Muchos de nosotros empezamos a pensar en nuestros propósitos de Año Nuevo, y comenzamos tratando de cumplir esos objetivos o los rompemos. Pero cada año se repite la misma historia. Y muchos no nos damos cuenta de que la tradición de hacer promesas en el primer día del año es una costumbre iniciada por nuestros antepasados romanos.
Idea Romana
“Los funcionarios más altos de Roma hicieron el propósito de permanecer leales a la república y al Emperador el 1 de enero”. Dice el profesor Richard Alston, del Departamento de Estudios Clásicos en la Royal Holloway University.
“Una gran ceremonia marcaba la ocasión, donde las legiones romanas desfilaban y ofrecían sacrificios en la Colina Capitolina. Este evento anual renovaba los lazos entre los ciudadanos, el Estado y los Dioses”, afirma Alston.
El Dios de Doble Cara
El primer día del Año que comenzaba ofrecía a todos los ciudadanos romanos una oportunidad para reflexionar sobre el pasado. Y mirar hacia el año que llegaba. Las personas intercambiaban frutas dulces y miel. Se saludaban con bendiciones para el nuevo año y los tribunales sólo trabajaban por la mañana, así que tenían unas pequeñas vacaciones de medio día.
Janus el Dios de los comienzos
“El 1 de enero, nuestros antepasados romanos celebraban a Janus, el dios de los nuevos comienzos. Que tiene dos caras: una mirando hacia el pasado y otro que mira al futuro”. Añadió el profesor Alston” Janus era representado en las puertas y umbrales, y los romanos nombraron al mes de enero en su honor.
Simbolismos de Janus
Janus también simboliza los valores de la casa, la familia, la amistad y la civilización. Y las puertas de su templo estaban cerradas cuando Roma estaba en paz y eran abiertas de golpe en tiempos de guerra. Como si el dios ya no estuviese presente.
Al igual que lo hacemos hoy, también sabemos que los romanos celebraban un festival a mediados de invierno. En el que se reunían con los amigos, intercambiaban regalos y pasaban un buen rato antes de que comenzara el siguiente año.
Esta tradición es importante porque al crearnos objetivos le damos ese sentido a la vida que muchos pueden olvidar y sentirse sin él. Siempre hago énfasis en el equilibrio: Claro que hay que hacer lo posible por cumplir nuestros propósitos o metas. Pero el no lograrlos puede frustrar terriblemente, así que hay que aprender también que no siempre se puede ganar. Y no te preocupes, el Sol saldrá al siguiente día para que recomiences y lo intentes de nuevo.
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