Este músculo tiene dos partes: la parte frontal y la parte posterior y es el responsable de girar, extender y flexionar el cuello hacia un lado. Es uno de los principales motores de la zona cervical, es por ello que al mantener el músculo en buenas condiciones se pueden evitar problemas cervicales como la cervicalgia y cervicobraquialgia.
Los síntomas y trastornos autonómicos y propioceptivos de una lesión en el músculo esternocleidomastoideo, a menudo se diagnostica erróneamente como otras enfermedades, ignorando el problema original.
Los daños en el músculo esternocleidomastoideo involucran los sistemas nerviosos, endocrino, cardiovascular, respiratorio, digestivo e incluso los primeros rasgos faciales.
Función del músculo esternocleidomastoideo
La función principal es mantener la cabeza estable cuando esta no se mueve. Por lo tanto, para las personas sedentarias es uno de los músculos más vulnerables.
Veamos otras funciones importantes del músculo esternocleidomastoideo:
Estabilizar la cabeza y el cuello
Evitar el estiramiento excesivo del cuello y el movimiento hacia a tras de la cabeza
Evitar que se doble el cuello
Puede participar en la respiración hasta cierto punto
Coopera con el músculo trapecio, para doblar la cabeza y el cuello
Ayuda a inclinar la cara hacia arriba
Síntomas de una lesión del músculo esternocleidomastoideo
El músculo esternocleidomastoideo puede traer más problemas de los que se puede imaginar. La estadística clínica relaciona la migraña y tinnitus (escuchar un pitido o zumbido dentro del oído) con la probabilidad de una enfermedad en el esternocleidomastoideo. Esta puede causar los siguientes síntomas:
Dolor en la cara, párpados, mandíbula y en la parte posterior de la oreja. También puede causar dolor de cabeza.
Problemas de equilibrio
Mareos, náuseas y vomito
Pérdida de audición
Vértigo
Obstáculos visuales como visión borrosa e imágenes dobles
Problemas respiratorios como congestión nasal, secreción nasal, tos crónica, faringitis o asma
Causas del dolor en el músculo esternocleidomastoideo
Los daños en el músculo esternocleidomastoideo, generalmente es causado por una mala postura al dormir. también puede terminar en una lesión aguda una mala posición, la sobre-rotación del cuello por un tiempo prolongado o una almohada no apropiada que cause tensión en el músculo.
Esta sensación de rigidez en el cuello, a menudo se presenta en la mañana, disminuyendo al avanzar el día. Pero pueden existir casos severos (lesión), donde la rotación del cuello es limitada, acompañada de fuerte dolor constante.
También puede aparecer dolor debido a una presión sobre el músculo, por mirar hacia arriba por un largo tiempo, una corbata demasiado ajustada, montar a caballo, etc. Los tirones bruscos o efecto latigazo, infecciones por gripe o sinusitis e incluso una mala respiración pueden causar lesión.
Tratamiento para aliviar el dolor
El tratamiento se determinará de acuerdo al punto exacto del dolor. Podemos intentar aliviar y relajar el músculo esternocleidomastoideo, aplicando lo siguiente:
Terapia de masaje. Este tratamiento puedes hacerse por sí mismo o con la ayuda de un masajista profesional. El tratamiento se hace apretando el músculo suavemente, utilizando el dedo pulgar e índice.
También se puede frotar con geles especiales para aliviar el dolor, como Penetrex que tiene un efecto analgésico. El dolor en el músculo ira desapareciendo durante un suave masaje.
Tratamiento con medicamentos. Se puede intentar aliviar el dolor con medicamentos de tipo no esteroideo, como el Ibuprofeno o Naproxeno.
Mantener la postura correcta. La postura es una de las causas de los problemas en el músculo esternocleidomastoideo. Al estar de pie o sentado, debes evitar proyectar la cabeza hacia adelante; mantén siempre la cabeza erguida.
Al momento de dormir, use la almohada correcta en el lugar correcto. Mantenga la almohada entre el hombro y la cabeza y nunca debajo de los hombros.
Estiramientos y ejercicios para el músculo esternocleidomastoideo
Como hemos dicho, el músculo esternocleidomastoideo es importante porque realiza múltiples funciones. Por lo tanto, se debe fortalecer por medio de estiramientos y ejercicios. Se necesita más de un estiramiento y ejercicio de fortalecimiento para que este músculo sea flexible y fuerte. Veamos cómo hacerlo:
Ejercicio de retracción del cuello
Este ejercicio se realizará tirando de la barbilla hacia atrás buscando que el cuello se alinee de forma neutral con la columna vertebral. El estiramiento comienza alineando la barbilla paralelamente al piso y tirar la cabeza hacia atrás. Debes mantener la barbilla retractada un tiempo de 20 a 30 segundos.
La finalidad del ejercicio es combatir la deficiencia postural (postura hacia adelante de la cabeza), apretando a su vez el músculo esternocleidomastoideo.
Estiramiento lateral y rotación del Cuello
Este ejercicio alarga el músculo esternocleidomastoideo de una manera diferente al ejercicio anterior. Se trata de un estiramiento que alarga el músculo al doblar el cuello de lado y girarlo hacia el lado que se está estirando.
Primero debes levantarte y retraer tu cuello, después inclina la cabeza hacia la izquierda, al tiempo que giras la barbilla hacia arriba. En este momento debes sentir un estiramiento en el lado derecho de tu cuello. Mantén la posición durante 20 a 30 segundos y repite hacia el lado contrario.
Puente De Pared Lateral apoyando la cabeza
Este ejercicio fortalece al músculo esternocleidomastoideo mediante flexión lateral, usando tu peso corporal como resistencia, ayudado de una pared para el empuje del músculo.
Comienza parándote con el lado izquierdo pegado contra una pared, apoyando igualmente la cabeza contra la pared. Las manos deben mantenerse detrás de la espalda. Para conseguir la posición inicial, desliza los pies hacia la derecha, hasta que el apoyo contra la pared sea diagonal. Los pies deben permanecer juntos y las piernas estiradas.
Ahora empuja contra la pared, inclinando tu cuello hacia la izquierda y el cuerpo hacia la derecha. Repita en el otro lado.
Puente De Pared frontal apoyando la cabeza
Este ejercicio es similar al anterior, pero con la variante de una flexión hacia adelante en lugar de una flexión lateral del cuello. Para realizar este ejercicio necesitamos una pequeña alfombra acolchada o similar, para amortizar la frente.
Para iniciar, párate derecho con vista hacia la pared y coloca la alfombra contra la pared, a la altura del pecho. Da un paso atrás con las piernas rectas y juntas (alineadas con la espalda) e inclínate hacia adelante para colocar la parte superior de la frente contra la alfombra. Las manos deben permanecer detrás de tu espalda.
Ahora, en esta posición inicial, intenta tocar la punta de la nariz a la alfombra (involuntariamente la espalda y las caderas se muevan hacia atrás). Vuelve lentamente a la posición inicial y repite.
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