Científicos de las Universidades de Tenessee y Missisipi (EE.UU.) han llegado a la conclusión de que "la primera vez que mantenemos una relación sexual condiciona cómo es el resto de nuestra vida sexual". Y según expone Matthew Shaffer en la revista especializada Journal of Sex and Marital Therapy, "las circunstancias en que perdemos la virginidad tienen consecuencias duraderas e influyen en el desarrollo físico y emocional".
¿Cómo fue la tuya?
· La primera experiencia sexual para ambos.
Si vuestra primera experiencia sexual fue con alguien para quien también era la primera vez, es posible que en adelante busques parejas más experimentadas. Esto se debe a que no tienes la suficiente confianza por lo que necesitas a alguien que te guíe.
· El primer amor.
Si con quien perdiste la virginidad fue tu primer amor, te costará olvidarlo. La técnica no habrá sido la mejor, pero fue una experiencia poderosa marcada por el enamoramiento. En el futuro podría costarte tener relaciones con otra pareja sin olvidar por completo a ese primer amor.
· Ligue de una noche.
Si tu primera relación sexual fue un encuentro esporádico con alguien a quien conociste horas antes es posible que sientas culpa en lo más profundo e incluso puede que vergüenza. Es probable que en un intento por sentirte mejor contigo mismo tengas sexo ocasional con diferentes personas para aumentar tu autoestima y sentir que tienes el control.
· La experiencia.
Si tu primera vez fue con una persona experimentada quizás ya conozcas el placer del buen sexo. Te sentirás cómodo con tu sexualidad en todo momento porque no tuviste momentos incómodos.
· Amante egoísta.
Si no te trataron como te mereces la primera vez es posible que te cueste relajarte ante otras parejas sexuales ya que tienes ese mal recuerdo de incomodidad física y emocional. Tienes que llegar a confiar plenamente en tu pareja.
Lejos de contaros como fue la mía, os diré que si en algún momento nos sentimos incómodos con nuestra sexualidad podemos cambiar esa situación. Pensad que sois únicos, tenéis que quereros antes a vosotros mismos que a otra persona. Miraos por dentro y haced caso de lo que vuestro cuerpo os puede contar.