¿Por qué se desarrollan las alergias estacionales?
El sistema inmunitario se pone especialmente sensible cuando reacciona de forma excesiva a los pólenes presentes en el ambiente.
Los pólenes están presentes sobre todo en la mañana y aumentan con la humedad. Observamos picos notables cuando los días son calientes y hay mucho viento. En cambio, en días de lluvia el polen permanece “pegado” a tierra por lo que la alergia no está tan presente, los enfermos pueden respirar aliviadamente de forma temporal.
Entre las plantas que causan la mayoría de las alergias encontramos la ambrosía, cuyo pico es entre agosto y septiembre, pero que en muchas áreas, comienza ya a mediados de julio.
Cuando se sospecha una alergia al polen debe consultar a un alergista que identificará con el tipo de prueba apropiada el alérgeno que da problemas.
Para controlar los síntomas de la alergia son interesantes también colirios de gotas y antihistamínicos; aunque el remedio más eficaz es la inmunoterapia, inyecciones del alérgeno para estimular una respuesta inmunitaria del cuerpo y a veces para tolerar la sustancia ofensora.
También algunas reglas cotidianas pueden hacer más llevaderos los síntomas de la alergia. Por ejemplo, mantener las puertas y ventanas cerradas durante la primavera, monitorear el progreso del polen a través de los medios de comunicación, tratar de permanecer en el interior de casa alrededor del mediodía y por la tarde, tomar una ducha y cambiarse de ropa después de trabajar o estar al aire libre.
Usted puede aliviar los síntomas incluso con sustancias naturales como el extracto de semilla de uva y quercetina con vitamina C. Estas sustancias se encuentran en muchos alimentos como el vino tinto, pero también en forma de suplementos.
Sobre la mesa son buenas las especias como el ajo, jengibre, pimienta de Cayena, alholva y cebolla que ayudan a reducir las secreciones nasales.
Del mismo modo, debería suprimirse la manzanilla, melón, plátano, pepino y las semillas de girasol.