Cualquiera podría pensar que el fotógrafo mexicano Alan Yee es un perturbado mental que esta obsesionado con el sexo y las mujeres. De hecho, puede que así sea, pero muchas de sus fotografías son conmovedoras, convulsivas, anárquicas y fantásticamente caóticas... ¿Quiénes somos nosotros para juzgarle? Alan mola.
Para Yee "la mujer es una fuente inagotable de arte y le brinda al hombre la posibilidad de crecer espiritualmente". No concibe el mundo con márgenes o límites creativos. El obturador de su cámara convulsiona para retratar mujeres cautivadoras que agitan la mente y explosionan en el alma.
Una mujer que conquista. Bella, relajada, segura, sensual, misteriosa, se retuerce para convertirse en una especie de diosa de nuestro tiempo. Una mujer que no entiende de convencionalismos, ni religiones o falsos pretextos para encorsetarla. No se deja controlar. Naturalidad, instintos, ansias de liberalismo, que no libertinaje. Arrollador.