Si analizamos los hábitos de consumo de los adictos a la heroína de hace 20 años y de hoy, veremos que hay fuertes modificaciones. Una de las más importantes fue impulsada por la aparición de una suerte de heroína light, los medicamentos opiáceos que se venden bajo prescripción médica y están más al alcance que nunca. Además, provocan un síndrome de abstinencia muy difícil de vender, y la sociedad debe conocer las consecuencias, beneficios y prácticas del uso de estos medicamentos de cara a entender mejor como combatir las adicciones.
La sobredosis con fármacos
En los últimos años, los estudios sobre abuso de opiáceos con prescripción médica arrojan saldos terribles, aumentos progresivos que además demuestran las consecuencias sociales del abuso de los fármacos. En Estados Unidos los números de hombres y mujeres que afirman haber consumido heroína en el último año suben anualmente, dando cuenta de una situación compleja y muy difícil de manejar para las autoridades sanitarias.
Además, un número alarmante de jóvenes está incluido entre los consumidores de opiáceos. La finalidad recreativa de estos medicamentos ha llevado a miles de jóvenes al peligroso mundo de las drogas y sus consecuencias imprevisibles. Incluso hay personas que lograron abandonar la heroína, pero hoy a través de la oferta de opiáceos tienen muchas mayores ofertas que hacen el consumo más fácil, ya que son pastillas que no huelen, y su uso es fácil y rápido.
Consumo correcto vs. adicción
Los medicamentos opiáceos son muy efectivos cuando son correctamente prescritos y se utilizan de forma adecuada y segura. Sin embargo, está científicamente demostrado que en algunos casos, los opiáceos suponen el primer contacto con las drogas o un recordatorio para aquellos que abandonaron la heroína. Por eso los colectivos médicos alertan sobre la posibilidad de que los fármacos aumenten el deseo de consumir heroína en aquellos pacientes adictos que buscan abandonar el consumo. La proporción es la misma respecto de la calma en el síndrome de abstinencia en consumidores.
De acuerdo a especialistas en adicciones y alcoholismo, hay aproximadamente un 50% de los heroinómanos que pasan por centros de recuperación que se inician en las drogas a partir del consumo de opioides con receta. En muchos casos, si bien la prescripción es correcta y adecuada, antes de que se den cuenta los pacientes se encuentran buscando pastillas de forma ilícita.
Por ese motivo, es muy importante el acompañamiento y el seguimiento del profesional médico para evitar que el consumo de estos fármacos que ayudan a solucionar complicaciones y situaciones complejas de dolor, se convierta en otro problema médico grave. Los opiáceos son una herramienta para la salud, pero puede ser mal utilizada y generar inconvenientes si no hay un correcto trabajo desde los profesionales de la salud, familiares y amigos para evitar la aparición de conductas adictivas.