¿Nos afectarán de alguna manera estos pequeños gestos cuando volvamos a la rutina de siempre? La orden de confinamiento que nos hace permanecer todo el día en casa ha levantado varios interrogantes sobres aspectos de la vida diaria que antes ni nos habíamos planteado. Y es que durante estos días buscamos la comodidad por encima de todo para pasar las horas en casa. Una de las prendas de las que más suelen prescindir algunas mujeres es el sujetador.
Para muchas, esta prenda puede llegar a ser un verdadero martirio: se clava el tirante, aprieta el aro todos los lados, se sube la tira de la espalda, etc. En la mayoría de los casos, sin embargo, esto sucede porque no se usa el sujetador apropiado. Se calcula que siete de cada diez mujeres no usan la talla y la copa correctas. Pero, más allá de los errores que se cometen al usar sujetador, la duda que surge ahora es si pasar tanto tiempo sin sujetador puede ser perjudicial.
¿Daña el músculo ir sin sujetador?
Los senos están formados por tejido adiposo y glandular y carecen de músculos; solo la piel y los ligamentos los sostienen. La caída del pecho de algunas mujeres tiene que ver sobre todo con el grosor y la elasticidad de la piel y con los ligamentos de la mama. Con el tiempo o por exceso de grasa, la mama empieza a caer y a deslizarse hacia fuera, con lo que el aporte sanguíneo sufre cierta dificultad.Un estudio de 2013 del médico deportivo francés Jean-Denis Rouillon, de la Universidad de Besançon, ponía en duda, después de observar durante quince años el comportamiento del pecho sin sujetador en más de 300 mujeres, que esta pieza contrarreste la fuerza de la gravedad ya que los pechos continúan manteniéndose firmes incluso sin él.
Sin embargo, esto no podría ser del todo cierto, al menos no en todos los casos, y no se puede generalizar, sobre todo con una muestra tan pequeña, por lo que el mismo científico reconocía que eran resultados preliminares que debían completarse. No hay evidencia científica de que la flacidez de los senos esté causada por no usar sujetador.
Pero sí hay factores biológicos y genéticos que hacen aumentar o disminuir la posibilidad de flacidez mamaria, como los embarazos, la obesidad, el adelgazamiento rápido y los deportes violentos. Para determinar si el uso de sujetador o no puede ser dañino especialmente durante estos días deben tenerse aspectos como:
El tamaño del pecho No es lo mismo hablar de un pecho grande que de uno pequeño. El uso del sujetador es necesario si el tamaño del pecho es grande. En este caso, no usarlo puede provocar dolor lumbar y dorsal y puede sobrecargar las cervicales. La mama es una estructura que se sostiene con lo que se conoce como ligamentos de Cooper, que son múltiples filamentos de tejido conectivo que mantienen el pecho firme, sobre todo en los más grandes, y evitan que aparezcan fisuras y que el pecho se "caiga".
Una vez los ligamentos de Cooper se destensan, ya no pueden recuperar su estado original. Según el estudio francés, prescindir del sujetador puede tener un impacto menor en los pechos pequeños. A partir de una talla 100 de contorno de pecho, aproximadamente, ya se considera un pecho voluminoso que debe sostenerse con un sujetador adecuado. Por tanto, en este caso es mejor llevar un sujetador que nos aporte comodidad, preferiblemente de tejido natural como el algodón.
La práctica de ejercicio Llevar o no sujetador dependerá también de si practicamos en casa algún tipo de ejercicio, sobre todo si incluye saltos. En este caso, debe tenerse en cuenta que pueden producirse pequeñas lesiones y hay mayor riesgo de dañar la estructura interna del seno. No usar sostén durante un entrenamiento hace que ciertos músculos como los del cuello o el trapecio tengan que trabajar mucho más para equilibrar el peso.
Solo con el hecho de andar los senos suelen moverse de tres a cuatro centímetros; con la práctica de deporte activo, esto aumenta. Según una investigación del grupo de salud del seno de la Universidad de Porstmouth, los senos se mueven un promedio de 10 centímetros en tres direcciones (arriba y abajo, de lado a lado y hacia adelante y hacia atrás) mientras corremos, lo que en ocasiones puede provocar dolor.
Un error común es pensar que, para estar más cómodas, podemos usar sujetadores deportivos para estar por casa. Pero esto no es así porque, al ser una prenda específica para la actividad física, lo que hacen es proporcionar mucho apoyo y evitan que la caja torácica funcione correctamente, lo que debilitaría los músculos de la espalda y sobrecargaría los ligamentos de los senos. Si queremos ir cómodas es fundamental elegir bien el tipo de sujetador.
¿Descalzos o con zapatillas por casa?
Otra costumbre que puede ser habitual durante estos días es sacarnos los zapatos e ir descalzos por casa. ¿Cómo podemos cuidar de nuestros pies durate estos días? ¿Es recomendable ir siempre descalzos? ¿Qué efectos puede tener cuando volvamos a la normalidad?Algunos consejos que hacen los expertos durante estos días para cuidar de nuestros pies son:
Es recomendable usar un calzado cómodo y que aporte sujeción al pie, pero sin apretarlo, aconsejan desde el Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV). Por tanto, es mejor que, si usamos zapatillas, estas sean cerradas, no tipo chancla. La suela debe adaptarse al suelo y ser antideslizante.
Si vamos descalzos con calcetines, estos deben tener una buena transpiración y con cierta capacidad antideslizante para no resbalar.
Lo más recomendable es no ir siempre con el mismo calzado (zapatillas cómodas o zapatillas de andar por casa o descalzos). Lo mejor es ir combinando varias cosas dos o tres veces al día. De esta manera ayudaremos después a nuestros pies a volver a la normalidad.
Los podólogos también recomiendan durante estos días que las personas desinfecten o laven bien los pies si caminan descalzos por casa porque podrían convertirse en una posible vía de contagio. Para hacerlo, aconsejan lavarlos con un jabón neutro y secarlos bien, sobre todo en las zonas de entre los dedos y con golpecitos suaves.
Para no tener problemas de hinchazón en los pies (algo muy habitual por falta de movimiento), es recomendable no pasar muchas horas seguidas sentados. Los expertos aconsejan no pasar más de dos horas seguidas sentados. Esto es especialmente importante en el caso de las personas mayores.
Antes de volver a salir a la calle, podemos entrenar nuestros pies poniéndonos el calzado de calle un rato cada día para ir acostumbrándolos de nuevo.