Al principio no causa ansiedad, pero pueden llegar a provocar rigidez en el cuello, la parte baja de la espalda o la espalda en general.
Con la edad o debido a un estilo de vida sedentario, se alteran los procesos metabólicos en los discos y los ligamentos de la columna vertebral
Esta condición se caracteriza por la degeneración del cartílago articular ubicado entre las vértebras. Estos permiten que nuestra columna vertebral realice muchos movimientos diferentes, que incluyen: la flexión, la rotación y la inclinación.
Si detenemos el desarrollo de la espondilosis a tiempo evitamos sus complicaciones, se elimina el dolor y se restablece el movimiento normal del cuello y la espalda.
Causas de espondilosis
La espondilosis se produce cuando los tejidos blandos de la columna vertebral: discos intervertebrales, tendones, ligamentos, cartílagos y músculos, pasan naturalmente por una serie de cambios degenerativos.
Para entender la causa de la espondilosis, es necesario imaginar la anatomía de la columna vertebral. Se compone de vértebras interconectadas por almohadillas elásticas – discos y se mantiene unida por dos ligamentos longitudinales: posterior y anterior.
Los procesos degenerativos relacionados con la edad que ocurren en la columna vertebral disminuyen el flujo de sangre a los discos espinales. Hay escasez de nutrientes y ocurre deshidratación de los discos y ya no pueden proteger eficazmente las vértebras de la fricción.
En consecuencia, el cartílago en las articulaciones de los arcos se desgasta gradualmente, causando que los huesos se rocen entre sí. Esta fricción puede conducir a la inflamación y provocar una producción de crecimientos óseos patológicos (espolones u osteofitos) en el área afectada y crecimiento es la espondilosis.
Además, los músculos que soportan la columna vertebral se debilitan. Los ligamentos y tendones se engrosan, se estiran y pierden elasticidad.
El disco ya no puede soportar las cargas, que cada vez son más debido a los espasmos musculares. La presión dentro del disco aumenta y el anillo fibroso circundante comienza a abultarse.
Factores de riesgo
La probabilidad de padecer de espondilosis puede aumentar por algunos factores, que incluyen:
Predisposición genética
Obesidad
Historial de lesiones traumáticas
Participación en deportes de alto riesgo, que puedan causar traumatismo súbito o permanente en las articulaciones
Síntomas de la espondilosis
La espondilosis no siempre presenta síntomas en la primera etapa. Esta condición generalmente pasa desapercibida a menos que las articulaciones se vuelvan dolorosamente rígidas. Si las raíces nerviosas que salen no estén inflamadas o comprimidas por el crecimiento óseo, no se sentirán síntomas.
Cuando ocurre la compresión de la raíz nerviosa, los síntomas de la espondilosis varían según la intensidad de la compresión y su localización.
Si el nervio se comprime en la columna cervical los síntomas se presentan en la parte superior de la espalda, hombros, brazos, manos y dedos. Por otro lado, si el nervio ciático se contrae en la columna lumbar, los síntomas se sienten en la parte inferior de la espalda, glúteos, piernas, pies y dedos de los pies.
Las personas que sufren de espondilosis durante mucho tiempo no pueden encontrar una posición cómoda durante el sueño debido a la constante sensación de incomodidad. Si presenta espondilosis lumbar, se acurruca para reducir el dolor, la tensión y el malestar.
En etapas avanzadas de espondilosis, se observa una acumulación de osteofitos. Hay compresión de los nervios, causando dolor severo. Progresa la rigidez de la espina. En la región cervical, se siente dolor en la parte posterior de la cabeza, dolor de cabeza, inestabilidad de la presión y adormecimiento de la mano.
En la espondilosis torácica se manifiesta dolor en el pecho y rigidez entre los omóplatos. Aparecen molestias en las nalgas, rigidez y pérdida de sensación en las piernas.
Síntomas más comunes
Independientemente de la ubicación de la espondilosis, los síntomas más comunes incluyen:
Dolor localizado en la columna cervical o lumbar
Entumecimiento, hormigueo o pérdida de sensación de las extremidades
Rango de movimiento reducido en la columna
Debilidad muscular
Rigidez de las articulaciones
Estos síntomas suelen ser más intensos en la mañana, al despertar, pero muestran mejoría al comenzar a moverse.
Diagnóstico de espondilosis
El diagnóstico primario de espondilosis comienza con un examen en el consultorio de un neurólogo. De acuerdo con los resultados, el médico puede prescribir una prueba de mayor precisión.
Los rayos X pueden revelar la presencia de osteofitos y una disminución en la altura de los discos intervertebrales. Pero la tomografía computarizada (TC) y la imagen de resonancia magnética (IRM), son más precisas.
Con la TC se puede detectar cambios en los huesos asociados con la espondilosis. La IRM permite detectar anomalías de los discos, los ligamentos y los nervios.
Tratamientos de la espondilosis
El objetivo del tratamiento de la espondilosis es detener el desarrollo de la enfermedad, aliviar los síntomas y aumentar el rango de movimientos en el cuello y la espalda.
Tratamiento conservador
Se puede experimentar un alivio significativo con el uso de tratamientos conservadores. El tratamiento conservador debe dirigirse a la causa de la aparición de los síntomas, y no solo a reducir la incomodidad.
Medicamentos
Los medicamentos recetados o de venta libre se utilizan a menudo para reducir el malestar.
Algunos medicamentos recomendados para reducir los síntomas de la espondilosis incluyen:
Analgésicos. Estos ayudan a reducir el dolor. Solo los analgésicos recetados ayudan a hacer frente al dolor intenso.
Antiinflamatorios no esteroides. Alivian la inflamación.
Inyecciones epidurales de esteroides. Se aplican para reducir la inflamación severa alrededor de la raíz nerviosa que se encuentra pinzada, causando un adormecimiento temporal en el área afectada.
Actividad física y ejercicios
Los fisioterapeutas recomiendan ejercicios especiales para pacientes con espondilosis. Estos ejercicios buscan restablecer la fuerza y la flexibilidad de la columna vertebral y de los músculos que la sostienen.
La actividad física puede ayudar a expandir el rango de movimiento y restaurar la salud de la columna. El yoga y la acupuntura también funcionan para aliviar los síntomas.
Para la prevención de la espondilosis, es necesario practicar la actividad física a diario. Si estas envejeciendo, necesitas hacer una serie de ejercicios especiales o hacer yoga. La combinación perfecta es gimnasia y natación.
Descanso
Si el dolor interfiere con las acciones de rutina, uno o dos días de descanso es perfectamente posible. Pero debe tener en cuenta que descansar demasiado es perjudicial.
Tratamiento quirúrgico
El tratamiento quirúrgico de la espondilosis está raramente indicado, pero si los síntomas de la espondilosis persisten después de muchas semanas o meses de tratamiento conservador, se puede recomendar la cirugía al paciente.
Sin embargo, al considerar la posibilidad de una cirugía se debe estar consciente que la cirugía abierta en la columna es extremadamente agresiva y no es la única forma de reducir los síntomas.
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