A diferencia del enfoque de la medicina convencional para el tratamiento de la aterosclerosis, que consiste en hacer frente a muy pocos factores probados de riesgo cardíaco, se puede usar un régimen nutricional integral para atacar todos los factores de riesgo que contribuyen a la aterosclerosis.
Los ácidos grasos Omega-3 en la enfermedad vascular
Los estudios han demostrado que los ácidos grasos omega-3 combaten el desarrollo y progresión de la enfermedad vascular a través de múltiples mecanismos, entre ellos, la reducción de los triglicéridos y de la presión arterial, mejora la función endotelial y el aumento en los niveles del colesterol HDL.
Un equipo de investigación examino la correlación entre los niveles de ácidos grasos omega-3 del tejido y las medidas de circulación del Lp-PLA2, un marcador de la placa arterial inflamatoria, en más de 300 pacientes.
Encontraron una asociación fuerte, independiente e inversa entre los niveles de omega-3 del tejido y el marcador de circulación Lp-PLA2. Lo que permitió concluir que la ingesta de ácidos grasos omega-3 pueden reducir los niveles de Lp-PLA2 y por lo tanto reducir el riesgo de enfermedad vascular.
En otro estudio que involucró a 563 hombres de edad avanzada, se les administro 2.4 gramos por día de suplementos de ácidos grasos omega-3, teniendo como resultado una mejoría notable en la elasticidad arterial.
En 16 pacientes con enfermedad arterial periférica que ya estaban siendo tratados con métodos convencionales, la adición de 2 gramos diarios de ácidos grasos omega-3 demostró mejorar significativamente la función endotelial.
Del mismo modo, otro estudio encontró que cuando los ácidos grasos omega-3 se combinaron con rosuvastatina, la combinación mejora la vasodilatación dependiente del endotelio, mientras que la rosuvastatina sola no logra mejorar la función endotelial.
La propionil L-carnitina (PLC)
La propionil L-carnitina ha llamado la atención por su capacidad para mejorar directamente la función endotelial. La propionil L-carnitina pasa a través de la membrana mitocondrial para suministrar L-carnitina directamente a las mitocondrias, los orgánulos productores de energía de las células.
La Carnitina es esencial para el transporte mitocondrial de ácidos grasos y la producción de energía. El 70 por ciento de la energía que queman las células endoteliales y las células musculares del corazón provienen de los ácidos grasos, de ahí su importancia.
Por el contrario, la mayoría de las otras células generan el 70 por ciento de su energía a partir de glucosa y sólo el 30 por ciento de ácidos grasos.
En estudios con humanos, la propionil L-carnitina reduce significativamente los niveles de homocisteína cuando se administra por vía intravenosa a pacientes de hemodiálisis.
Los estudios en animales sugieren que puede ayudar a prevenir o disminuir la gravedad de la enfermedad vascular.
En conejos alimentados con una dieta alta en colesterol, que normalmente induce la disfunción endotelial y la aterosclerosis posterior, la suplementación con dicho nutriente resultó en una reducción del grosor de la placa, niveles de triglicéridos significativamente más bajos y la reducción de la proliferación de células espumosas, células distintivas de la estría lipídica.
También mejora la función endotelial mediante el aumento de la producción de óxido nítrico en animales con presión arterial normal y en modelos animales de hipertensión.
El óxido nítrico es importante porque ayuda a mantener las arterias abiertas. El aumento de la producción de óxido nítrico inducida por propionil L-carnitina está relacionada con sus propiedades antioxidantes, lo que redunda en un claro beneficio para las personas que padecen de enfermedad vascular.
L-arginina
Este aminoácido ha atraído la atención por su capacidad para mejorar la función endotelial. La L-arginina sirve como el precursor de óxido nítrico en el endotelio.
Para averiguar si la L-arginina mejora la función arterial en las personas con enfermedad arterial periférica, así como determinar una dosis oral óptima, un grupo de investigadores de la Universidad de California, San Francisco, analizó la capacidad de L-arginina para mejorar la distancia caminada y la velocidad al caminar entre las personas con enfermedad arterial periférica.
Un estudio piloto formado con 80 pacientes, se les administro diariamente 3g de L-arginina al día, mejoraron de forma notable tanto la velocidad como la distancia al caminar.
Otro estudio examinó los efectos de la L-arginina en pacientes con enfermedad coronaria estable a quienes se les suministro de forma oral. El equipo encontró que la dilatación de la arteria braquial, una medida de la función endotelial, mejoró mediante la aplicación de 10 g de L-arginina.
Coenzima CoQ10
La coenzima Q10 es de importancia crítica para la enfermedad vascular, ya que está directamente implicada en la producción de trifosfato de adenosina o ATP por sus siglas en ingles, la moneda energética del cuerpo humano.
Debido a que el corazón es un músculo que nunca se detiene ¿Sabes que pasaría si se detuviera? Se necesita una cantidad sustancial de Coenzima Q10.
