Comenzar el día con un buen desayuno, es algo que casi todos nos planteamos como opción saludable y que pocos son los que terminamos haciéndolo.
Unas veces lo achacamos a nuestra falta de tiempo, otras, a que a esas horas no tenemos hambre y unas cuantas excusas más que somos capaces de utilizar para justificar el no realizar, lo que siempre nos han dicho que es la ingesta mas importante del día ¿esto es así?
¿Qué es lo que ocurre realmente?
Se han hecho estudios observacionales, donde se formulan hipótesis que intentan demostrar una correlación, por ejemplo, entre desayuno/rendimiento escolar, desayuno/sobrepeso, desayuno/riesgo cardiovascular…pero ninguno es concluyente.
Para poder realizar una afirmación con rotundidad son necesarios los estudios de intervención, mucho más precisos en sus resultados pues se consideran más variables y se controlan muy de cerca a los participantes en dichos estudios, pero resultan bastante caros y complicados de llevar a cabo.
Por tanto debemos tener cuidado de como muchas veces somos manipulados por conclusiones extraídas de estudios observacionales, que son muy interesantes y válidos sin embargo, hay que extraer conclusiones con cierta prudencia.
¿Es el desayuno tan importante?
Vamos a lo que nos interesa, aclaremos si es o no importante desayunar.
Pues al parecer y a pesar de haberse realizado multitud de estudios* no se ha podido llegar a concluir de manera rotunda que esto, sea así.
El desayuno resultará tan importante como nos pueda parecer la comida o la cena o incluso el tentempié de media mañana o media tarde. Tendrá la importancia que nosotros en definitiva, queramos darle.
“Des- ayuno”, romper el ayuno
El desayuno, es la primera ingesta que realizamos después de pasar al menos unas 9-10 horas sin tomar alimento. Esto nos llevará a pensar que nuestro organismo necesitará reponer energía y nutrientes para afrontar el día y muy probablemente así será.
Ahora bien, debemos considerar varios aspectos, en primer lugar nos han hecho creer bajo la premisa del ayuno, origen de la palabra des-ayuno, que la energía que necesitamos nos la debe proporcionar el “azúcar”, ya te puedes imaginar , quien es la principal interesada en nuestro desayuno, la industria alimentaria, que ya conocemos todos su afán por hacernos la vida más “saludable”, trato de ser “irónica” por si alguien no se ha percatado.
En esta ocasión se nos proporciona todo tipo de alimentos en versión “especial desayuno”, nos encontramos ante estanterías de supermercados, repletas de productos, como: galletas, bolleria, cereales, pan, mantequillas, mermeladas, preparados lácteos…todo para ese importante momento, “el desayuno“.
Entonces, estamos salvados ¿verdad? pues ya os imagináis la repuesta, NO.
La industria alimentaria nos oferta con sus productos, azúcares refinados añadidos, grasas saturadas, exceso de sal… estamos como es de esperar ante una avalancha de productos ultraprocesados.
Entonces, si tenemos que desayunar de esa manera, tal vez sea mejor desmitificar la importancia del desayuno, así, ¡¡NO desayunes!! será preferible no tomar nada.
¿Qué desayunamos…?
Estamos de acuerdo en que necesitamos energía, GLUCOSA.
Si recordáis la última entrada, Sin azúcar, sin grasa…, os explicaba que la podemos obtener de fuentes muchísimo más saludables que el azucarero y/o productos procesados.
En los productos etiquetados como “especial desayuno” nos vamos a encontrar hidratos de carbono simples o refinados, o de absorción rápida o como los queramos llamar, que al consumirlos nos lleva a tener una altísima cantidad de glucosa (azúcar) en sangre y por tanto exceso de energía, tal vez hasta de sobra, para quizás la poca actividad que tendríamos en nuestros trabajos, la mayoría sedentarios.
En cambio si optamos por fuentes saludables como: pan integral, cereales sin azucarar (avena), frutas (plátano, kiwis, naranjas fresas, etc), yogures naturales, frutos secos…obtendriamos glucosa de “la buena”, como la llamo yo, en este caso provendría de hidratos de carbono complejos o de absorción lenta, lo cual nos garantiza esa energía que requerimos por la mañana que ademas tiene la ventaja de que la obtenemos de manera más constante y regular, aportándonos también , otros importantes nutrientes.
Por qué no desayunar huevos o espinacas o lentejas o tomates, quizás lo percibamos como “extraño” sin embargo son alimentos bastante saludables, y de los que obtendríamos “glucosa de la buena”, ahora bien, lo único que podríamos achacarle es que nuestro paladar no esta acostumbrado a ello, debe quedarnos muy claro que no existiría un alimento concreto para el desayuno, cualquier alimento saludable que te resultará apetecible seria tan válido como otro.
Llamada de atención a la “bolleria casera”
A veces los padres/madres en nuestro intento de dar lo mejor a nuestros hijos, decidimos preparar nuestra propia “bolleria casera”, bizcochitos, galletas, magdalenas pensando que será bastante más saludable que las que nos ofrecen, debemos reflexionar sobre ello, pues por mucho que la hayamos elaborado con ingredientes caseros y todo el cariño del mundo… no dejan de estar elaboradas con harinas refinadas, así como con una importante cantidad de azúcar y tal vez grasas (mantequillas, margarinas) no muy recomendables.
Puede que resulte menos dañina que la industrial, sin embargo existe poca diferencia. La nuestra no lleva aditivos y/o conservantes, pero creerme si os digo que eso es lo que quizás menos debería preocuparnos de los productos procesados.
Aunque intento que se entienda que estos productos procesados de desayuno y la bollería casera no son recomendables, no es necesario que lo tomemos como algo extremadamente malo… (que lo es), quiero que se entienda que no “moriremos” por consumir algún producto de manera esporádica.
Terminemos de desayunar
Yo personalmente considero que un buen desayuno es o debería ser un hábito familiar positivo, esto se conseguiría, si cuando nos levantamos sentimos hambre y lo disfrutamos. Ello suele suceder cuando descansamos bien y dejamos unos minutos para su preparación, evitando el estrés causado por la falta de tiempo para llegar al trabajo o cualquiera que sea nuestra obligación.
Los fines de semana o en vacaciones desayunamos con más ganas y lo disfrutamos, no hay prisas…
Para finalizar solo te diré que, desayuna si te apetece, y en caso de que lo hagas, busca opciones saludables más allá de las que nos ofrecen en publicidad.
No existe ni desayuno perfecto, ni hora perfecta para este, ni vamos a conseguir porque nuestros hijos desayunen que aumente su rendimiento escolar, ni ningún tipo de milagro por realizar o no nuestro “importante desayuno”.
Si lo realizamos pienso que estaremos creando un hábito saludable en nosotros y en nuestras familias y que para nada nos perjudicaría.
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*estudios
Effect of breakfast omission and consumption on energy intake and physical activity in adolescent girls: a randomised controlled trial (2017)
A randomized controlled trial to study the effects of breakfast on energy intake, physical activity, and body fat in women who are nonhabitual breakfast eaters (2017)
The effectiveness of breakfast recommendations on weight loss: a randomized controlled trial (2014)
The causal role of breakfast in energy balance and health: a randomized controlled trial in lean adults (2014)
“Eating compared to skipping breakfast has no discernible benefit for obesity-related anthropometrics: systematic review and meta-analysis of randomized controlled trials” (2017)