Hoy hablaremos claro. ¿Qué es la incontinencia urinaria? ¿A quién afecta? ¿Cómo evitarla?
La incontinencia urinaria se produce cuando una persona no es capaz de impedir que la orina salga por la uretra.
A priori se relaciona únicamente con mujeres que han entrado en el periodo de madurez. Sin embargo, la incontinencia urinaria es un problema que se extiende también a personas jóvenes: de los pacientes afectados, el 8% eran mujeres de 35 a 50 años, y el 20% mujeres de más de 55 años.
En muchos casos la incontinencia urinaria puede limitar la calidad de vida de las mujeres que la padecen: dejan de vestir ropa clara o ajustada por temor a las pérdidas de orina o a que se noten las compresas, que por norma general son de gran tamaño. Además, acciones como toser, reír o practicar deportes de impacto (correr, hacer footing, aerobic, saltar, jugar al tenis, baloncesto, las artes marciales?) son una causa que provoca la incontinencia.
Otros factores son el embarazo y parto, la menopausia, la herencia genérica, la obesidad o retener la orina de forma habitual.
La vergüenza retrasa la búsqueda de un tratamiento adecuado. Incluso, en un 30% de los casos las mujeres no acuden a un especialista por esta razón. Sin embargo es un error pensar en la incontinencia urinaria como un problema que impida llevar una vida normal. Es un problema con solución.
Prevenir la incontinencia urinaria está en tu mano adoptando una serie de hábitos como llevar a cabo los llamados ?Ejercicios de Kegel?, que tonifican la musculatura del suelo pélvico. Para realizarlos hay que contraer los músculos alrededor de la vagina y el ano durante 5 segundos y relajar hasta un máximo de 10 o 12 contracciones al día.
Además, hay que saber diferenciar los tipos de incontinencia.
- Incontinencia de esfuerzo, es decir, al realizar tareas que requieren ejercer fuerza. Sobre todo se da en mujeres que han dado a luz. En el caso de que sea leve, se puede solucionar por medio de ejercicios especiales como los de Kegel, gracias a técnicas como la biorretroalimentación, estimulación eléctrica o medicación. En el caso de afecciones graves una intervención quirúrgica no invasiva es la mejor solución.
- Incontinencia por urgencia. Se reconoce por la necesidad de ir a orinar de forma muy frecuente. Modificar hábitos como beber menos líquidos, evitar la cafeína o el alcohol ayudan a moderar sus efectos, sumado a realizar Ejercicios de Kegel o tomar medicamentos.
- Incontinencia por rebosamiento, cuando la vejiga está llena y no puede vaciarse.
- Incontinencia funcional, cuando por alguna discapacidad no se puede acceder al baño.
- Incontinencia mixta, cuando se da más de uno de estos casos.
Si tu caso es grave y tienes que recurrir a una intervención quirúrgica, tranquila. Las nuevas técnicas existentes hacen que esta cirugía no sea invasiva, y que tras 24 horas de recuperación la paciente esté en casa desarrollando una vida completamente normal. Además el índice de éxito supera el 80 y 90%.
¿Aún tienes dudas sobre las claves para mejorar tu calidad de vida? Recuerda.
- La incontinencia urinaria no afecta solo a mujeres de edad avanzada
- La vergüenza es el peor obstáculo para encontrar el remedio a este problema.
- Cambia tus hábitos. Sustituye la realización de deportes de impacto por otros ejercicios que tu ayudarán a fortalecer tus músculos (cambiar footing por yogging, o realizar los Ejercicios de Kegel).
- Existe una solución para cada tipo de incontinencia. Un tratamiento a tiempo es esencial.
- La cirugía es una solución fiable, a largo plazo, solo supone 24 horas de recuperación y tiene altos índices de éxito que cambiarán tu vida completamente.
Desde Clínica Sanabria te animamos a informarte de forma personalizada sobre las posibles soluciones de tu problema. Nuestra experiencia y nuestro equipo humano y profesional son nuestro mejor aval.
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Cuidamos de ti, mujer.