Artrosis de tipo I de causa genética. Se trata de una enfermedad hereditaria que se basa en la predisposición familiar para sufrirla.
Artrosis de tipo II, relacionada con las hormonas. Este tipo de artrosis depende de las hormonas esteroideas, más específicamente de los niveles de estrógenos. Ésta es básicamente la causa de que la aparición de artrosis en mujeres sea mayor que en los hombres después de los 50 años, pues a esa edad las mujeres suelen sufrir la menopausia, bajando la cantidad de estrógenos en sangre. En algunas mujeres, la artrosis aparece de forma generalizada en manos, cadera, rodilla y múltiples articulaciones, ya que el rápido descenso en la producción de estrógenos puede causar una pérdida acelerada de masa muscular favoreciendo su aparición.
Artrosis de tipo III, debido a la edad. Este tipo de artrosis está relacionada directamente con la edad, siendo casi generalizada su aparición en todas las personas al llegar a una edad avanzada. A medida que pasan los años se va agravando.
Respecto a los síntomas de la artrosis, suelen empezar pausadamente, notando dolor en las articulaciones después de realizar ejercicios o esfuerzos físicos, siendo las más comunes la espalda, caderas, rodillas y manos. Respecto a la artrosis en los dedos, se cree que puede ser hereditaria ya que en algunas familias se presenta mientras que en otras no, afectando más a las mujeres que a los hombres. Las rodillas son la articulación del cuerpo que más sufre soportando el peso del cuerpo, por lo que es la parte del cuerpo más propensa a sufrir artrosis quedando rígidas, hinchadas y doloridas, impidiendo realizar tareas domésticas, como subir escaleras, e incluso provocar la discapacidad de la persona. Por último la artrosis de cadera provoca dolores en las caderas, valga la redundancia, y en la parte interior del muslo. Su sufrimiento puede conllevar a que actividades como vestirse sean prácticamente imposibles debido al dolor.
Los tratamientos para la artrosis son básicamente sintomáticos, lo que quiere decir que se basan en calmantes y analgésicos para permitir a la persona sobrellevar el dolor. También se hace uso de rodilleras, bastones o muletas para evitar apoyar todo el peso en las zonas afectadas.
Por último, existe un tratamiento que ha demostrado mejorar la calidad de vida de las personas que sufren artrosis, las prótesis. Las operaciones de sustitución más utilizadas son las de prótesis de rodilla y de cadera. Esta operación consiste en la sustitución de la articulación original dañada por una artificial, que puede estar hecha de diferentes materiales.
Con esto finalizo mi serie de artículos sobre la artrosis. ¿Conocéis a alguien que lleve una prótesis de cadera o rodilla?
Foto wikipedia
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