A pesar del ‘estigma’ social impuesto sobre esta dolencia, lo cierto es que es mucho más común de lo que se pudiera sospechar. De hecho, se estima que en torno a 1 de cada 4 mujeres sufre de incontinencia, ya sea por infecciones, por el embarazo, por el parto o, tal y como vamos a tratar en este artículo, por la menopausia.
¿Qué relación tiene la menopausia con la incontinencia urinaria?
Acompañando a los síntomas anteriormente mencionados, puede despertarse la conocida como incontinencia de esfuerzo. ¿En qué consiste? Se trata de pequeñas pérdidas de orina completamente involuntarias, como consecuencia de cierto esfuerzo que ha provocado presión abdominal. Hablamos, por ejemplo, de pérdidas al toser, estornudar, hacer ciertos deportes…
Pero ¿a qué se debe esto? ¿Por qué ocurre justo con la menopausia? Aproximadamente desde que cumplimos los 24 años de edad, la producción de los estrógenos y de la progesterona, es decir, las hormonas asociadas al ciclo menstrual, empieza a reducirse.
Llegados a los 50 años (aunque esta cifra varía en función de cada mujer, al igual que lo hace la fecha de la primera regla) empezamos a experimentar una reducción muy notable de la producción de estas hormonas, lo que acelera la aparición de los primeros síntomas antes mencionados, como sofocos, sequedad…
De esta forma, otra de las funciones de estas hormonas es mantener los tejidos y los músculos de la vejiga, de la uretra y del suelo pélvico fuertes y en buen estado. Con el paso de los años y la disminución de las mismas, estas zonas se van debilitando, dando lugar en ocasiones a la incontinencia por esfuerzo.
Sin embargo, es importante diferenciar entre lo que puede ser una pérdida ocasional y un problema real. En cualquier caso, cuando la pérdida es por esfuerzo, es decir, al toser, hacer ejercicio o mantener relaciones sexuales, entonces lo recomendado es consultar con un especialista.
¡La mejor solución para el día a día!
La incontinencia urinaria suele venir acompañada de consecuencias psicológicas y emocionales, influyendo notablemente en la reducción de la vida social de las personas aquejadas. Es por eso que desde Depend® nos hemos propuesto ofrecer una solución adecuada para el día a día, y el resultado es la ropa interior absorbente, que ofrece la máxima protección de una forma cómoda y discreta.
Se trata de braguitas de cintura baja y con un diseño muy similar a la ropa interior común, pero elaboradas con miles de partículas superabsorbentes que atrapan cualquier pérdida.
Gracias a Depend®, el problema de la incontinencia no afectará a la confianza ni a la seguridad de las mujeres.
¿Qué podemos hacer para evitar la incontinencia o reducir los síntomas?
Hay ciertas cuestiones, como el peso o el tipo de alimentación, que van a influir notablemente en los problemas de incontinencia. Por ello, perder peso, evitar el estreñimiento o reducir el consumo de cafeína se encontrarán entre algunas de las primeras medidas a tomar.
Además, los ejercicios de Kegel permiten trabajar la musculatura interna y fortalecer el suelo pélvico. Una forma de realizar estos ejercicios es la siguiente:
1. Nos tumbamos boca arriba, con la espalda recta y las rodillas flexionadas y una pelota pequeña separando las piernas. A continuación empezamos a elevar la cadera.
2. Nos ponemos en posición de gateo, con la espalda recta. A continuación, estiramos el brazo derecho y la pierna izquierda, manteniendo el equilibrio. Repetimos con el lado contrario.
3. De pie, y en posición de semiflexión, estiraremos los brazos hacia delante, a la altura de los hombros. A continuación, realizaremos movimientos hacia delante y hacia atrás con la cadera.
De este modo, realizaremos 3 series, de 8 repeticiones por ejercicio.
Por otro lado, también podemos realizar los ejercicios que recomienda la Clínica Universidad de Navarra:
- Antes de empezar a realizar los ejercicios, debemos relajar la zona, para lo que nos pondremos de rodillas, apoyaremos los brazos en el suelo y la cabeza sobre las manos, y mantendremos la postura durante unos 4 minutos.
- A continuación, tomaremos una de estas posturas: de pie y apoyadas en la pared, con las piernas ligeramente separadas; tumbadas boca arriba con las rodillas dobladas y las piernas separadas; de rodillas en posición gateo; sentadas.
- Después, empezaremos a contraer los músculos, aguantaremos unos 5 segundos, y relajaremos otros 10. Repetiremos el proceso 5 veces. Seguidamente, realizaremos contracciones más rápidas, contrayendo y relajando los músculos, haciendo de nuevo 5 repeticiones. Así, realizaremos el ejercicio en series de 10, durante 15 minutos, al menos dos veces al día.
Por su parte, otro de los ejercicios que podemos realizar diariamente y casi sin esfuerzo es al orinar. Se trata de parar en mitad de la expulsión, relajar los músculos, y continuar hasta vaciar la vejiga.
¡No dudéis en probarlo!
Si sufrís en silencio el problema de la incontinencia, no dudéis en probar los productos de Depend®, que llevan la discreción y la comodidad como bandera.