La guía “El valor nutricional del aperitivo: las tapas y la cerveza”, editada por la Fundación Española de la Nutrición, recoge una selección de diferentes tapas tradicionales de nuestro país donde se explica su composición y preparación junto a una ficha nutricional de la tapa sola, así como el aporte en nutrientes del pincho acompañado con cerveza tradicional y sin alcohol.
Además de disfrutar del sabor de la tortilla, esta tapa es rica en nutrientes como los hidratos de carbono, base de la dieta, las proteínas de buena calidad y distintos micronutrientes. Asimismo, destaca por su aporte de minerales como el fósforo y selenio, y entre las vitaminas, la niacina y la vitamina B12, la cual cubre casi el 50% de las ingestas recomendadas cuando es consumida con cerveza tradicional. Esto sin duda es una de las demostraciones de que los aperitivos y su aporte nutricional son grandes y muy buenos.
La tradicional paella, al incluir una gran variedad de ingredientes, en su mayoría característicos de la Dieta Mediterránea, es un plato nutricionalmente muy completo. Destaca la presencia de hidratos de carbono complejos del arroz, proteínas de alto valor biológico del pescado y la carne, vitaminas (niacina), minerales (selenio y hierro) y fibra de las verduras. Su consumo con cerveza, tanto tradicional como sin alcohol, aporta más de la cuarta parte de las ingestas recomendadas de niacina y fósforo.
Otra de las cosas que hemos aprendido sobre los aperitivos y su aporte nutricional es en relación al pan con tomate y jamón. Esto combina una fuente de hidratos de carbono con las proteínas de buena calidad del jamón. Destaca su aporte de micronutrientes como el selenio y la tiamina. Si se acompaña con cerveza tradicional, aumenta su contenido en fósforo. En el caso de tomarla con cerveza sin alcohol, cubre más de la cuarta parte de la ingesta recomendada de niacina.
Por otra parte, cada tapa, según sus ingredientes, puede armonizar con un tipo diferente de cerveza. Así, la consistencia de la cerveza Lager Especial, se fusiona con la acidez del tomate y el picor del ajo del pan con tomate y jamón. Para equilibrar el sabor a mar del pescado con el de la carne en el caso de la paella o captar mejor el sabor de la tortilla, necesitamos una rubia fresca, ligera, y con poco cuerpo, como la cerveza Lager.
La cerveza es una bebida fermentada, de baja graduación alcohólica, elaborada a partir de ingredientes naturales (agua, cebada malteada y lúpulo), de bajo contenido calórico y aporta al organismo diversos nutrientes como vitaminas del grupo B (especialmente ácido fólico) y minerales (potasio, fósforo y magnesio).
El consumo moderado de cerveza también puede incrementar la ingesta de polifenoles, como el xanthohumol que, como antioxidante natural, participa en la protección contra enfermedades cardiovasculares y en la reducción de los fenómenos oxidativos responsables del envejecimiento del organismo.
Actualmente, existen numerosas investigaciones que relacionan el consumo moderado de cerveza, siempre por adultos sanos, con la mejora de la salud cardiovascular, la salud ósea o la mejora del sistema inmune, preferiblemente cuando se consume en compañía de alimentos y en el marco de una alimentación sana y equilibrada, como es el caso de la Dieta Mediterránea.
¿Lo sabías?