circular, como si trataras de describir con tu cabeza una circunferencia. La toalla te dará un masaje mientras distiendes las cerdas musculares en tensión.
Estos 3 ejercicios te darán el alivio que persigues. Puedes usar la creatividad y alternarlos a lo largo del día, junto a los remedios recomendados más arriba. Siguiendo nuestras indicaciones podrás decir adiós al dolor de cuello en menos de lo que esperas. En caso de que persista, puedes acudir a un especialista, que determine causas más serias que contracturas o tensiones musculares.
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