La infidelidad en los tiempos de Instagram
¿Qué entendemos por infidelidad?
Según los expertos en Terapia de Pareja, la infidelidad supone una ruptura de un pacto tácito de exclusividad tanto afectiva como sexual, entre dos personas que libremente toman la decisión de compartir sus vidas en una relación de pareja. Si bien esto puede sonar muy claro, a veces los límites de qué es lo que se considera infidelidad varían de persona a persona o para ser más específica, de pareja en pareja, según el acuerdo establecido.
Los engaños en la pareja no son ninguna novedad, en todos los momentos de la historia han ocurrido, aunque en este momento la variante puede ser el medio por el cual se realiza: las redes sociales. El nacimiento de las redes sociales ha generado un cambio sustancial en las relaciones humanas.
Uno de las ventajas de la comunicación en redes sociales es que al no tener delante físicamente a la persona con la que estamos conectando, la persona experimenta cierta valentía parapetada por la pantalla para decir o proponer cosas que no se harían de frente con la misma desenvoltura.
Internet no es la causante directa de la ola de divorcios y rupturas, sino más bien es un medio facilitador de la infidelidad en las parejas que ya presentan problemas. Las redes sociales proporcionan el contacto y son aprovechadas para evadirse de la realidad y la insatisfacción así como buscar en la red las carencias que se perciben en la relación.
Es natural sentir deseos por otros. Se puede controlar ese impulso, pero es imposible impedir su existencia. La fidelidad no es ausencia de deseo, sino de autocontrol. En una relación formal, es común que existan ciertos momentos en donde los miembros de la pareja sientan ganas de estar con otra persona, fantaseen o se sientan atraídos por alguien. El problema no es que estos deseos aparezcan, sino lo que uno hace con ellos.
¿Cuáles son las causas de la infidelidad? ¿Y sus consecuencias?
La causa más común de infidelidad es la propia insatisfacción que se experimenta con la relación actual, quizás las relaciones sexuales no sean satisfactorias, el tiempo y la atención dedicadas a la pareja no sea suficiente y la rutina haya hecho mella.
La insatisfacción es fruto de miedos, inseguridades e indecisiones, que hacen que la vida vaya pasando sin ningún aliciente ni sentido personal, ya que no existe el atrevimiento de afrontar, resolver y decidir frente a las situaciones que le hacen infeliz a la persona.
En otras ocasiones, la insatisfacción aumenta dentro de la relación de pareja, ya que la pareja no funciona y no se toman decisiones. Como consecuencia, la pareja mantiene cada vez más una relación distante, fría, y monótona, hacia la cual, la única solución que se intuye es la evitación y el aumento de la insatisfacción.
Comenzar una relación extra constituye un comportamiento sintomático, un indicador de que algo va mal y necesita cambiar. Por eso es importante en la terapia, centrarse en el momento vital de la pareja donde la infidelidad aparece y que tiene un sentido comunicacional para esa pareja, algo para ser escuchado, y que debe ser explicitado.