Los niveles de dicho nutriente en el tejido del corazón disminuyen de manera desproporcionada con la edad. A los 20 años, el corazón tiene un nivel superior a otros órganos importantes. A los 80 años se da un cambio brusco en los niveles ya que el corazón presenta niveles por debajo de la mitad de los que tuvo a los 20 años.
Karl Folkers un pionero de la coenzima Q10 (1985), de acuerdo con otros estudios japoneses, encontró niveles bajos de Coenzima Q10 en pacientes con enfermedad vascular severa y demostró que los suplementos de dicho nutriente elevaron significativamente los niveles de la Coenzima Q10 en la sangre y en los tejidos del corazón de dichos pacientes.
Además de su participación en la producción de energía, CoQ10 es también un potente antioxidante, representa la primera línea de defensa contra la oxidación del colesterol LDL; la oxidación de dicho colesterol contribuye en gran medida a la disfunción endotelial.
La Coenzima Q10, en combinación con las vitaminas C, E y el selenio, se demostró en un ensayo controlado aleatorio que pueden mejorar significativamente la elasticidad arterial en pacientes con múltiples factores de riesgo de enfermedad vascular.
Los autores encontraron que los aumentos inducidos por antioxidantes en la elasticidad arterial se asociaron con una mejoría de la glucosa y el metabolismo de los lípidos, así como la disminución de la presión arterial.
En un estudio en animales, la suplementación con Coenzima Q10 ha demostrado mejorar la función endotelial, medida por la disponibilidad de óxido nítrico en la aorta torácica.
Granada
Para que la lipoproteína de alta densidad, también conocido como colesterol HDL pueda realizar sus funciones vitales, necesita de una enzima llamada paraoxonasa-1: PON-1) cuya función primordial es proteger al colesterol HDL de la oxidación, de lo contrario la capacidad del colesterol HDL de proteger las arterias, se vería afectada.
En los seres humanos con el paso del tiempo, los niveles de PON-1 disminuyen de forma notoria, lo que reduce la capacidad del colesterol HDL para proteger el organismo de los ataques cardíacos y de los accidentes cerebrovasculares.
Este fenómeno ayuda a explicar la aparición acelerada de la placa de aterosclerosis; a tal punto que en un plazo de sólo unos pocos años, las arterias sanas de una persona que esta envejeciendo se ven afectadas rápidamente por dicha placa.
Además de su capacidad para proteger contra la oxidación del colesterol HDL, la enzima PON-1 también ha demostrado su capacidad de hidrolizar (romper) la homocisteína tiolactonas, que es responsable del daño a los vasos sanguíneos. Así la enzima PON-1, por sí solo, es un protector de los vasos sanguíneos.
La peroxidación lipídica es una reacción de radicales libres que daña gravemente las membranas celulares y está implicada en una serie de enfermedades degenerativas. La paraoxonasa-1 bloquea las reacciones destructivas de la peroxidación de lípidos, constituyéndose así en una enzima crucial para mantener la salud de los seres humanos en el proceso de envejecimiento.
La investigación indica que la granada y sus extractos pueden elevar significativamente los niveles de actividad de la enzima paraoxonasa-1 en el cuerpo, a través de distintas vías biomoleculares, entre las que se incluyen la lucha contra la inflamación y la adherencia del colesterol LDL, modulando favorablemente la expresión génica.
Los extractos de granada pueden reducir la oxidación y la inflamación en gran medida a través de su efecto sobre la actividad de la enzima PON-1, interviniendo en cada paso en el desarrollo de la aterosclerosis.
Los investigadores estudiaron los efectos de la granada en personas que consumieron zumo de granada durante 2 semanas. El equipo encontró reducciones en la aglutinación del colesterol LDL y la retención en los vasos, acompañado de un aumento del 20% en la actividad de la enzima PON-1.
En ratones a los que se les indujo la formación de placas de aterosclerosis, se les suministro una dieta complementada con granada y se pudo observar una reducción del 90% en la oxidación del colesterol LDL.
El ácido lipoico
Es un antioxidante natural que funciona como una coenzima en el metabolismo energético de las grasas, carbohidratos y proteínas.
Puede regenerar tiorredoxina (una proteína antioxidante), vitamina C y glutatión, que a su vez puede reciclar la vitamina E. El ácido lipoico también ayuda a controlar los niveles de glucosa sérica en pacientes diabéticos.
En estudios con animales, ha demostrado su capacidad para reducir la disfunción endotelial. Mientras en los estudios con humanos han encontrado que el ácido lipoico mejora la función endotelial entre las personas que padecen del síndrome metabólico.
El ácido lipoico funciona mejor en combinación con antioxidantes como la carnitina, coenzima Q10, vitamina E y selenio-metionina.
Hasta aquí vamos a llegar, no obstante, todavía restan varios nutrientes que se pueden utilizar para reducir los riesgos de padecer de la enfermedad vascular.
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…Es por tu salud!
Jacobo
Temas sobre salud, las enfermedades en la sociedad actual
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