Imagen: The Javorac/Flickr
El día de hoy estaremos hablando de la efectividad de los fármacos, ya que es posible que, en alguna ocasión, hayáis percibido que un determinado medicamento no es tan efectivo como el médico os ha indicado, o que, con el tiempo, va perdiendo sus propiedades beneficiosas en nuestro organismo. Esto puede deberse a varias condiciones o causas físicas, que os detallaré a continuación. Pero antes, una advertencia: si esto sucede, debéis acudir a vuestro médico, en ningún caso debéis aumentar la dosis sin consultarle.
La pérdida de efectividad en los fármacos es muy común, y tiene diferentes causas. La principal es básica: del mismo modo que a todas las personas no les sientan bien los mismos alimentos, lo mismo sucede con las medicinas. Los aparatos digestivos son únicos en cada persona, y no digieren los alimentos de la misma manera, sucediendo lo mismo con los medicamentos. Esto es genética pura, y no puede cambiarse.
La edad también determina las cualidades curativas y los efectos de un medicamento. Por ejemplo, en niños y ancianos, las dosis siempre deben ser menores, en especial las de los ancianos, ya que su hígado y sus riñones, han perdido efectividad con los años a la hora de asimilar las medicinas.
Pasando de las causas físicas más generales, a unas más concretas, nos centramos en la forma de tomarlos. Mezclar fármacos con otros alimentos a menudo puede ser contraproducente, ya que las sustancias que forman algunos productos pueden eliminar o restar efectividad al medicamento. El zumo de pomelo disminuye la efectividad de los fármacos destinados a tratar la hipertensión y los antibióticos. También los alimentos ricos o en fibra, o las infusiones que facilitan la evacuación intestinal, pueden ser problemáticos, ya que también expulsan de nuestro cuerpo los medicamentos que tomamos, anulando sus propiedades beneficiosas.
Por supuesto, fumar demasiado también puede afectar a la capacidad de un medicamento, ya que se producen hidrocarburos que anulan su efecto beneficioso. Y otra causa de un menor efecto en un fármaco es tomar antiácidos de forma regular. Sin ácidos gástricos a pleno rendimiento, las capas duras que protegen el interior del producto farmacéutico y que se disuelven en el estómago gracias a los ácidos estomacales, se disolverán más lentamente.
Fuente: Revista Saber Vivir
¿Conoces algún caso de un mal funcionamiento de algún medicamento por estas causas?