La lógica dice que a más actividad física más calorías consumimos, ¿pero entonces por qué hay muchísimas personas que a pesar de cuidarse y hacer mucho ejercicio les cuesta mucho adelgazar o incluso dejan de adelgazar en algún momento?
Pensemos que nuestro cuerpo es muy inteligente y cuando el percibe que hay escasez de calorías o energía, activa una especie de proceso de defensa de tal manera que deja de consumir grasa ya que la necesitará para hacer frente a esta etapa de escasez nutritiva.
Cuando esto sucede, lo que pasa es que el cuerpo empieza almacenar grasa y a utilizar los tejidos musculares para obtener la energía vital.
Teniendo en cuenta esto, algo que no tendría mucho sentido es saltarse comidas pensando que así vamos a adelgazar, porque lo que sucede en esos casos es justamente todo lo contrario.
Pero hablando del ejercicio cardiovascular, ¿cuánto ejercicio de este tipo se aconseja hacer con el fin de perder grasa y peso corporal?
Los expertos en fitness y acondicionamiento físico dicen que cuando no somos una persona que siempre haya hecho ejercicio, lo mejor es entrenar como máximo 7 horas a la semana.
Por otro lado cuando el objetivo de una persona es además de adelgazar mejorar la fuerza y su resistencia, los ejercicios de cardio deberían de ser complementados con ejercicios de fuerza en el gimnasio o en casa en el caso de disponer de los medios necesarios.
Lo que cuentan muchos expertos y también deportistas amateur es que cuando han combinado el ejercicio cardiovascular con el ejercicio anaeróbico o de pesas, han conseguido mejores resultados en el sentido de que han perdido mucha más grasa, además de que mejoran mucho su rendimiento deportivo y sus capacidades físicas.
Si eres alguien que lo primero, cuida su dieta y después hace mucho ejercicio cardiovascular pero a pesar de ello no adelgaza, puede ser interesante incluir ejercicios de pesas en tu plan de entrenamiento. Así se obtienen las siguientes ventajas:
Se evita perder masa muscular
Mejora nuestra forma física
Aumentamos el consumo calórico
Mejoramos el tono muscular que ayuda a perder más grasa
Rompemos la monotonía en los entrenamientos
La última ventaja de esta lista tiene una importancia mayor de lo que uno pueda llegar a pensar y de hecho, es otra de las razones principales para que mucha gente haga mucho ejercicio aeróbico o cardiovascular y no consiga adelgazar.
Tal y como sucede con la alimentación, el cuerpo es muy inteligente y es muy fácil que se acostumbre a un determinado tipo de entrenamiento
Si siempre que por ejemplo salimos a correr, llevamos el mismo ritmo y lo hacemos en el mismo tramo, eso acaba haciendo que nuestro cuerpo se acostumbre a ese entrenamiento y puede que al principio nos sirva para perder peso, pero con el tiempo deja de ser efectivo.
Hay que variar tanto los tiempos de entrenamiento como la intensidad con la que se realizan los ejercicios cardiovasculares para que nuestro cuerpo siga quemando grasa sin tanta dificultad.