Los pacientes con comorbilidades, como hipertensión, diabetes, disfunción renal o afecciones cardíacas, junto con cada paciente de COVID, deben recibir una dieta muy rica y equilibrada. Para los pacientes con alteraciones de la digestión, pérdida del gusto y el olfato, dificultades para respirar y tragar y, en particular, las personas que podrían haber sido intubadas durante la hospitalización, la dieta juega un papel importante en la recuperación del COVID y en la recuperación de una buena salud. La comida que ingieres y los ejercicios que haces deciden cómo será tu recuperación. Es un proceso lento, pero funciona un día a la vez.
Cómo comer mientras te recuperas del COVID-19
Controla las calorías
Dependiendo del estado nutricional del paciente, la ingesta de calorías debe depender de un peso corporal saludable. Los pacientes obesos con frecuencia padecen problemas respiratorios, sistemas inmunológicos debilitados, aumento de la inflamación y reducción del volumen pulmonar y la fuerza muscular.Son más susceptibles a la neumonía y los problemas cardíacos. Por eso es importante planificar cuidadosamente su dieta para mantenerlos en déficit de calorías, pero también para satisfacer las necesidades de su cuerpo para una recuperación completa.
Haz de la ingesta de proteínas tu máxima prioridad
Se recomienda que los pacientes en recuperación consuman 1,2-1,3 g/kg de proteína por día, con un suplemento de aminoácidos de cadena ramificada (BCAA) aumentado al 50% para evitar la atrofia muscular y mejorar la fuerza de los músculos respiratorios. El yogur fresco, el paneer o los huevos bien cocidos son buenas opciones. La ingesta de proteínas debe adaptarse a las necesidades nutricionales del individuo, la cantidad de actividad física y la tolerancia digestiva.Incluir carbohidratos para obtener energía
Cuando se consumen carbohidratos, producen una cantidad igual de dióxido de carbono (conocido como cociente respiratorio), que debe evitarse para reducir la dificultad respiratoria. Si el paciente es diabético, la medicación debe ajustarse y el paciente debe ser monitoreado continuamente para detectar episodios de niveles altos y bajos de glucosa.La infección puede causar niveles de glucosa elevados de manera persistente, por lo que la cantidad de carbohidratos consumidos por día no debe exceder de 100 a 150g.
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Agrega grasas saludables
Se puede aumentar el porcentaje de grasa en la dieta para mantener la ingesta de calorías. Haz de la utilización de ácidos grasos de cadena media una prioridad y aumenta la cantidad de ácidos grasos omega-3 en tu dieta. Estos tienen un impacto significativo en las respuestas inmunológicas y son antiinflamatorios, lo cual es un factor realmente esencial cuando se mira la recuperación post COVID.Los aceites de coco, mantequilla, ghee, almendras y MCT (triglicéridos de cadena media) son buenas opciones para cocinar. Los frutos secos, como las nueces, también juegan un papel muy importante en el cumplimiento del requerimiento de grasa del cuerpo junto con otros nutrientes esenciales.
Reponer con verduras
Cuando el cuerpo esté luchando contra el coronavirus, asegúrate de proporcionar la cantidad correcta de nutrientes para ayudarte a recuperarte más rápido. Una dieta sana y equilibrada, rica en vegetales, es esencial para estimular el sistema inmunológico, reponer los nutrientes perdidos y aumentar la resistencia.Las verduras son una fantástica fuente de nutrición, ya que contienen una gran cantidad de vitaminas y minerales que el cuerpo necesita para mantenerse saludable. Incluir espinacas, brócoli, jengibre, soja, judías verdes, pimientos morrones y pepinos en su dieta si te estás recuperando de COVID-19 es realmente esencial.