Si nos paramos a pensar en que hay que hacer para perder peso nos daremos cuenta que no es necesario tomar medidas radicales como dejar de comer o alimentarnos solo de agua, sino que podemos mejorar nuestra alimentación y perder peso de forma más sana simplemente comiendo bien. Piénsalo, si has subido 10 kilos en el último año y no has tenido prisa alguna, ¿por qué tenerla para bajarlos? Y lo que es peor que los queramos bajar en ¡¿1 mes?! Será muchísimo mejor que vayamos con calma y la mejor solución para bajarlos y no pasarlo mal en el progreso es ir haciendo cambios. Cuando digo cambios me refiero a nuestra alimentación a los alimentos que consumimos, bastará simplemente con sustituirlos por otros, pensemos en los alimentos más dañinos que solemos comer a lo largo del día: Azúcar blanco, pan blanco, mantequilla, quesos curados, bollería industrial, chocolate, frituras… y así podría continuar nuestra lista con un montón de productos más, un ejemplo para sustituir alguno de ellos serían: Azúcar moreno, pan integral, mantequilla light, quesos frescos, pasteles caseros, chocolate negro y en vez de frito al horno… y así muchas cosas más que si nos paramos a pensar en las alternativas que tenemos son bastantes e igual de ricas y mucho más sanas. Pero la idea es ir haciéndolo poco a poco, tampoco hay que ser tan bruscos con el cambio, quizá podrías ir las primeras semanas sustituyendo solo el azúcar, y cuando veas que lo controlas, añadir otro alimento para sustituir. Al ir de forma progresiva le damos tiempo a nuestro cuerpo a que lo vaya asimilando poco a poco y que lo acepte. Aun así debes concienciarte ya que los cambios no siempre son fáciles, pues nuestro cuerpo ya está acostumbrado y enganchado por así decirlo a los otros productos y le tomará tiempo hacerse a los nuevos. Será normal que algún día recaigas y vuelvas a tomar azúcar blanca, o te comas una donut, pero la idea es no dejarlo sino ser perseverantes, eso es lo que te dará el resultado que buscas solo así llegarás a tu objetivo, incluso quizás por ahí es por donde debas comenzar el cambio, por TU OBJETIVO. Si bien es cierto que siempre nos proponemos perder 5, 15 o 20 kilos antes del verano para lucir ese bikini que tanto nos gusta, pero no solo nos quedamos en eso, sino que ¡lo queremos perder en un periodo de tiempo surreal! Olvídate de ese “quiero perder los kilos de más”, “quiero estar delgada para el verano” eso no te servirá para que el cambio te dure toda tu vida, sino para un momento puntual, porque ¿Qué harás cuando pierdas los kilos? Los volverás a subir, porque habrá sido una dieta pasajera o ¿Qué harás cuando se vaya el verano? Que vendrá el invierno y para el invierno ¡no hay un plan B! Recuperarás los kilos que perdiste. Que no sea eso lo que te motive a perder peso, que tu objetivo sea querer llevar una vida sana, sé que es algo que resultará difícil de conseguir pero no te quedes en el intento prueba, y si fallas vuelve a probar y se PERSEVERANTE eso será lo que te ayudará siempre. Cambia, que hoy tu objetivo sea “Quiero llevar una vida saludable” cuando aceptes eso lo demás será mucho más fácil de conseguir.
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